Entrevista
Elena Fonseca
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¿Cómo fue tu llegada a Católicas por el Derecho a
Decidir? ¿eras una católica tradicional?
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En cierto sentido era una católica tradicional, fui bautizada,
fui a una escuela católica, a un liceo católico y ¡hasta
estudié un tiempo para monja!
Pero
siempre tuve en mi familia como una contracultura; mi madre, por ejemplo,
era divorciada y vuelta a casar. Eso me dio una perspectiva bien diferente
del catolicismo. Nunca pensé que el catolicismo fuera tan rígido
como pretendía. Nunca tuve ninguna objeción con el aborto,
pese a que crecí en un ambiente católico y no se hablaba
del tema. Ahora se habla con mucho más énfasis del aborto,
antes no era un asunto que se mencionara...y nunca tuve prejuicios en
contra. Sólo en los 70 cuando me hice feminista me involucré
en el movimiento.
Y
fue recién en mayo de 1978 que un grupo de católicas que
estaba trabajando ya sobre el derecho al aborto me pidió que formara
parte de la dirección del grupo.
Siempre
pensé que la política tendía a oscurecer el tema
moral. Todas las cuestiones son importantes, pero no vamos a ganar nuestro
derecho al aborto simplemente con argumentaciones políticas. Debemos
tener un discurso moral sobre el aborto, que es el de la elección.
Pero
me parece que, ya seas católica o no católica, (yo lo soy)
no importa lo que seas, el propio catolicismo nos provee de una manera
de hablar de la moral, de la moralidad del aborto que puede ser muy útil.
Eso fue lo que me atrajo, aunque parezca raro...de Católicas por
el Derecho a Decidir.
- La Iglesia Católica ha tenido distintas posturas frente al aborto
en diferentes épocas, unas más abiertas que otras ¿cómo
se explica eso?
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En estos momentos el catolicismo es muy conservador en relación
a los derechos individuales. Recordemos que esta no es la única
historia del catolicismo, que ha tenido muchas y diferentes tendencias.
Empezó siendo un movimiento de contracul-tura del judaísmo,
con una visión compadecida del amor, de ver a Dios diferente de
la visión judía, que ve a Dios como el Dios castigador,
el pu-nitivo. En ese contexto me parece que había mucho espacio
en los principios del catolicismo para poder hablar del aborto de una
manera que respetara la conciencia individual y que además integrara
la ciencia de manera positiva. Recordemos, por ejemplo, que la Iglesia
Católica no tiene posición acerca de cuándo el feto
es persona. Por lo tanto hay una enorme desconexión entre lo que
el Papa y los obispos hablan actualmente sobre el aborto, como si estuviera
absolutamente prohibido y del feto como si fuera una persona, sabiendo
que la teología enseña que simplemente no sabemos las respuestas
a estas preguntas.
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¿Por qué la Iglesia Católica de nuestros días
se hizo tan conservadora?
Creo
que una de las explicaciones es que la Reforma Protestante hizo que la
religión católica fuera más conservadora, había
que inventar una distinción entre ambas, y se desarrolló
de manera más rígida que la protestante. Lo otro es la larga
historia del control masculino y de muchos gobiernos que se hicieron más
pa-triarcales como reacción a las demandas de las mujeres, Mr.
Bush es un ejemplo claro.
Esto
también pasó en la Iglesia Católica, el miedo que
estos hombres pueden tener de las mujeres libres, que buscan igual poder
e iguales derechos, lleva al conservadurismo.
Sabemos
que los que tienen el poder, sean quienes sean, hacen todo lo que está
a su alcance para preservarlo. Y eso es lo que vemos en la iglesia católica,
ellos tienen el poder y quieren conservarlo.
Lamentablemente,
creo que aunque hubo algunas excepciones como Juan XXIII, tanto la Iglesia
como los Estados Unidos van a seguir siendo conservadores por lo menos
por 20 años más. Así que habrá que tener paciencia.
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