Presidentas por los derechos sexuales y reproductivos en la Cumbre Rio+20

La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, y la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, levantaron sus voces junto a otras líderes en favor de las mujeres en la cumbre Rio+20 y lamentaron que el acuerdo final no reconozca su derecho a tener hijos o no, un tema que generó fuerte fricción en el encuentro.

«Se debe dar a las mujeres el poder de tomar decisiones sobre si quieren tener hijos y cuántos», afirmó Clinton este viernes en su discurso en la cumbre de la ONU Rio+20, poco antes de su clausura.

«Si bien estoy muy satisfecha de que el documento apoya la salud reproductiva y sexual y el acceso universal a la planificación familiar, para alcanzar nuestras metas sobre desarrollo sostenible también tenemos que garantizar los derechos reproductivos de las mujeres», añadió.

También la primera ministra de Dinamarca, Helle Thorning-Schmidt, reclamó este viernes en su discurso ante una cumbre dominada por hombres: «Me hubiera gustado ver la importancia de los derechos reproductivos reconocida en el resultado de la Rio+20».

«Los derechos de las mujeres deben estar en el centro de esta transición» hacia el desarrollo sostenible del planeta, añadió.

La presidenta Dilma Rousseff, una ex guerrillera izquierdista de 64 años, defendió el mismo principio: «En Brasil, estamos invirtiendo para superar dificultades y precariedades en el acceso a los servicios públicos de salud, con pleno ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos», dijo el jueves, cuando lideró una cumbre de gobernantes mujeres paralela a la Rio+20.

La ex presidenta de Irlanda Mary Robinson, representante en la cumbre del respetado grupo de «The Elders» creado por Nelson Mandela, criticó duramente la oposición del Vaticano.

«¿Qué saben hombres solteros sobre la vida, la salud, y las decisiones de mujeres pobres?, cuestionó, al defender que «los derechos sexuales y reproductivos son esenciales».

La primera ministra de Jamaica, Portia Simpson, también defendió abiertamente los derechos reproductivos durante la cumbre.

Los derechos reproductivos defienden el derecho de la mujer de decidir si quiere tener hijos o no, en qué momento y con quién, sin discriminación o violencia, pero muchos países lo vinculan con el control prenatal o el aborto.

El texto final de la Rio+20 reconoce la necesidad de avanzar en la igualdad de género y la importancia de la salud sexual y reproductiva, pero los negociadores retiraron en su última versión la mención a los derechos reproductivos.

«Es escandaloso que de nuevo, un encuentro dominado por hombres quiere dictar cómo las mujeres deben controlar sus cuerpos», denunció Kumi Naidoo, de la ONG Greenpeace.

El representante del Vaticano y enviado del Papa, el cardenal Odilo Scherer, denunció en su discurso ante la cumbre como observador los derechos de salud reproductiva.

«La promoción de cierta concepción de la salud amenaza profundamente la dignidad de la persona humana», dijo, y criticó duramente el aborto.

No sólo el Vaticano se opuso a la mención a los derechos reproductivos, muchos de los países en desarrollo se dividieron sobre el tema, dijeron negociadores a la AFP.

«La Rio+20 traicionó a las mujeres», lamentaron activistas con pancartas en los pasillos de la cumbre.

Compartir