Más de 90% son mujeres, la mayor parte entre 30 y 50 años de edad. Hay serios problemas de precariedad y falta de regulación en el trabajo doméstico. Pero al mismo tiempo la región lidera el proceso de adopción de una norma internacional de la OIT que busca luchar contra la desprotección y las malas condiciones laborales de quienes trabajan en los hogares latinoamericanos.