La justicia de género en la región progresista

El pasado jueves, 22 de noviembre, Cotidiano Mujer y Fesur organizaron el debate “La justicia de género en la región progresista ¿cómo, dónde y a quiénes llega?”, conducido por la senadora Constanza Moreira.

La mesa de debate contó con representantes de la política y organizaciones sociales de diferentes países de América Latina: la paraguaya Lilian Soto, candidata a la presidencia de su país por el movimiento Kuña Pyrenda, la brasileña Laisy Morière, Presidenta de la Comisión de mujeres del PT, las argentinas María José Lubertino, ex diputada y directora del Instituto nacional contra la discriminación en su país, y Estela Diaz, dirigente de la CTA, la chilena Paula Mendoza, dirigenta del partido socialista de Chile, Daniella Inojosa, Vocera de colectivos “la araña feminista” ante el Poder Popular de Venezuela, y Lilian Celiberti de Cotidiano Mujer y coordinadora de la Articulación Feminista Marcosur.

Durante este encuentro, todas las participantes expusieron los grandes logros y asuntos pendientes en materia de igualdad de oportunidades. Entre los principales avances, se destacó el paso a un concepto de género más fuerte, así como el progresivo reconocimiento de derechos básicos de las mujeres, relacionados con el trabajo o la violencia machista.

Sin embargo, muchos de ellos siguen siendo una asignatura pendiente en la mayoría de países. Lilián Soto destacó que en Paraguay -al igual que en otros países de América Latina- uno de los principales retos es luchar por la verdadera igualdad laboral teniendo en cuenta tres aspectos clave: el acoso, el salario y la incorporación de las mujeres al trabajo remunerado. Además, afirmó que “es necesario incorporar la perspectiva de género en las agendas duras”, es decir, en temas como la economía, el narcotráfico o la trata.

Por otro lado, casi todas las participantes coincidieron en hablar de los derechos sexuales y reproductivos como uno de los aspectos más importantes en los que hay que seguir trabajando. Además, la escasa presencia de mujeres entre los altos cargos sigue siendo un punto clave para conseguir la verdadera justicia social.

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