“Ni más ni menos”: una perspectiva feminista desde la Ciencia Política II

Nos encontramos ante una nueva columna, el día martes 14 de abril del 2015, del ciclo “NI MÁS, NI MENOS. Una perspectiva feminista desde la Ciencia Política” que se emite todos los martes, a las 18:30, en el programa radial de Cotidiano MujerNunca en Domingo”. En esta oportunidad y de la mano de las estudiantes de Ciencia Política Florencia Cabrera y Jimena Torres, acompañadas de la conductora Elena Fonseca nos adentramos en la importancia de la participación de las mujeres en la política y cómo redunda esto en una mayor calidad de la democracia.

Sobre este tema nos presentan tres argumentos principales vertidos desde la academia, uno es de carácter simbólico que sostiene que más mujeres en los cargos de decisión y representación política le dan una mayor calidad a la democracia representativa y la falta de ellas produce el efecto contrario. Como bien explica Florencia Cabrera: “en el ámbito de la representación política es donde se produce el mayor déficit de la democracia y nosotros podemos medir la calidad de la democracia en base a la participación de las mujeres en igualdad de condiciones que los hombres”.

Otro argumento de carácter más bien normativo sostiene que en tanto las mujeres son un 50% de la población, es más justo que estén representadas de igual forma en los órganos de toma de decisiones, este argumento se relaciona directamente con la idea de representación descriptiva, que implica que una mujer se encontraría mejor representada por otra mujer. El último grupo de argumentos denominados Consecuencialistas, expresa que la presencia de mujeres en dichos cargos genera un cambio cultural. Las mujeres llevan una agenda política distinta a la de los varones. Ejemplo de este tipo de argumentos en el Uruguay son la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y la Ley de Violencia Doméstica que se aprueban a impulso de la demanda de las mujeres políticas. En el Uruguay la realidad sobre la representación femenina es bastante diferente a la que defienden estos planteos, un 52% de la población son mujeres, pero sólo 9 de ellas fueron electas senadoras en las últimas elecciones nacionales y no todas asumieron la banca que les correspondía, mientas que 19 mujeres fueron electas diputadas, constituyendo así el 21% de la totalidad de dicha cámara.

Estos magros resultados fueron alcanzados con la aplicación de la Ley de Cuotas. La misma se aplicó en las elecciones internas, en las nacionales y próximamente se aplicará en las departamentales. La cuota es una acción de carácter afirmativo, una medida compensatoria y temporal que busca dar respuesta a los desequilibrios en los órganos de toma de decisiones, promoviendo una mayor y mejor representación de las mujeres en los mismos. A nivel internacional los partidos socialdemócratas nórdicos fueron los pioneros al aplicar este mecanismo en los años 70. A nivel nacional, citando un adelanto de investigación de la Dra. en Ciencia Política Niki Johnson, encontramos que el primer proyecto de Ley de Cuotas se presentó en 1988, discutiéndose por primera vez a nivel legislativo recién en el año 2004, siendo aprobado en el año 2009 para ser aplicado por única vez en las elecciones de 2015-2015.

En esta instancia departamental la cuotificación exige la inclusión de personas de ambos sexos entre los tres primeros candidatos suplentes a intendente. Lo mismo sucede en las Juntas Departamentales donde también se deberán incluir personas de ambos sexos entre los tres primeros candidatos a titulares y suplentes en el total de la lista presentada o al menos en los primeros 15 lugares de la misma. Esto garantiza la participación de ambos hombres y mujeres en la lista, pero no así en el organismo representativo.

Analizando los resultados de la aplicación de la ley de cuotas en la última elección, las conductoras retoman el avance de investigación de Johnson expresando que se encontró una resistencia dentro de todos los partidos políticos y de la opinión pública en general. Habiéndose hecho una aplicación minimalista de la cuota en la mayoría de los casos, ayudándose de pequeñas trampas legales como ser la repetición de nombres en varias listas -caso de Lucía Topolansky por ejemplo- así como también la de colocar mujeres en lugares donde no logran posteriormente acceder al cargo -como es el segundo o tercer suplente a diputado-; otra trampa aplicada fue la repetición del nombre como candidata a ambas cámaras, como por ejemplo sucedió con Graciela Bianchi que salió electa en ambas cámaras y terminó renunciando por un acuerdo previo, para cederle el lugar a su suplente que es varón.

En estas elecciones departamentales existen 22 candidatas titulares a nivel nacional, los departamentos con mayor representatividad femenina son Salto y Rivera con tres candidatas a la Intendencia, mientras que existen 6 departamentos que no presentan a ninguna. De estas 22 candidatas solo tres parecerían tener una posibilidad real de ser elegidas intendentas, Patricia Ayala (Artigas) y Adriana Peña (Lavalleja) que están peleando la reelección y Lucía Topolansky en Montevideo.

Hasta la fecha solo tres mujeres han sido electas intendentas, Ana Olivera, Patricia Ayala y Adriana Peña (2010), quienes terminaron con bajos niveles de aprobación según la encuesta realizada por Equipos, ubicándose Ayala y Olivera en los dos últimos lugares con un 36% y 31% respectivamente. “Esto nos está diciendo algo, no es casualidad que sean las mujeres quienes hayan tenido más problemáticas en sus gestiones y que aparezcan en los últimos lugares” expresó Jimena Torres. Queda para un futuro el análisis del impacto de la aplicación de la cuota en las elecciones 2014-2015, cabe preguntarse si es suficiente solo con este período electoral, si hay que profundizar en el tema de la cuotificación y qué otras acciones afirmativas se pueden llevar adelante en la búsqueda de alcanzar la paridad de género.

 

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