MONITOREO DE  MEDIOS DE  COMUNICACIÓN

Quisiéramos presentar ahora, un apartado sobre algunos aspectos vinculados a la calidad, cantidad y fórmulas de trabajo de los periodistas. Si bien no son de producción propia, algunos de ellos pueden interesar a la hora de reflexionar sobre las posibilidades de los «hacedores» de estas publicaciones para incidir en realizar una cobertura más equilibrada y sin estereotipos de la imagen de las mujeres en los medios.

Para ello hemos resumido algunos items trabajados en el Primer Censo a Periodistas que hemos citado.

Nos interesó saber si existía alguna correspondencia entre los rubros que presenta la prensa nacional –en general y a la hora de hablar sobre o para mujeres– con las áreas de trabajo de las y los periodistas.

Si bien la información disponible en el censo agrupa los datos considerando grandes rubros, aporta indicios interesantes sobre la especificidad o diversidad del trabajo periodístico.

Las áreas allí registradas fueron: Política, Economía, Sociedad (que incluye Cultura y Policiales), Deportes, Internacional y Otras. En base a la mención de ellas resulta el siguiente cuadro donde se muestra en primer lugar que solo un 37,1% de los que respondieron el formulario trabajan en esas áreas o –y esto resulta caracterizador– en una sola de ellas. Dicho de otra manera, la combinación de áreas de ejercicio profesional se supone alta6.

La gran mayoría de los y las periodistas deben cubrir temas muy diferentes (62%) o bien –como lo señal el Informe– lo hace en áreas distintas a las propuestas en el cuestionario.

De alguna manera este dato nos plantea las dificultades de la especialización.

Esta situación está reforzada por los datos que aporta el Informe en su capítulo sobre multiempleo7. El Informe analiza la existencia de casi un 50% de periodistas que tienen más de un empleo. Sobre el total de 907 periodistas que fueron relevados, el censo encontró 1527 puestos de trabajo. Y agrega que el porcentaje resulta similar entre hombres y mujeres. Se señala que las diferencias se manifiestan entre los diferentes tramos etarios. Entre los periodistas menores a 26 años, el multiempleo se reduce a poco menos del 40%, comenzando a aumentar en los siguientes tramos de edad.

«El nivel más alto de multiempleo se observa entre los periodistas de 36 a 45 años de edad, entre los cuales más del 60% tiene más de un empleo, sea o no periodístico»8.

Es interesante observar que los periodistas de la prensa diaria escrita son, en términos relativos, los que muestran un multiempleo más bajo. En el otro extremo se ubican los periodistas de los semanarios y revistas, que junto a sus colegas que tienen su trabajo principal en la Prensa Zonal y la Radio presentan el multiempleo más alto.

Otro aspecto que perfila la actividad de los periodistas, en general, se refiere a la dedicación –medida en horas, que tienen en su trabajo. En este sentido, el censo muestra que del total de los empleos consignados por los periodistas, el 39% es desarrollado con dedicación alta9 y el 33.7% con dedicación media. El restante 27.3% corresponde a empleos de dedicación baja o zafral10. 

A los efectos de este informe interesa remarcar que el 61% de los periodistas no llegan a tener tiempo completo en su trabajo y que más de la cuarta parte de los consultados tiene una dedicación muy pequeña.

La polivalencia se define como la situación donde el «trabajo no se limita al desarrollo de una tarea única sino que participa en varias tareas al mismo tiempo...».

Y se destaca que: 

«Casi un 22% de los empleos periodísticos, implican el desempeño de más de una categoría ocupacional. El mayor nivel de polivalencia definida en este sentido, se encuentra en la Radio y Prensa Zonal, donde más de un 30% de los empleos presentan esta característica».

«En el censo se interrogó a los periodistas sobre el número de actividades que debían realizar en todos sus empleos»11. «Apenas un 24% de los periodistas censados manifiesta que desarrolla una sola actividad periodística. Entre quienes tienen solo un empleo, la situación alcanza al 32% de los casos. De modo que un 68% de los periodistas que tiene un solo empleo, realiza más de una actividad dentro de su lugar de trabajo».

En relación a las remuneraciones, recogemos lo referente a la prensa escrita y sus diferencias: «Dentro de la Prensa Diaria se observa el mayor nivel de heterogeneidad en cuanto a las remuneraciones. Los periodistas que trabajan en esta rama se distribuyen, casi en partes iguales, en cada uno de los grupos de ingreso. La mitad percibe ingresos entre los deciles 1 a 5 y el otro 50% entre los deciles 6 y 10. En el caso de los Semanarios y Revistas, se produce el mismo corte que en la Prensa Diaria (en mitades iguales por debajo y por encima del decil 6). Debe considerarse que en esta rama existe un grupo muy considerable de trabajadores que percibe ingresos ubicados en el primer decil (18.5%) y otro de similar importancia que recibe salarios ubicados en el decil 8 (15%).»

Las diferencias de ingresos observadas por este censo, también cortan por sexo, como se muestra en los siguientes cuadros. «La diferencia promedial de ingresos entre hombres y mujeres es de $ 2.300. Al comparar los promedios recortados para ambos sexos la diferencia se reduce a $ 1.700. Asimismo el desvío standard de ingresos resulta menor entre las mujeres que entre los hombres. En consecuencia, las remuneraciones de las mujeres son promedialmente menores que las de los hombres y, además, presentan –en términos comparativos– una mayor homogeneidad. Una situación similar se aprecia al comparar los promedios de remuneraciones entre los diferentes tramos etarios. El hecho de que las mujeres sean más jóvenes que los hombres dentro del periodismo podría explicar parcialmente la diferencia arriba señalada».

En la opinión de los y las periodistas consultados, los avisadores son los actores que influyen más. (Ver Anexo2).

Por último, rescatemos los datos que se aportan sobre la forma de trabajo de los y las periodistas en su empleo principal, según las definiciones ofrecidas por el formulario del Censo.