por Diego León Pérez Calabrese
De acuerdo a SERPAJ, la población carcelaria femenina ha crecido un 582% entre 2002 y 2015. Del total de mujeres (665 para 2015) que se encuentran recluidas, un importante número lo están bajo la imputación de delitos no violentos, como el microtráfico o transporte de estupefacientes (“mulas”). Ellas se encuentran en los escalafones más bajos del negocio, por lo que están muy expuestas. En general son madres y jefas de hogar.