Diferencias de género en la actuación parlamentaria de los/as legisladores/as: Uruguay 2000-2015

Claudia Marijanovich

¿Tener más mujeres en cargos electivos asegura una mejor representación de los intereses de las mismas? Las mujeres legisladoras ¿representan a las mujeres en su quehacer legislativo? ¿Se pueden identificar diferencias de género en la actuación parlamentaria de hombres y mujeres legisladores? Son algunas de las preguntas que realiza la politóloga Niki Johnson (2006; 2014; 2015) en sus investigaciones, que pretenden poner a prueba la hipótesis de que las mujeres hacen un aporte específico a la agenda y a los procesos legislativos. Tomando como referencia estos estudios, propongo hacer un repaso de las actuaciones y producción legislativa de los/as legisladores/as en el período de 2000 a 2015 y presentar algunas conclusiones.

En el período que va desde 2000 a 2015[1], si bien la participación de las mujeres en el Parlamento aumentó de forma lenta pero sostenida, aún nos encontramos ante una situación de subrepresentación de las mujeres en el ámbito legislativo[2].

¿Tener más mujeres en cargos electivos asegura una mejor representación de los intereses de las mismas? ¿Las mujeres legisladoras representan a las mujeres en su quehacer legislativo? ¿Se pueden identificar diferencias de género en la actuación parlamentaria de hombres y mujeres legisladores? Son algunas de las preguntas que realiza la politóloga Niki Johnson (2006; 2014; et al. 2015) en sus investigaciones, que pretende poner a prueba la hipótesis de que las mujeres hacen un aporte específico a la agenda y a los procesos legislativos. Esta línea de investigación se enfoca en analizar y comparar la actuación parlamentaria y producción legislativa de hombres y mujeres una vez que llegan a ocupar cargos en el Parlamento.

 

En América Latina, el vínculo entre las dimensiones descriptiva y sustantiva de la representación (Pitkin,1985) ha servido de punto de partida para diferentes estudios empíricos sobre la participación política de las mujeres. Varios se caracterizan por estudios de casos, básicamente, enfocados en la actuación parlamentaria de las mujeres; por ejemplo entre ellos, De Barbieri, 2003; Fernández Poncela, 2004; Marx et al., 2007, citados en Johnson (2014). Años después se presenta una mayor producción que parte de un enfoque comparativo; por ejemplo, Htun y Power, 2006 citado en Johnson (2014) comparan posiciones legislativas de hombres y mujeres en el congreso brasileño, y Johnson (2006) analiza las diferencias de género en el comportamiento legislativo de mujeres y hombres en Uruguay (Johnson, 2014:9).

 

Tomando como referencia a Johnson, propongo hacer un repaso de las actuaciones y producción legislativa de los/as legisladores/as en el período desde 2000 a 2015.

 

La Legislatura XLV que comprende los años 2000-2005 marca avances, primero, en lo que refiere al acceso e ingreso de mujeres al Parlamento: tres senadoras y trece diputadas. Segundo, la creación de la Bancada Femenina se conformó como una coordinación horizontal, transversal e interpartidaria integrada por legisladoras de todos los partidos (Johnson, 2006:191). Comenzaron a mostrar algunas características de lo que se conoce como una masa crítica: para que una minoría llegue a ser una “masa crítica” es necesario, además de la dimensión numérica, “un cambio cualitativo en las relaciones de poder” que llevan a “situaciones en las cuales el tamaño incrementado de la minoría hace posible que el grupo minoritario empiece a cambiar la estructura de poder, y por lo tanto, su propio estatus como minoría” (Dahlerup,1993 citado en Johnson, 2006:175). La Bancada Femenina logra formar coaliciones para promover e introducir en la agenda legislativa temáticas que hacen a la idiosincrasia de los planteamientos del movimiento feminista; temas como Sistema de Cuotas, Educación Sexual, Interrupción Voluntaria del Embarazo, Reproducción Asistida, Salud Reproductiva, Lactancia Materna, Violencia Doméstica, entre otros.

 

Si bien en esta legislatura hubo una firme tendencia a considerar los temas de género en el ámbito parlamentario, esto no se tradujo en acciones legislativas que aprobaron varios de los proyectos de ley. Entre los que no se aprobaron, se encuentran los proyectos de ley: “Salud Sexual y reproductiva”[3] y “Participación Política, Normas Relativas a la Igualdad de Ambos Sexos”[4].

Proyectos de ley con iniciativa de género aprobados en las siguientes legislaturas (XLVI y XLVII) fueron, además, insignias de la Bancada Femenina y el colectivo feminista. Entre de ellas: la Ley N° 18.426, de Defensa al Derecho a la Salud Sexual y Reproductiva de 2008; la Ley Nº 18.476[5], más conocida como ley de cuotas, de 3 de abril de 2009, medida temporal que rige únicamente para la elección nacional del 2014 y para las departamentales de 2015; la Ley N° 18.987, de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que luego de otros proyectos de ley truncados, en el año 2012 se sanciona.

Diferencias de género en la actuación parlamentaria

 ¿Se pueden identificar diferencias de género en la actuación parlamentaria de hombres y mujeres legisladores?  Johnson (2006:177; 2015) propone comparar la actuación de todas las legisladoras con una muestra intencional de varones, para controlar así la posible influencia de otras variables que puedan explicar las diferencias en la actuación de los/as legisladores/as[6].

Las diferencias de género entre la actuación de mujeres y hombres legisladores se miden en dos dimensiones. La primera se refiere al alcance de su actuación y la segunda tiene que ver con las temáticas en las cuales se centra su actuación parlamentaria. Johnson (2015) toma la tipología propuesta por Skard y Haavio-Mannila (1985), quienes en su estudio sobre la actividad legislativa de hombres y mujeres en los parlamentos escandinavos, clasificaron iniciativas legislativas en tres grandes grupos: las que tienen que ver con la reproducción[7]; las relacionadas con la producción[8]; y las relativas a lo que llaman la preservación del sistema[9]. (Skard y Haavio-Mannila 1985:73, citado en Johnson, 2015:50).

 

De acuerdo a la investigación de Johnson (2006:179-184), en lo que refiere a la  participación en comisiones parlamentarias si se compara la distribución en la participación de hombres y mujeres, desagregado por partido y sexo, según la temática de las comisiones,[10] se visualiza que en los tres partidos las comisiones de reproducción concentran casi el 50% de la participación de mujeres; en cuanto a las comisiones sistémicas, sin ser el caso de las legisladoras coloradas, el resto tiene baja participación; a excepción de los legisladores colorados (que participan de manera igual en ambas comisiones), el resto de los legisladores participan más en las comisiones de producción. Si controlamos la incidencia de la variable “reelección”,[11] se puede concluir que los legisladores (reelectos o primera vez) participan más en comisiones productivas que en las reproductivas o de sistema. El perfil temático de las mujeres que ocupan el cargo por primera vez visualiza una mayor participación en comisiones reproductivas. Las mujeres reelectas son las que más participan en comisiones de producción que en las de reproducción. 

¿Las mujeres legisladoras representan a las mujeres en su quehacer legislativo? En términos generales, se puede señalar que las legisladoras se centran en temas reproductivos mientras que los legisladores se enfocan mayoritariamente en temas productivos. Además, en general, el perfil temático de la actuación de los hombres parlamentarios reproduce más fuertemente la tradicional división sexual del trabajo que el de las mujeres (Johnson, 2006:187).

 

¿Las mujeres representan mujeres?

 De acuerdo a las investigaciones realizadas por Johnson (2006) y Johnson, Rocha y Pérez (2015), en el período 2000-2015 se puede mostrar que las legisladoras son más propensas que sus colegas varones a presentar proyectos de género. La importancia del rol de las legisladoras en la presentación de proyectos con perspectiva de género se visualiza más si se compara el peso que tienen estos proyectos en la producción legislativa de cada grupo firmante.

 

En la legislatura 2000-2005[12], las legisladoras fueron las promotoras de proyectos de ley con contenido de género en 22,7% (5) del total; participaron conjuntamente con sus pares varones en la presentación del 59,1% (13) de proyectos de ley con iniciativa de género (Johnson, 2006:187-188). En el período 2011-2013,[13] del total de iniciativas impulsadas por legisladoras (16), un 43,8% se referían a temas de género. Entre los proyectos firmados conjuntamente por mujeres y hombres (83) también es bajo el componente de iniciativas de género (menos de un 10%) (Johnson, 2015:59).

 

La Bancada Femenina resultó una estrategia efectiva para lograr avances legislativos en materia de género. Los proyectos de ley[14] presentados en la Legislatura 2000-2005 fueron firmados – la mayoría de ellos-  por legisladores y legisladoras de todos los partidos; esto da cuenta de la “[…] apertura de parte de los legisladores firmantes para considerar los temas de género como demandas legítimas que requieren acciones legislativas” (Johnson, 2004) (Johnson, 2006:192). Esta estrategia buscaba resaltar la existencia de un consenso interpartidario y se preocuparon de que sus colegas varones también firmaran los proyectos presentados con la intención de que no fuesen vistos como algo solo de mujeres. Además, la Bancada tuvo un impacto positivo en lo que refiere a la agenda legislativa y a la participación de las mujeres en el Parlamento[15]. El cambio de actitud de los varones hacia las mujeres y su accionar legislativo se puede señalar como otro efecto de la Bancada Femenina. Por último, la impresión de la efectividad de la actuación parlamentaria de las mujeres también quedó presente en el imaginario público, contraviniendo la creencia extendida de que las legisladoras representan sólo a las mujeres (Johnson, 2006:195).

 

Balances y posibles proyecciones

Johnson (2006; et al. 2015) señala que no es posible proyectar conclusiones generalizables con tan reducido número de legisladoras, pero sí se puede afirmar que en el caso de las legisladoras de la legislatura XLV, el sexo sí hace la diferencia en lo que refiere a su actuación parlamentaria. La mayoría se sienten representantes de las mujeres, lo que las llevó a presentar iniciativas para defender los derechos e intereses de las mujeres. La conformación de la Bancada Femenina en esta legislatura permitió introducir y promover en la agenda legislativa temas que hasta ese momento no se encontraban incluidos definitivamente en el ámbito legislativo. Su actuación parlamentaria, en todo el período, estuvo centrada en las áreas de salud, participación política y violencia; temáticas que promueven asuntos e intereses específicos de las mujeres, aunque conlleven al bienestar general en la sociedad.

En la siguiente legislatura XLVI, se aprobaron algunos proyectos de ley con iniciativa de género que en la legislatura anterior no corrieron con la misma suerte. Por último, en la legislatura XLVII se observa una mayor diversificación de la actuación de los legisladores varones con un aumento en la participación de temas vinculados con la reproducción, mientras se visualiza una menor diversificación en la actuación de las mujeres que siguen enfocándose en temas de reproducción (Johnson, Rocha y Pérez, 2015:62).

 

De acuerdo a Johnson (2006; et al. 2015), hay una mayor propensión de las legisladoras mujeres a promover iniciativas que buscan defender los derechos e intereses de las mujeres. Sin embargo, en Johnson (2006) se destaca una mayor presentación de iniciativas de género, y una mayor autoidentificación de las legisladoras como representantes de los intereses específico de las mujeres (2015:63). Esto puede asociarse a la conformación de la Bancada Femenina por un grupo de mujeres legisladoras de distintos partidos que compartían “el convencimiento de que era no sólo posible, sino imperioso que se intentara promover de manera articulada una agenda legislativa de género para lograr avances sustantivos y cualitativos en la situación de las mujeres uruguayas y en la democratización de las relaciones de género” (Johnson y Morine, 2011:137).

 

En el período, los avances en la agenda legislativa en lo que refiere a temas de género parecen mostrar que la presencia de mujeres hace una diferencia. La Bancada Femenina y sus estrategias logró dejar marcas en los contenidos de la agenda parlamentaria. Para la actual legislatura XLVIII (2015-2020), el mecanismo de la cuota generó un incremento en la participación política de la mujer en ambas cámaras. De 99 bancas en la Cámara de diputados, 22 (22,2%) son ocupadas por mujeres; mientras que en la Cámara de Senadores 9 mujeres (29%) ocupan lugares de un total de 31 bancas. Si bien en este período se registra un aumento significativo en la participación, aún se deben “seguir promoviendo espacios de participación y legitimación de las mujeres en política, en todos los espacios

sustantivos”, entre ellos el ámbito parlamentario[16].

Sería interesante analizar en un próximo estudio la legislatura XLVIII, poner a prueba la hipótesis de que las mujeres hacen un aporte específico a la agenda y a los procesos legislativos (Johnson, 2006), y cómo influye el incremento de la participación de las mujeres en ambas Cámaras en la actuación parlamentaria y en la producción legislativa.

 

Escuchá el programa de radio acá:Ni Más Ni Menos 2019 #14 Mujeres parlamentarias

 

Bibliografía

 De Barbieri, T. (2003). Género en el trabajo parlamentario. La legislatura mexicana a fines del siglo XX. Buenos Aires: CLACSO.

 Fernández Poncela, A. M. (2004). “Leyes, elecciones, cámaras y mujeres”. La Ventana, N° 19, 72-130.

 Htun, M. y Power, T. (2006). “Gender, parties, and support for equal rights in the Brazilian Congress”. Latin American Politics and Society 48, N°4, 83-104.

 Johnson, N. (2003). La cuestión de Género: avances legislativos, en Varios Autores, Entre la cooperación y la competencia. Informe de coyuntura N°4, Observatorio Político, 105-107. Montevideo: Ediciones Trilce.

 _______________ (2006). Actuación parlamentaria y diferencias de género. Revista de Ciencia Política de la Universidad de Chile, Volumen 46, 173-198.  Recuperado de: http://docplayer.es/1646302-Actuacion-parlamentaria-y-diferencias-de-genero-en-uruguay-1.html

________________ (2013). Mujeres en cifras. El acceso de las mujeres a espacios de poder en Uruguay. Montevideo: ICP-FCS-UDELAR – Cotidiano Mujer    Recuperado de: https://beta.cotidianomujer.org.uy/wp-content/uploads/attachments/pub_acceso13-3.pdf

 Johnson, N. y Moreni, A. (2011). 10 años de la Bancada Bicameral Femenina en el Parlamento del Uruguay. “De una pequeña minoría a una masa crítica”. Recuperado de : https://uruguay.unfpa.org/es/publications/10-a%C3%B1os-de-la-bancada-bicameral-femenina

 Johnson, N.; Pérez, V.; y Rocha, C. (2015). Carreras políticas y actuación parlamentaria en Uruguay. Un análisis desde la representación política y de género. Trabajo inédito (39-63).

 Johnson, N. y Taylor, M. (2014). Representación de las mujeres en los cuerpos legislativos de América Latina. Presentación.  Revista uruguaya de Ciencia Política, Volumen 23 (N°2), 7-13.

Recuperado de: http://cienciassociales.edu.uy/institutodecienciapolitica/wp-content/uploads/sites/4/2015/04/Tem%C3%A1tico_2014.pdf

 Marx, J., Borner, J. y Caminotti, M. (2007). Las legisladoras: Cupos de género y política en Argentina y Brasil. Buenos Aires: Siglo XXI Editora Iberoamericana.

 Moreira, C. (2001). ¿Democracia restringida en Uruguay? Límites culturales e institucionales a la participación de las mujeres en política (1985-2000). En  S. Mallo  y M.Serna (eds.) Seducción y desilusión: la política latinoamericana contemporánea (187- 208). Montevideo: Ediciones Banda Oriental.

 Pitkin, H (1985). El concepto de Representación. Madrid: Centro de Estudios Constitucionales.

 Otros recursos

Informe “Participación de la mujer en la cámara de Representantes, un lento camino a la paridad”. (Setiembre, 2019). Recuperado de: https://parlamento.gub.uy/noticiasyeventos/noticias/node/92161



[1] Legislatura XLV (2000-2005); Legislatura XLVI (2005-2010); y Legislatura XLVII (2010-2015).

[2] La primera Legislatura registró un aumento significativo de la participación de las mujeres en la Cámara de Diputados de 7 a 13 mujeres de un total de 99 bancas y un leve aumento en Cámara de Senadores, 3 senadoras en un total de 30 bancas (Moreira, 2001:190-191). En la legislatura XLVI la Cámara de Senadores mantuvo la cantidad de senadoras que la legislatura anterior (3)  mientras que en la Cámara de Diputados aumentó en 3 la cantidad de legisladoras (16). En la Legislatura XLVII las senadoras aumentan a 4 y en la Cámara de Diputados se mantiene la misma cantidad en 16. Recuperado de: https://beta.cotidianomujer.org.uy/wp-content/uploads/attachments/pub_acceso13-3.pdf

[3] “Salud Sexual y Reproductiva”. Origen: Cámara de Senadores. Firmantes del Proyecto: Couriel, Alberto; Dalmás, Susana; Korzeniak, José; Lorier, Eduardo; Michelini, Rafael; Nicolini, Leonardo; Percovich, Margarita; Ríos Márquez, Eduardo; Rubio, Enrique; Saravia, Jorge; Vaillant, Víctor; Xavier, Mónica.

[4]“Participación Política, Normas Relativas a la Igualdad de Ambos Sexos” . Origen: Cámara de Senadores. Firmantes del Proyecto: Baráibar, Carlos; Couriel, Alberto; Dalmás, Susana; Korzeniak, José; Lorier, Eduardo; Michelini, Rafael; Nin Novoa, Rodolfo; Ríos Márquez, Eduardo; Rubio, Enrique; Saravia, Jorge; Vaillant, Víctor; Xavier, Mónica.

[5] En octubre de 2017 se aprueba sin límite de tiempo. La ley regula la participación política femenina en todos los cargos electivos.

[6] Las actividades parlamentarias que se tomaron para hacer el análisis fueron: primero, la participación como miembros y delegados/as en comisiones (permanentes, especiales e investigadoras); y segundo, la presentación de exposiciones escritas (EE) y verbales (EV), pedidos de informes (PI) y proyectos de ley (PL). Se eligieron estos dos grupos de indicadores por reflejar los dos principales entornos de actuación parlamentaria.

[7] Para los propósitos del análisis, entonces, entran en la categoría reproducción las temáticas de la agenda parlamentaria relacionadas con las políticas sociales, la familia, salud, educación, vivienda, medio ambiente, educación, cultura y las políticas hacia los consumidores. (Johnson,2006: 178)

[8] La categoría producción abarca temáticas laborales, fiscales y económicas, y temas vinculados a la industria y la energía, la producción primaria, las obras, las comunicaciones y el transporte y las políticas de desarrollo regional (Johnson,2006: 178).

[9] Incluye temáticas relacionadas con el mantenimiento y la reforma de los sistemas burocrático y político, la política exterior y la defensa nacional, el derecho penal, y el apoyo a los grupos de interés y las minorías. (Johnson,2006:178).

[10] Ver Johnson, 2006: Cuadro 2 Participación en comisiones por sexo (180); Cuadro 3 Participación en comisiones por sexo y partido (181); Cuadro 4 Participación en comisiones por partido y sexo, según temática (p.182).

[11] Ver Johnson, 2006: Cuadro 6 Participación en comisiones por reelección y sexo, según temática (p.184).

[12] Ver Johnson, 2006 cuadro 10 “Presentación de iniciativas de género, por sexo” (p.188)  y Cuadro 11 “Iniciativas de género presentadas por legisladoras titulares” (p.189).

[13] Ver en Johnson, Rocha y Pérez (2015), Gráfico 4.1. “Proyectos y leyes de género por sexo de los firmantes (2011-2013)” (p.59); Tabla 4.10. “Proyectos o leyes de género según sexo de firmantes” (p.60); y Gráfico 4.2. “Proyectos y leyes de género por partido de los firmantes (2011- 2013)” (p.60).

[14]Sistema de Cuotas, Salud Sexual y Reproductiva, Reproducción Humana Asistida, Lactancia Materna, Violencia Doméstica, entre otros.

[15] Iniciativas legislativas impulsadas o promovidas por la Bancada Bicameral Femenina que se aprobaron en leyes: Ley 17.242 Día de licencia para trabajadoras para realizar exámenes de prevención de cánceres genito-mamarios; Ley 17.386: Acompañamiento a la mujer en el parto; Ley 17.514: Violencia doméstica; Ley 17.815: Pornografía y prostitución infantil; Ley 17.823: Código de la Niñez y Adolescencia; Ley 17.938: Derogación del artículo 16 del Código Penal que extinguió el delito de violación por matrimonio del agresor a la víctima; Ley 18.426: Salud sexual y reproductiva; Ley 18.476: Ley de participación política equitativa para ambos sexos; Ley 18.487: Ley interpretativa de la ley de participación política (Johnson y Moreni, 2011:69-70). Recuperado de: https://uruguay.unfpa.org/es/publications/10-a%C3%B1os-de-la-bancada-bicameral-femenina

 [16] Presentación del informe “Participación de la mujer en la Cámara de Representantes, un lento camino a la paridad”.Recuperado de: https://parlamento.gub.uy/noticiasyeventos/noticias/node/92161

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