Crisis en Argentina. ¿Pan para hoy, hambre para mañana?

Juan Manuel Varela

Luego del <giro a la izquierda> de América Latina durante los primeros quince años del siglo XXI, las llamadas nuevas derechas han ido ganando terreno hasta llegar al poder en países como Argentina y Brasil. A finales de 2015 Mauricio Macri asume la presidencia de Argentina, ganando las elecciones con la coalición Cambiemos, que agrupaba entro otros a Propuesta Republicana y al histórico rival político del peronismo la Unión Cívica Radical.

Una de las características de las nuevas derechas1 es que incorporan como nuevo elemento en su discurso la inclusión, ya que en la puja por el poder, no pueden dejar de lado las conquistas populares alcanzadas por los anteriores gobiernos progresistas, aunque en el plano económico actualizan lo que se llamo en su momento el Consenso de Washington.

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En Argentina, los primeros años del gobierno de Cambiemos, se opto por un “gradualismo” para desregular la economía, tomando medidas como la eliminación de los controles cambiarios establecidos por el kirchnerismo, y la baja de los impuestos y retenciones al sector agropecuario, lo que combinado con la devaluación del peso, favoreció ampliamente la rentabilidad del campo. Por otro lado, hizo recortes en los subsidios de las tarifas de los servicios públicos y reformo el sistema previsional provocando un descenso en los ingreso de los jubilados. Asimismo, el gobierno que supuestamente iba a tener un mayor control de la economía que su antecesor, no pudo contener el precio del dólar, ni la fuga de divisas y tuvo que recurrir a un préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI), en junio de este año para poder contar con reservas en esta moneda. La financiación de este organismo viene acompañado de un plan de metas que el gobierno deberá seguir, y para ello va recortar el gasto en unos 7.000 millones de dólares.

Dentro de las flácidas pretensiones igualitarias, características de la nueva derecha, el macrismo se presenta como promotor de la equidad de género. Además de abrir el debate para la legalización del aborto, ha presentado en el parlamento un proyecto de Igualdad Salarial (el texto propone la igualdad salarial, la extensión de licencias especiales y la creación de un código de conducta en los sindicatos), y en su memorándum entregado al FMI para la obtención del crédito, incluye un apartado dedicado a apoyar la equidad de género, propone reformar el sistema tributario actual reduciendo desincentivos para que más mujeres participen del mercado laboral. A su vez se compromete a seguir luchando contra la violencia de género y a continuar construyendo infraestructura para el cuidado de niños y educación de primera infancia. No obstante las reformas que el gobierno de Macri debe aplicar para acceder al financiamiento externo no solo impiden resolver las desigualdades que afectan a las mujeres sino que las profundiza. En primer lugar porque el recorte del gasto público va directamente a sectores que están altamente feminizados, como los sectores de la educación y la salud. Además, porque cuando el Estado deja de brindar servicios de cuidado son las mujeres las que se hacen cargo de estos en los hogares, por el rol asignado socialmente. “El problema es que desde la perspectiva que reproduce el acuerdo con el FMI quien ofrece la solución para la desigualdad es el mercado…..Como hay trabajo no remunerado en los hogares, la lógica del mercado no va a resolver las desigualdades.”2 Respecto a las incrementar la participación de mujeres en el mercado de trabajo, esto no implica reducir las desigualdades ya instaladas, y menos en un momento de crisis económica. Al tener las mujeres a cargo las tareas de cuidados que nos se distribuyen equitativamente en los hogares, y al no haber una respuesta estatal, los trabajos a los que muchas mujeres van a acceder, van a ser de menor calidad que los varones (carga horaria, jerarquía, responsabilidades, salario).

Lo que necesita el gobierno de Macri actualmente es por un lado confianza desde el exterior, lo que no resulta difícil de conseguir alineándose a las economías centrales y atendiendo las demandas de los organismos internacionales, y por el otro, lograr mantener el orden mediante el consenso en la sociedad argentina, para ello hace hincapié en los planes sociales, herencia de los anteriores gobiernos. Si algo destacó a los gobiernos de izquierda anteriores de esta nueva derecha, es la capacidad de articular el ascenso de los sectores sumergidos y desatendidos, y evitar conflictos con el poder económico financiero.3

A través de la construcción de una democracia dialoguista, embanderándose con la equidad y la inclusión, la nueva derecha argentina, lejos de ser la solución y el cambio a los anteriores “populismos”, enfrenta la actual crisis volviendo a viejas recetas liberales que llevan a reducir el gasto público impactando directamente en los sectores menos privilegiados. Sin embargo, logra disimular este impacto manteniendo planes sociales de gobiernos anteriores y promoviendo nuevas pero blandas y superficiales políticas de igualdad lo que evita que estalle una crisis social4. El país sigue manteniendo rasgos estructurales de su economía como la dependencia extranjera y la desigualdad distributiva, dejando sin resolver los problemas de raíz, acentuando las desigualdades.

 

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Notas al pie

1A diferencia de la derecha en la década de los 80 y 90 que abogaban por una<democracia instrumental> , “como la vía más segura para la satisfacción de los intereses materiales de unas burguesías otrora representadas en Estados autoritarios”. (Giordano, V., 2014)

2 Lucia Cirmi Obon. 2018

3 Constanza Moreira 2018

4 Otro rasgo característico de la derecha es su defensa de la seguridad publica. En este caso el gobierno de Macri planea una reforma en el código penal, y anticipándose a posibles desavenencias futuras , pretende penar con delitos de prisión a aquellos que entorpezcan el libre tránsito en la via publica, y a aquellos que atenten de forma violenta contra otros en movilizaciones, siendo una agravante la agresión a un funcionario del Estado. A su vez en medio de los recortes ha aumentado presupuesto destinado al aparato represivo.

Bibliografía

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