claro
como el agua
(En
respuesta y con la aprobación de de Ma. Consuelo Mejía,
que al otro día que se perdiera la votación de la ley,
escribió solidaria y triste)
Querida
Ma. Consuelo:
un
millón de gracias por tu apoyo, por la solidaridad,
por el cariño con el que vos y todas las compañeras
han participado de este proceso junto a las uruguayas.
Como
te conozco el carácter, la fuerza y el entusiasmo, es
que te imagino con más rabia y tristeza de la que nosotras
mismas tenemos, y por eso, esta vez me gustaría darte
coraje a vos, que siempre estuviste dándonos tanto coraje
a nosotras.
Perdimos
la votación sobre la ley 13 a 17, no hay dudas. Y eso
se dice así de claro: perdimos.
El
punto es, ¿qué hacemos ahora? Ahora que todos los medios
de información están TODO EL DIA preguntando ¿cómo si
el 63 % de la ciudadanía está a favor, hubo 17 senadores
que no respetaron esa voluntad? los parlamentarios deben
votar según su conciencia o deben votar según los intereses
de sus representados? a quién representan los Senadores?
Y
eso es genial porque sirve para el tema de la legalización
del aborto, pero sirve para todos los temas de la democracia
en este y en cualquier país. Perdimos las manos que
los senadores debían levantar, al mismo tiempo que ganamos
las cabezas de los uruguayos y las uruguayas que son
quienes los eligen.
¿Qué
hacemos ahora? Y yo creo que ahora es cuando viene la
parte más linda: hacer un escándalo enorme durante todo
este período electoral, organizar los argumentos que
cada uno usó y mostrarles las contradicciones, ir a
cada acto de los candidatos presidenciales con la mano
que levantábamos durante la campaña, hacer fila en la
Jefatura de Policía diciendo «Yo aborté» a ver si nos
detienen, preguntarles por qué cobran el sueldo de legisladores
en un año electoral si al mismo tiempo dicen que un
año electoral no es bueno para legislar sobre este tema,
hacer miles de cosas que tantas feministas como nosotras
han hecho antes y otras que se nos irán ocurriendo en
el camino.
La
gente está tan energizada, tan corajuda, con tantas
ganas de organizar la indignación y la esperanza, que
yo no tengo LA MENOR DUDA que el año que viene el aborto
será legalizado.
Lo
vi clarito, clarito, en los ojos de una señora que se
había venido desde el interior del país a rodear el
Palacio Legislativo, y que aun en el frío de la noche
no dejó que pasara auto, camión o taxi sin entregarles
el folleto y la mano que decía «YO VOTO por la salud
reproductiva».
Lo
vi clarito, clarito, en la solidaridad de los conductores
que ponían esa mano en los cristales de los ómnibus.
En los músicos y las artistas que fueron a tomar frío
con nosotras, en las compañeras de otros países que
pudieron llegar, en los sindicatos, en todos los sectores
del movimiento social. Lo veo en la capacidad organizativa
que se ha ido desarrollando en los equipos de trabajo,
en la suma de esfuerzos y habilidades, en el coraje
y la persistencia de todas las compañeras de todos los
grupos. Lo veo en tu cariño y en el apoyo que todas
ustedes seguirán dándole a las uruguayas.
Hay
una frase tuya «la lucha es larga» que es muy cierta
en un sentido general. Pero en Uruguay, en particular,
creo que debemos decir «la lucha FUE larga». Está clarito,
clarito: de esa lucha sólo falta un año más. Vamos Ma.
Consuelo! a no desanimarse que está claro como el agua!
Lucy
Garrido
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