13 de junio 2015
Comisión organizadora: Red de Mujeres Periodistas del Uruguay, Comisión de Género de APU, Cotidiano Mujer, Lilián Celiberti, Azul Cordo, Florencia Pereira, Helena Suárez y Mirtha Villa.
Apoyo: Unesco, Cotidiano Mujer, Cire, CNS Mujeres, APU
Sede: APU
Relatora: Azul Cordo
En la apertura, la periodista Florencia Pereira, que coordina la Red de Mujeres Periodistas del Uruguay a través de un grupo cerrado de Facebook creado en 2012, se refirió a las condiciones de precarización laboral que el periodismo vive en la actualidad, donde “está en boga en nuestros medios contratar a través de las unipersonales”.
Tres temas ocuparon la primera parte del encuentro: acoso sexual, acoso moral laboral y aspectos referentes a la licencia por maternidad para trabajadoras tercerizadas.
El tema acoso moral laboral fue abordado por Hugo Echenique, integrante de la comisión de salud laboral del PIT-CNT. En su disertación titulada “Acoso moral laboral. Componente de la salud laboral”, Echenique explicó que una situación de acoso laboral “contamina la salud de los y las trabajadores” y es un tema que hay que visualizar porque “prácticamente es desconocido”.
La central de trabajadores PIT-CNT trabaja este tema desde 2004. “Las mujeres sufren de manera más aguda este problema, aunque no son las únicas”, sostuvo el sindicalista. “Es importante entender que, por su condición de mujer, la trabajadora lo sufre de manera más acentuada”, añadió.
Una dificultad que persiste es que se trabaja sobre las consecuencias, es decir, cuando el hecho de acoso ya pasó. “No encontramos a alguien que trabaje en lugar de trabajo a diario y aborde la situación de manera más cotidiana”, reconoció Echenique, como una cuestión a corregir para que no siga ocurriendo.
Se trabaja desde el concepto de acoso moral laboral, entendiendo por esto: “Toda conducta que, realizada con cierta reiteración y sistematicidad sobre una persona o grupo de personas en el ámbito laboral pueda llegar a lesionar su integridad y su dignidad, a través de la degradación de las condiciones de trabajo y creación de un ambiente intimidatorio”. Un problema derivado de organización del trabajo, “moral” porque implica la violación de los derechos fundamentales.
“Elegimos llamarlo Acoso Moral Laboral, por el sencillo hecho de que la violencia a la que está sometido/a el/la trabajador/a, en muchos casos pasa el límite de lo psicológico, sea por expresarse físicamente, o por el hecho de que la propia organización del trabajo, las reglas que se implementan y las exigencias a las que se somete al/la trabajador/a, no le dejan opción alguna, dejándolo/a inerme ante una situación que lo/la destruye física y psicológicamente. Este ataque lesiona a la dignidad y pensamos que configura una situación de acoso, ya que la persona se ve obligada a aceptar lo que inevitablemente la va a perjudicar de distintas maneras”, explicó Echenique.
Algunas formas en las que puede aparecer el acoso moral laboral son: violencia psicológica, psicoterror, decisiones organizacionales, mobbing.
Echenique consideró que “hay que analizar caso por caso en profundidad”, a través de tripartitas de salud, bipartitas de salud, bipartitas o subgrupos de acoso moral laboral, o con un delegado de salud o seguridad. Subrayó la importancia de que, ante alguna denuncia o reunión derivada de la misma, esté presente un representante sindical para que el/la trabajador/a no esté solo/a y sea “intimidada”. El decreto 291 es un respaldo en este sentido.
El abordaje sindical que se da en estos casos refiere a la “prevención, intervención y negociación colectiva”. “Es importante que sindicato lleve propuesta armada para no discutir sobre propuesta patronal”. También cuentan con una herramienta para evaluar riesgos psicosociales: un mapa de riesgos psicosociales.
Ante la consulta sobre qué pasa si en el lugar de trabajo no hay representación sindical, Echenique señaló que hay que “defender el derecho a la sindicalización” y aclaró que el acoso sexual no entra en la categoría de acoso moral laboral, además de puntualizar que esos casos los trabaja la comisión de género del PIT-CNT.
Mirtha Villa recordó que, más allá de estar o no afiliados, cuentan con apoyo de APU para apoyar y compañar las denuncias por acoso.
Echenique reconoció también que probar el acoso moral laboral “es uno de los asuntos más delicados (…). A los compañeros les cuesta salir a atestiguar que una compañera está siendo degradada”, aunque también destacó que “hace 10 años ni siquiera se podía plantear el tema”.
En la disertación de Florencia Pereira “¿Cómo ser mujer periodista y no morir en el intento?” se puntualizaron situaciones que nos afectan por nuestra condición de género, por ser mujeres y por cantidad de tareas que tenemos que desempeñar, además del trabajo.
La coordinadora de la Red remarcó la numerosa participación, que llegó a un centenar de colegas a lo largo de la jornada.
Como contexto para el desarrollo del oficio periodístico y de tareas de comunicación institucional, Pereira recordó que el 62% de las mujeres jóvenes completaron una carrera universitaria (estamos más preparadas que los colegas varones). Sin embargo, la presencia de mujeres en puestos directivos sigue siendo reducida, datos citados de la Encuesta de APU-ONU Mujeres “Las condiciones del ejercicio profesional de mujeres y hombres en los medios de comunicación” (2012).
En dicho trabajo, el 41% de los entrevistados detectó algún tipo de discriminación, pero muchos eran identificados como “azares de la profesión”, lo que supone la naturalización de estas situaciones.
Asimismo, en ese documento, el 90% consideraba que APU “debería ayudar a combatir el acoso sexual”. De allí la importancia de realizar este primer encuentro de mujeres periodistas para visualizar estas situaciones y pensar cómo revertirlas.
¿Qué es acoso sexual?
LA OIT define al acoso sexual como toda conducta de naturaleza sexual que afecta la dignidad de las personas, que resulte ingrata, irrazonable y ofensiva para quien la recibe
Para que se produzca el acoso sexual en el trabajo tiene que darse un comportamiento de carácter y connotación sexual no aceptado por la persona a la que va dirigido y que esto tenga efectos en la situación laboral.
“Para comprobar conducta reiterada y que a mí me molesta tiene que haber negativa contundente y preferentemente que haya alguien (un/a testigo) para probar mi negativa”, señaló Pereira.
Se puede hacer la denuncia ante la Inspección General del trabajo y Seguridad Social del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y/o ante Poder Judicial. Se sugirió no ir solas a hacer las denuncias para no dejarse amedrentar y ver Guía de procedimiento (Inmujeres). También hacer denuncia ante APU. Y solicitar a representantes sindicales que acompañen a hacer la denuncia.
Maternidad: derechos y desafíos
Ante el “periplo” que Pereira tuvo que hacer durante su reciente embarazo, para evitar “que tengan que hacer lo mismo” y porque “el empoderamiento empieza cuando sabemos”, la periodista subrayó que por tener unipersonal tenemos derecho a que nos paguen subsidio por maternidad.
Tienen derecho a la licencia por maternidad: trabajadoras dependientes de actividad privada incluyendo Bancarias y Notariales; trabajadoras que habiendo sido despedidas quedaren grávidas durante el periodo de amparo al Subsidio por Desempleo; trabajadoras no dependientes y Cónyuges Colaboradores de Industria y Comercio, hasta con un dependiente.
Los períodos de Licencia Maternal son ingresados al sistema por los Efectores de Salud correspondientes a las 28 semanas de embarazo (desde 16/09/2013). Al comienzo de la Licencia Maternal no tienen que presentar documentación, el sistema hace la liquidación con la información de las remuneraciones ingresadas por nómina.
Estamos en el nivel de “que no me echen por estar embarazada”. Por ello, la organización consideró necesario colectivizar casos y experiencias, para ver si existe cierto “patrón”.
Se dio paso al trabajo en seis grupos a partir de preguntas para trabajar con la metodología work café.
Las preguntas fueron: ¿han vivido o saben de situaciones de acoso sexual?, ¿conocían estas herramientas?, ¿cómo concilian maternidad con el ejercicio de su profesión? ¿han tenido obstáculos?, ¿qué estrategias o herramientas consideran que faltan para hacer frente a estos desafíos?
En un clima de sinceridad, confianza y reserva, las voceras de los grupos narraron las vicisitudes de nuestro trabajo. Se destacaron las condiciones de precariedad laboral, amenazas veladas o directas, despidos por no aceptar una invitación a cenar con algún directivo del medio donde trabajamos (“si no salís conmigo no te aumento el sueldo”), tope en crecimiento laboral por estos motivos.
Señalaron la dificultad de nombrar al acosador (“cuesta porque somos pocos”) y la falta de solidaridad con la mujer acosada por parte de los equipos, especialmente de compañeros varones. Se desestima o banalizan los relatos de acosos. Es una situación difícil de colectivizar o registrar para el resto si es en tono de broma, sin quedar como “la loca”, la “feminista descompensada” o “esta es de la Red”. Ante esto, hay “impotencia” porque “no se sabe cómo reaccionar”.
Se reflexionó que los patrones de acoso se sostienen desde el lugar que nosotras le adjudicamos al acosador. “Hay que hacer tambalear al acosador”. No “aprender a lidiar”, con el problema, porque “esto no es solo personal, esto es un problema político y por ende se debe colectivizar”.
Reflexionamos sobre cómo poder acompañar a las compañeras. Se propuso que un grupo de la Red acompañe a denunciar las situaciones de acoso. “Si estoy empoderada, qué hago yo para ayudar a la otra. No cuestionar a la colega porque ‘no’ se empodera”.
¿Qué hacemos cuando denunciar es un potencial motivo de pérdida del empleo?
Otras ejemplos de discriminación laboral por maternidad es quedar por fuera de coberturas al exterior y de experiencias laborales que sí les otorgan a los colegas varones.
Una sugerencia que se planteó fue solicitar licencia por maternidad y paternidad por igual, “para que las empresas dejen de pensar que si la mujer puede quedar embarazada es una pérdida”.
La fotógrafa Manuela Aldabe reflexionó sobre la invisibilización de sus colegas en las redacciones y destacó que les dan trabajos estereotipados como coberturas de fútbol femenino, salud, maternidad, educación. Y
Por último, se propuso que los derechos laborales deben estar visibles en todos los lugares de trabajo.
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En la Mesa 2 sobre “Calidad periodística e igualdad de género” Lilián Celiberti señaló la importancia de reflexionar sobre qué podemos las mujeres periodistas en los contenidos y en una perspectiva desde el enfoque de derechos.
Pilar Tejeiro se refirió a la creación y vigencia del Código de Ética periodística aprobado hace dos años, en el que se establecen formas de proceder en el oficio respecto al uso del idioma, el off the record, cuándo hay conflictos de intereses, etc.
Asimismo resaltó que el Código uruguayo es el único -de los 200 códigos de ética que estudiaron para redactar el nacional- que cuenta con un capítulo de género y discriminación.
Tejeiro aclaró que el Código da pautas, no sanciona, recomienda. “Nos da un marco de referencia, de orientación, para defender el trabajo que hacemos y que nos asegure mejor desempeño. La principal función del Código es generarnos preguntas. Es nuestro compromiso es estudiarlo y replantear algunas cosas para que nuestro desempeño profesional sea mejor”. El objetivo es generar preguntas, llevar la práctica a un cuestionamiento crítico a través de un marco de orientación.
Desde que entró en vigencia, la Comité de Ética de APU emitió seis pronunciamientos y una denuncia por plagio. La periodista exhortó a acercarse a denunciar cuando se registren coberturas abusivas.
Se planteó la disyuntiva sobre si dar o no los nombres de medios o periodistas que cometen la infracción, tema no saldado hasta el momento. Y Tejeiro invitó a reflexionar sobre nuestra tarea periodística: “[Los medios] No matamos a nadie, pero podemos hundir a una persona”.
Lilián Celiberti se refirió a la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (SCA). Entre sus aspectos más relevantes destacó que la ley que crea la Defensoría del Público -como existe en Argentina- que no tiene carácter no sancionatorio. Ejemplificó que, en el vecino país, la Defensoría se reúne con integrantes de medios de comunicación (editores, directivos, productores) y charlan sobre cómo mejorar coberturas, además de articular con la legislación vigente.
Llamó a promover la ley SCA en Uruguay, ya que la regulación tiene que ver con la democratización de lo social. “Las leyes sirven para habilitar la vida en común y cuestionar desigualdades múltiples. Trabajamos con leyes porque existe una desigualdad”, sostuvo la integrante de Cotidiano Mujer, quien llamó a pensar en la responsabilidad de medios y periodistas en la construcción de la opinión pública y en la reproducción de estereotipos.
Entre los puntos más relevantes de la ley SCA, Celiberti señaló que la normativa establece que, en tanto el espectro es un bien público sujeto a concesión, por primera vez se establecerán plazos a las autorizaciones, con opción de renovación, y se exigirán pagos por su uso con fines lucrativos.
También destacó que incluye la extensión del horario de protección a la infancia, la obligatoriedad de pasar producción nacional (cine y música) en radios y televisión y el artículo 28 (sobre no discriminación) que ha recibido impugnaciones. “Nos interesa una ley que cuente con un capítulo de discriminación: para construir una democratización en las formas. Porque hay más voces y más periodistas con otra cabeza, que problematizan las cosas”. “Necesitamos generar una corriente de análisis de los medios de comunicación y pensar la manera de cambiar los medios. El público siente cuando hay un/a periodista con otra sensibilidad, que aborda diferente los temas”.
Ante quienes sostienen que la ley SCA afecta la libertad de expresión, Celiberti respondió que ésta “no es un derecho por encima de una sociedad democrática”.
Por último, la periodista Azul Cordo remarcó la necesidad de que la perspectiva de género sea transversal a todos los temas y coberturas y no esté relegada sólo a temas considerados “femeninos”, como generalmente se considera a la salud, educación, cultura y derechos de las mujeres; sino que también esté presente en notas de política y economía, por ejemplo.
Retomando reflexiones de la periodista española Lucía Martínez Odriozola (Pikara Magazine), quien sostiene que incluir la perspectiva de género en el periodismo no es una cuestión de “sensibilidades sino de profesionalidad”, el periodismo debe “comprender que varones y mujeres son socializados de manera diferente y que, por lo tanto, es clave tener en cuenta la construcción social y cultural de las relaciones de género. A varones y mujeres se les atribuye roles, mandatos y prohibiciones diferentes, que adquieren un valor en la sociedad. Esas distinciones se transforman en desigualdad.”
La legitimación de los roles de género también parte de los medios de comunicación y es perpetuada por éstos. Por ello, los medios de comunicación también pueden ser capaces de legitimar valores y/o acciones que puedan contribuir a contrarrestar o prevenir situaciones de violencia.
En este sentido, se deben evitar estereotipos de género, no sólo en la cobertura de casos de violencia contra las mujeres.
Introducir la perspectiva de género en los contenidos del periodismo ha permitido incorporar temas antes “invisibles” (como la violencia intrafamiliar o el aborto).
Para que este abordaje con enfoque de género y de derechos no quede relegado a la periodista “feminista” identificada en un medio, hay formas de proceder como: la selección de las fuentes que tengan perspectiva feminista, que no reproduzcan discurso patriarcal (utilizar fuentes femeninas expertas en temáticas que no necesariamente sean “de mujeres” , como economía, ciencia, política, deporte, cultura, movimientos/organizaciones sociales; jerarquizar temas; revisar el lenguaje utilizado (lenguaje inclusivo, buscar género neutro); revisar la titulación; no banalizar temas femeninos; no promover el populismo punitivo; no revictimizar; hacer una pedagogía de la anti-crueldad.
Otro punto clave es contextualizar la información: la violencia de género, la violencia que mata mujeres, es consecuencia de un patrón de conducta basado en una relación desigual de poder. Es aconsejable informar sobre sentencias judiciales ejemplares, iniciativas novedosas, testimonios de vida, campañas y acciones proactivas de organismos públicos y ONGs..
Para mejorar nuestro ejercicio periodístico contamos con guías y manuales con recomendaciones y recordatorios de las legislaciones vigentes para efectuar una correcta cobertura con perspectiva de género y generaciones (Ver Anexo).
Vale recordar que el rol del periodista no es ser juez ni expositor de intimidades de las personas que protagonizan las noticias, sino como comunicar y ser puente para dar cuenta de las historias que ocurren a nuestro alrededor, sin olvidar la responsabilidad que tenemos al construir y transmitir mensajes.
En el cierre, las participantes llamaron a interpelar a las facultades de periodismo para mejorar la formación en la redacción de crónicas policiales, y que éstas dejen de estar marcadas por el lenguaje policial. Para esto, se debe acentuar el género de “periodismo de seguridad”. Además, se reconoció la necesidad de estar más formadas en derechos humanos y derecho internacional, así como la falta de formación en posgrados de Comunicación en Uruguay.
Se valoró positivamente este primer encuentro para acercarnos a las compañeras que no son de Montevideo y solidarizarnos entre nosotras. Construir nuevas referencias desde nuestro lugar de trabajo, fomentar la sindicalización y “contagiar libertad”.
Entre las recomendaciones y propuestas pendientes se solicitó: contar en cada lugar de trabajo con una cartelera que exprese nuestros derechos laborales y -cuando lo construyamos- un decálogo para un periodismo no sexista en Uruguay; hacer talleres sobre construcción de las noticias y realizar un segundo encuentro, evaluando la posible participación de colegas varones.
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ANEXO
Enlaces de interés
CÓDIGOS y GUÍAS
Código de Ética Periodística (Asociación de la Prensa del Uruguay)
http://www.apu.org.uy/codigo-de-etica-periodistica/
VIOLENCIA BASADA EN GÉNERO Y GENERACIONES – ORIENTACIONES PARA LA COBERTURA PERIODÍSTICA (Agencia Voz y Vos)
http://www.inmujeres.gub.uy/innovaportal/file/40816/1/guiaperio.pdf
Guía: Pautas para una cobertura periodística con enfoque de género y generaciones
http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Montevideo/pdf/CI-ViolenciaPuertasAdentro-GuiaPeriodistas.pdf
Decálogo para una comunicación no sexista (Red PAR Argentina)
http://www.artemisanoticias.com.ar/images/FotosNotas/Decalogo_PAR.pdf
Versión abreviada:
http://www.cnm.gov.ar/Varios/DecalogoParaElTratamientoPeriodisticoDeLaViolenciaContraLaMujer.pdf
GUÍA DE RECOMENDACIONES PARA LA INVESTIGACIÓN EFICAZ DEL CRIMEN DE FEMINICIDIO (Aecid)
http://www.aecid.es/Centro-Documentacion/Documentos/Informes%20y%20gu%C3%ADas/2014_GUIA%20investigacion%20de%20FEMINICIDIO.pdf
Las palabras tienen sexo Introducción a un periodismo con perspectiva de género (Chaher, Santoro)
http://www.soniasantoro.com/index.php/libros/item/las-palabras-tienen-sexo-ii-herramientas-para-un-periodismo-de-genero-copy
Pautas para comunicar noticias sobre violencia doméstica de TNU
http://www.uypress.net/uc_35164_1.html
Violencia mediática (Defensoría del Público, Argentina)
http://www.defensadelpublico.gob.ar/sites/default/files/violencia_mediatica_-_defensoria_del_publico_0.pdf
Tratamiento de la violencia de género en radio y televisión: todas las claves (Defensoría del Público, Argentina)
http://www.telam.com.ar/notas/201410/80118-tratamiento-de-la-violencia-de-genero-en-radio-y-television-todas-las-claves.html
CONDICIONES LABORALES
Las condiciones del ejercicio profesional de mujeres y hombres en los medios de comunicación (APU)
http://www.apu.org.uy/noticias/las-condiciones-del-ejercicio-profesional-de-mujeres-y-hombres-en-los-medios-de-comunicacion/
Acoso sexual laboral
http://www.inmujeres.gub.uy/innovaportal/file/20550/1/guia_acoso_sexual_laboral_final_1105_web.pdf
Subsidio por Maternidad
http://www.bps.gub.uy/3535/subsidio_por_maternidad.html