La agenda feminista en la Cooperación Sur/Sur

Durante los días 27 y 28 de noviembre, en Montevideo,organizaciones feministas latinoamericanas y caribeñas discutieron políticas y propuestas sobre la cooperación Sur/Sur en cuanto a los temas de la agenda regional y los derechos de las mujeres. En los VI Diálogos Consonantes, la necesidad de crear un fondo de la región para no depender de los tradicionales países donantes del hemisferio norte, estuvo muy presente. Mientras América Latina viene registrando crecimiento económico, esto no se ve reflejado como debería ni en mejores políticas sociales, ni en los apoyos a las organizaciones de la sociedad civil.

 

Uno de los puntos discutidos fue la poca participación de los gobiernos de la región para invertir en la cooperación Sur/Sur. «La cooperación Sur/Sur podría ser pensada como política pública», dijo Lucy Garrido, de Cotidiano Mujer y de la Articulación Feminista Marcosur, du

rante debate de la mesa «Estrategias posibles dentro de la Cooperación Sur/Sur para fortalecer la agenda y organizaciones feministas de la región».

A lo largo de estas jornadas, también se destacó la importancia de alcanzar consensos regionales e involucrar a la mayor parte de la ciudadanía y movimientos sociales en el debate sobre cooperación y género. Durante la mesa “Cooperación Sur-Sur y los derechos de las mujeres”, Karen Van Rompay, consultora de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional (AUCI), explicó que la cooperación Sur/Sur está basada en la horizontalidad de los países socios, debe estar orientada hacia la demanda de las regiones/países receptores y seguir el principio de equidad en cuanto a la distribución de beneficios.

Por su parte, Manuel de la Iglesia-Caruncho, coordinador general de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), reconoció que los países donantes no han cumplido y que hay que buscar nuevas fuentes de financiación. Además, señaló que para que exista una relación entre la ayuda al desarrollo y su impacto, hay que identificar qué es necesario financiar y cómo hacerlo.

Respecto a las distintas formas de encontrar financiación, Erika Guevara, de Global Fund For Women, reconoció que las donaciones privadas permiten tener mayor libertad política. A pesar de la crisis y de la reducción de donaciones, se comprometió a que “con dinero o sin dinero, el Fondo Global seguirá apoyando a los movimientos feministas”.

“La cuestión de género no es un asunto de minorías, es una cuestión democrática fundamental”, afirmó Lilián Celiberti, integrante de la coordinación de la Articulación Feminista Marcosur. Por ello, uno de los principales retos planteados durante los VI Diálogos Consonantes es situar la igualdad de género como uno punto básico de la agenda y controlar el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en los encuentros internacionales que han sido ratificados por los gobiernos. Además, el registro de buenas prácticas y el cambio del modelo de cooperación tradicional son tareas fundamentales para seguir avanzando hacia la igualdad y la democracia real.

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