Me parece que precisamente esa faceta de su vida magnifica la memoria, ya monumental, de esta feminista emblemática del siglo XX.
Después de dejar el UE News, despedida por su segundo embarazo, se inicia el período de su vida más cercano al de un ama de casa suburbana, de 1953 a 1962; claro que, como era de esperarse, Friedan fue atípica como ama de casa. Horowitz da testimonio de que siguió escribiendo artículos como “free lance”, dio clases en la Universidad de New York y en la New School for Social Research, y estuvo muy activa en la política local de su comunidad. Esta información, totalmente desconocida por cuatro décadas, hace pensar que tal vez el silencio que Friedan guardó sobre su pasado radical fue una decisión estratégica, para no “contaminar” la lucha feminista con el estigma que el comunismo adquirió en Estados Unidos.