Este artículo fue publicado en el Cuaderno Nº10 de Cotidiano Mujer, en 2014. Puede encontrar todas las revistas aquí y los posteriores cuadernos aquí.
Niki Johnson
A partir de fines de 2012 se empezó a manejar en circuitos de frentistas independientes, viejos militantes, jóvenes deseosos de un recambio generacional, mujeres defensoras de sus derechos, y referentes sociales y culturales1 la posibilidad de que en las elecciones internas del Frente Amplio (FA) se presentara otra candidatura que representara otras voces, otras sensibilidades, otras preferencias del electorado actual y potencial del Frente Amplio, […] esas ganas de tener otra cosa además de Tabaré [Vázquez]2. Una candidatura diferente: una candidatura independiente y con cara de mujer.
El nombre que se barajaba con creciente fuerza desde las bases frentistas, en las redes sociales y en algunas estructuras partidarias fue el de Constanza Moreira, postulada a la presidencia del FA en 2007 por José Mujica y senadora desde 2010. Aunque fue electa al Senado en la lista del Espacio 609, en su actuación legislativa tuvo varios puntos de discrepancia con la posición oficialista a lo largo de los años siguientes. Este perfil independiente fue uno de los atractivos de su potencial candidatura para las y los militantes frenteamplistas no sectorizados que sentían que las decisiones políticas de la coalición las tomaban siempre los grandes sectores, donde no había espacio para el recambio generacional ni para la paridad de género; ni para algunos sectores frentistas ubicados más a la izquierda del espectro ideológico.
Luego que la posible candidatura de Moreira tomara estado público en julio 2013, cuando en la Coordinadora B del FA se organizó una mesa redonda sobre candidaturas múltiples para las internas3 en setiembre 2013, Moreira anunció que aceptaba la propuesta formalizada por el Partido por la Victoria del Pueblo de proponer su nombre como precandidata al Congreso del FA en noviembre.
Así, Moreira se convirtió en la primera precandidata presidencial mujer del FA y la segunda de la historia política uruguaya4. Apenas 10 meses más tarde, el 1o de junio de 2014, Moreira ganó 53.915 votos, lo que representaba un 18% del total del voto frenteamplista en las elecciones internas. Alcanzó de esta manera el mismo porcentaje de votación que había recibido Danilo Astori al competir por la candidatura presidencial del FA también contra Vázquez en junio de 19995. Sin embargo, a diferencia de Astori, Moreira era una cara nueva en el FA, con solo tres años y medio ocupando un cargo público relativamente visible, y carecía del apoyo de algún sector de peso del FA. Se sabía desde el inicio que no tenía chance de ganarle la candidatura presidencial a Vázquez, pero lo que no se sabía era hasta qué punto sería posible consolidar detrás de su precandidatura un espacio “alternativo” dentro del FA.
Los resultados de las internas muestran el éxito de una candidatura construida a pesar de…. Primero, a pesar de la absoluta falta de apoyo mencionada. Es más, ni bien Moreira anunció su precandidatura, los líderes de los principales sectores frentistas se apuraron primero a declarar públicamente su apoyo a la candidatura de Vázquez y luego a discutir públicamente quién podría ser su eventual compañero/a de fórmula, sin que se barajara nunca el nombre de Moreira en esas especulaciones, salvo cuando los medios de comunicación lo levantaron. El mensaje era claro: la candidatura de Moreira era irrelevante para el futuro electoral del FA.
Pero Moreira no solo tuvo que lidiar con la deliberada invisibilización de su candidatura, sino que logró generar un apoyo electoral significativo a pesar de los intentos de diferentes dirigentes de primera línea de criticarla y descalificarla. El primero en defender la candidatura única de Vázquez Eleuterio Fernández Huidobro, quien opinó que no era una opción seria6. Otro integrante del gobierno, el Ministro del Interior, Eduardo Bonomi, afirmó que a Moreira le faltan condiciones para la gestión porque apenas superó, si es que la superó, la condición de politóloga para hacer política7. Hasta el propio Presidente Mujica entró a la rueda para descalificar a Moreira en febrero 2014, cuando expresó a La República su apoyo a la precandidatura de Vázquez: No tengo empacho en decir que espero que mi compañero Tabaré Vázquez sea el futuro presidente y quiero recordar que para ello no hay cursos en ninguna facultad. La acumulación de experiencias, el haber estado cinco años al frente del país […] le permitirán a Tabaré hacer una presidencia notable para el destino del Uruguay. […] No convienen los experimentos para la suerte de una sociedad8.
Lo que más sorprende de los dichos de Mujica no es el hecho de que haya expresado una preferencia, cuando se supone que –al igual que todas las personas que ocupan cargos de gobierno– debería guardar silencio y no intervenir en la campaña electoral. Lo que más llama la atención es el giro de 180 grados que dio respecto a la evaluación que hacía de las cualidades de Moreira cuando en diciembre 2007 la propuso –sin consulta previa– para la presidencia del FA. Al defender su candidatura en el Congreso del FA de diciembre 2007 Mujica la había alabado como una compañera brillante que es mujer y relativamente joven, pero parece que no anduvo por los talleres, tiene la desgracia de ser universitaria, como si no hubiéramos tenido en el FA brillantes universitarios, agregando que no es de arrear con el poncho, tiene personalidad y es francamente independiente9.
Además de las desventajas que padecía Moreira en cuanto a recursos simbólicos –la falta de apoyo de sectores y figuras frenteambplistas de peso en el aparato– su campaña se construyó, también, a pesar de su relativa pobreza respecto a los recursos económicos con los cuales contaba para financiarla. Está claro que los menos de 65 mil dólares que sumaron sus ingresos10 son bastante menores que los apoyos con los cuales contó su rival en la interna y significativamente menores que los recursos millonarios gastados por los principales precandidatos en los otros partidos de la oposición11.
El miedo a la fuerza renovadora que representaba la candidatura desafiante de Moreira también fue reflejado en la rapidez con la cual se difirió a Raúl Sendic como compañero de fórmula de Tabaré Vázquez, siendo los dos principales argumentos esgrimidos la votación que había recibido su lista 711 y su condición de renovador. La 711 fue la lista más votada del FA en todo el país, con 64.514 votos (un 21,4% de la votación frenteamplista)
No obstante, si se compara el desemapoyaban a Moreira se relativiza un poco la etiqueta de “gran ganador de las internas” que le fue adjudicado a Sendic por varios medios de prensa. Las listas que apoyaban a Constanza sumaron un total de 53.915 votos, o un 17,9% del sufragio frenteamplista, constituyéndose así como el segundo bloque dentro del FA; además, en Montevideo fue el bloque más votado, alcanzando unos 33.903 votos (un 24% de la votación total del FA en la capital), 1.328 votos más que los 32.575 ganados por Sendic.
Es además notable la votación recibida por algunos de los sectores de menor trayectoria o de menor alcance territorial que respaldan a Moreira. Así, la lista 329 del grupo Ir, fundado en 2010, fue la segunda más votada, alcanzando 11.702 votos, aunque solo se presentó en tres departamentos (Montevideo, Maldonado y Canelones). En cambio, Alternativa Frenteamplista (lista 512) tuvo presencia en todos los departamentos y ganó 11.151 votos, logro construido en apenas nueve meses, al haberse creado formalmente junto con la precandidatura de Moreira.
La votación que Moreira recibió en las elecciones internas se puede interpretar como señal de una clara vocación de recambio entre las filas frenteamplistas. En términos de una profundización de la agenda de izquierda –dentro del marco del programa de gobierno aprobado por el Congreso del FA– está centrada especialmente en aumentar el presupuesto en educación, ampliar la nueva agenda de derechos, hacer realidad un Sistema Nacional de Cuidados, superar el paradigma represivo en seguridad, profundizar el compromiso por la verdad y justicia, promover reformas institucionales de las Fuerzas Armadas y del sistema judicial, apostar a la paridad en la representación política de mujeres, fortalecer la integración regional, y generar un nuevo modelo de desarrollo sustentable.
En cuanto al recambio generacional, tres de los sectores relativamente nuevos que apoyaron a Moreira -Ir, MIA y Magnolia- son conocidos por su integración mayoritaria de jóvenes. Y aun la lista de Alternativa Frenteamplista, sector integrado en su mayoría por figuras de mucha trayectoria y de años dentro del FA, como Margarita Percovich y Alberto Couriel, fue encabezada por una mujer de 32 años, Mariana Felártigas.
Estas múltiples dimensiones renovadoras que caracterizaron la precandidatura de Moreira contrastan con la renovación univocal que representa sector: la generacional12. En cuanto a la nueva agenda de derechos, en diversas ocasiones Sendic se ha alineado públicamente con posturas conservadoras, por ejemplo, manifestándose contrario a la despenalización del aborto y la legalización de la marihuana13, y rechazando la cuota como “una aberración”, una opinión con la inclusión de una sola mujer en el último lugar de cada terna.
Sin duda, es un hito político en la historia de la izquierda uruguaya el hecho que en las elecciones internas Moreira lograra posicionarse como la segunda fuerza del FA a nivel nacional y la primera en la capital del país. Pero el no reconocimiento de este logro de parte del resto del FA sectorizado y sus principales dirigentes dimensiona el desafío que enfrenta, si es que logra establecerse en las elecciones nacionales de octubre como sector consolidado en la interna frenteamplista y con una presencia parlamentaria significativa. En primer lugar, un gran desafío hacia afuera consiste en convencer a aquellos/as votantes frentistas cuyo apoyo a Moreira en las internas iba de la mano de su rechazo a la figura de Vázquez que valdrá más en octubre un voto a favor de aquélla que un voto en blanco en contra de éste.
El segundo desafío hacia la interna de este nuevo espacio “alternativo” dentro del FA será trabajar para plasmar en la práctica la “nueva forma de hacer política” tan presente en el discurso de los grupos que lo integran y así evitar reproducir la lógica atomizada que caracteriza la interna del FA. Visto desde afuera este desafío parece difícil de abordar, especialmente considerando que en el “Encuentro Grande” celebrado por los sectores que apoyan a Moreira al mes de las internas, aparentemente se haya descartado lo que podría haber constituido la mayor señal de unidad y consolidación de este nuevo espacio rentista: la definición de una lista única al Senado.
10 | Es la única que hasta ahora ha publicado las cuentas detalladas de ingresos y gastos de la campaña. Datos en http://constanzapresidenta.com.uy/noticias/costo-total-campanaconstanza-las-elecciones-internas.