#8M2024 Nos encontramos en un nuevo 8M organizaciones convocadas a construir un proyecto feminista emancipador desde la diversidad de espacios que conformamos, con el deseo de cambiar nuestra cotidianeidad y avanzar hacia una nueva sociedad que coloque en el centro la vida.
A pesar de la rabia, la angustia y la frustración que nos atraviesa por la sociedad en la que vivimos, tejemos resistencia desde el deseo, la convicción y el compromiso de cambiar el sistema patriarcal, sus lógicas y sus prácticas para construir un mundo diferente.
Desde nuestros hogares, en nuestras comunidades, en los barrios, en los lugares de estudio, de trabajo, de militancia, vamos cambiando las formas y las maneras de ser, de vincularnos y de participar. Nuestras demandas y propuestas emancipadoras se incorporan a los proyectos y sueños de sociedades solidarias, justas, equitativas y amorosas. Nuestras reivindicaciones y proyectos de mundo son abrazados por nuevas generaciones y crean puentes entre nuestras experiencias, prácticas, ideas y deseos.
En nuestro mundo cada manifestación es un acto de rebeldía y un llamado a la acción. Exigimos un cese al fuego inmediato y permanente en Gaza, así como la entrada de ayuda humanitaria, señalamos y denunciamos la complicidad de los medios e instituciones occidentales ante el genocidio.
Reconocemos que nuestra liberación colectiva está íntimamente vinculada a lo que ocurre en Palestina, porque históricamente hemos estado en la primera línea de la solidaridad y la lucha transnacional contra la guerra y la militarización en todos los territorios.
Somos la primera línea en cada uno de los entramados que conforman la vida. Sacamos adelante a nuestros hogares, las ollas y merenderos que dan de comer a miles de familias que pasan hambre, acompañamos a nuestras vecinas y niñeces que sufren violencia y cubrimos todo tipo de cuidados y necesidades.
Marchamos por un mundo donde exista una debida corresponsabilidad en los trabajos de cuidados y del hogar, y se pueda conciliar el sistema personal, laboral y educativo. No podemos permitir que el sistema capitalista siga invisibilizando el peso que tienen estas labores en la economía mundial; el trabajo no remunerado que realizamos las mujeres en nuestras casas y comunidades es lo que garantiza que este sistema económico perverso lucre invisibilizando y precarizando nuestras condiciones laborales.
Nos motiva ser parte de un mundo laboral con salario digno y sin brecha salarial de género, con acceso a una seguridad social universal y solidaria, donde exista una reducción de la jornada laboral que nos permita una vida digna, donde las personas accedan a la vivienda como un derecho humano y no como bien de mercado.
Entendemos el cooperativismo de vivienda por ayuda mutua como una de las alternativas comunitarias, otra forma de resistencia que pugna por los espacios de autogestión de las mujeres, por desarrollar proyectos productivos que permiten contrarrestar la limitación económica que impone el sistema y por la puesta en práctica de formas alternativas de cuidado y soberanía alimentaria. Soñamos con nuevas perspectivas de desarrollo local que respeten el principio de ecodependencia y protejan esos bienes ante la explotación, el lucro y la extranjerización.
Llamamos a organizarnos, participar y fortalecernos politica, económica, social y culturalmente para liderar la transformación social con perspectiva amplia y feminista. Reivindicamos nuestro derecho a existencias libres, nutridas, expandidas, y para esto defendemos nuestro derecho al tiempo de ocio, el encuentro, la emoción, la risa y el llanto.
Salimos juntas, en el arte y en las calles, a salvaguardar el tiempo de la comunidad, porque sabemos que nos quieren aisladas, cansadas, tuteladas y sin voz, pero nosotras nos unimos para cuestionar mandatos, alzar la voz, pensar y buscar soluciones colectivas.
Nos sentimos parte de la “marea verde” y buscamos vivir con libertad nuestras identidades, orientaciones sexuales y autonomía reproductiva; al igual que las nuevas generaciones que hoy crecen transgrediendo la imposición de un sistema binario y heteronormativo.
Soñamos con sociedades sin violencia, injusticias ni exclusiones sin importar edad, género, identidad, etnia, orientación sexual, lugar de residencia, clase social o capacidad. En las que haya siempre igualdad de acceso a los recursos que nos permiten ejercer nuestros derechos plenamente. Nuestros cuerpos y nuestros derechos no son territorio de disputa.
Llamamos a la acción por un mundo donde las maternidades sean cuidadas y no caigan en manos de la violencia obstétrica y un sistema de salud que mercantiliza los partos. Nosotras decimos que la maternidad es política.
Anhelamos y accionamos por un mundo donde las niñeces y adolescencias no estén debajo de las sombras del adultocentrismo. Donde tengan derecho y acceso a la cultura, a un techo, al alimento. Donde tengan derecho, también, a una educación emancipadora que incluya a la educación sexual integral para desarrollar sexualidades plenas y desnaturalizar el abuso, la pedofilia y toda forma de violencia. ¡Creemos que la reforma educativa implementada atenta contra el derecho a esta educación!
Nosotras/es nos organizamos y tomamos las calles en esta Huelga Feministra, abrazamos la causa porque nos moviliza el deseo de transformarlo todo, de conquistar y conservar nuestros derechos, de habitar una sociedad desde la unidad de nuestra diversidad donde podamos soñar y crear otros mundos.
Nos solidarizamos y acompañamos a todas las mujeres y disidencias del país movilizadas en el día de hoy. ¡Viva el 8M “Ni un derecho menos. Huelga Feminista”!
Firmantes:
ACCA
Área de género FUCVAM
Cirqueras Feministas
Colectiva Esquineras
Colectiva Tormenta
Cooperativa 8 de Marzo
Coordinadora Mujeres Asentamientos
Coordinación por Palestina
Coordinadora de Ollas/CPS
Cotidiano Mujer
COVICOSU
COVIESSU
No me llamo Madre
Femiferia
FEUU
Gozarte
Mujeres del Oeste
MYSU
Olla Juan Ramón Gómez
Espacio Feminista Our Voice
Secretaría de Género PIT CNT
SIMA
Colectivo Trans del Uruguay
