“Ni más ni menos”: una perspectiva feminista desde la Ciencia Política VIII

EL CUIDADO COMO DERECHO

En una nueva edición de la columna Ni más, ni menos de Nunca en Domingo del día 2 de junio, se retoma, en el ciclo de políticas públicas, el análisis del Sistema Nacional de Cuidados. Si bien los cuidados han estado en la agenda del partido de gobierno desde hace varios años, es este nuevo gobierno el que le da el impulso final al plan presentándolo como proyecto de ley e incluyéndolo en el Presupuesto Nacional. Según la politóloga Patricia Cossani, asesora de la Secretaría de Cuidados, esto se debe a que la idea y la sociedad están lo suficientemente maduras para llevar adelante el tema, después de diez años de implementación de políticas sociales tendientes a completar la matriz de protección social que se viene construyendo.

 

La construcción del presente proyecto comenzó en el año 2008 con las primeras mesas de diálogo Red Género y Familia donde se presenta la propuesta de avanzar hacia un sistema nacional de cuidados en el programa del FA. Dos años después el sistema hace su ingreso al programa de gobierno 2010 -2015 y da sus primeros pasos con la creación de un grupo de trabajo sobre el tema en el marco del Consejo Nacional de Políticas Sociales. Desarrolladas las bases conceptuales y establecidas las poblaciones objetivo, se producen en el 2011 los Debates Nacionales, donde representantes de instituciones públicas y privadas (3200 personas representando a 1800 organizaciones e instituciones) alcanzan algunos consensos indispensables para el desarrollo de esta política. Posteriormente durante el 2012 y el 2013 se encauzaron estos debates nacionales en un par de documento que sentaron las bases del proyecto presentado este año al parlamento.

Con una fuerte perspectiva de derechos humanos la política de cuidados intenta en sus inicios focalizar en las situaciones de dependencia, de pérdida o falta de autonomía personal y por ende en aquellas poblaciones que se encuentran más vulneradas en este sentido, como son los niños menores de tres años, los discapacitados, los adultos mayores, englobando también a aquellas personas que realizan este trabajo de cuidados, donde se observa un importante corte de género ya que quienes cuidan son mayoritariamente mujeres. Intenta desmercantilizar el cuidado y garantizar su acceso, en principio, a las poblaciones objetivo identificadas.

Demográficamente hablando en el año 2013, en Uruguay, un 20% de las familias cuenta con al menos un miembro que sufre algún tipo de discapacidad y requiere cuidados. La población infantil es de 760.000 niños y niñas, de los cuales 160.000 son menores de 3 años. En unos 10 años la población de 60 años se duplicará y alcanzará a 1.100.000 personas, de las cuales los mayores de 75 representaran alrededor de un 7% de la población uruguaya. Esto muestra el amplio espectro de personas a quienes abarca este nuevos Sistema de Cuidados que entrará a regir próximamente. Falta dirimir algunas cuestiones de funcionamiento como es el tema de las territorialidades, pero no parece alzarse ninguna voz en contra a la implementación de este plan.

Sobre esto es importante decir que si bien “los cuidados” se encuentran presentes en el programa de los partidos más importantes, esto no se ha producido al mismo tiempo ni con la misma profundidad.

El programa del FA los incluye desde el año 2009, ya pensando en un futuro Sistema Nacional y con fuertes lineamientos políticos remarcando la necesidad de que el Estado promueva las medidas que fortalezcan a las familias, reconociendo su papel estratégico como proveedoras de cuidados. Se habla de una corresponsabilidad y de la superación de los estereotipos de género.

Por su parte el PN introduce el tema en su agenda de gobierno 2015-2020, en el Plan de Protección a Poblaciones Especialmente Vulnerables, donde se engloba a aquellas personas que tienen dificultades severas y permanentes para generar su propio ingreso, los menores de edad, los adultos mayores y las mujeres que son víctimas de violencia doméstica.

El PC focaliza en el cuidado infantil en aquellos contextos de pobreza y apunta al fortalecimiento de las redes familiares cuando de adultos mayores se trata. Planteando varias acciones a llevar adelante en un Sistema de Cuidados que también incluye a personas con discapacidades.

Si bien la presencia del tema en los distintos programas de los partidos políticos augura un camino “más fácil” para esta ley, sin grandes oposiciones, falta ver como se da su tratamiento parlamentario de cara un Presupuesto Nacional que se define próximamente.

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