Bancada Bicameral Femenina, la otra forma de hacer política

La Bancada Bicameral Femenina surge en el año 2000 por iniciativa de tres diputadas pertenecientes a los tres principales partidos políticos (Glenda Rondán, Partido Colorado; Beatriz Argimón, Partido Nacional; y Margarita Percovich, Frente Amplio) quienes ya habían sido parte de la Red de Mujeres Políticas, principal antecedente de organización multipartidaria de mujeres políticas.

 

Estas parlamentarias decidieron unirse para impulsar y trabajar conjuntamente en la promoción de una agenda legislativa con enfoque de género, en defensa de los derechos de las mujeres a través de una organización que se caracterizó por ser interpartidaria, horizontal y transversal.

 

Una de las primeras acciones que llevaron a cabo y de gran importancia, fue la creación de la Comisión Especial de Género y Equidad en la Cámara Baja, la cual se transformó en el ámbito institucional desde el cual la Bancada podía expresarse en los procesos legislativos, mientras que la Bancada en sí cumplía otras funciones por fuera del Parlamento. De esta forma lograron abarcar y cumplir una variedad de funciones, desde las puramente legislativas (legislar, representar y fiscalizar) hasta otras más vinculadas directamente con la sociedad civil, como la articulación con organizaciones sociales, la comunicación a los medios de prensa etc. Generando una nueva forma de cumplir con las funciones legislativas, siempre desde el compromiso con la defensa de los derechos de las mujeres, por lo cual se puede hablar de una nueva forma de hacer política, trascendiendo fronteras partidarias e ideológicas, a lo cual se suma su organización horizontal y por lo tanto su apuesta al trabajo colectivo en fin de objetivos compartidos.

 

Otra novedad que aporta la Bancada es su anual y voluntaria Rendición de Cuentas ante el Parlamento y la ciudadanía, apostando a la transparencia de su trabajo, y en la línea de sus estrategias de funcionamiento las cuales se vinculan a la solidaridad política en lugar de la confrontación, el trabajo conjunto como herramienta fundamental para el  cumplimiento de los objetivos, el respeto de las diferentes opiniones, posiciones partidarias o particulares y la valoración del debate como elemento esencial.

 

En el año 2005 la bancada pasó a ser Bicameral al incluirse la participación de las senadoras en ella, además, al iniciarse ese año un nuevo gobierno con una nueva distribución de bancas entre los partidos políticos resultaron inevitables algunas consecuencias que se entiende pudieron modificar en algún sentido las características iniciales de la Bancada, como la pérdida o disminución de su multipartidismo debido a que en el caso del Partido Colorado al reducir su número de bancas ninguna fue ocupada por mujeres, y al aumentar, por otro lado, sus bancas el Frente Amplio la Bancada quedo principalmente compuesta por parlamentarias frenteamplistas.

 

De todas formas la Bancada siguió trabajando activamente y no ha dejado de hacerlo, teniendo algunas temáticas como principales banderas (violencia, salud, participación política), trabajando interinistucionalmente con otros organismos, logrando el reconocimiento de figuras femeninas de nuestra historia nacional, apoyando e impulsando diferentes proyectos de ley, muchos de los cuales hoy son leyes que consagran derechos legítimos de las mujeres (Ley de Salud Sexual y Reproductiva, Ley de Participación Equitativa entre los Sexos, etc.), que han logrado ser adquiridos en muchos casos finalmente luego de largas y arduas luchas.

 

La Bancada Bicameral Femenina representa así una forma novedosa de hacer política, lejos de la tradicional confrontación partidaria, poniendo por delante una característica que las une más allá de las diferencias político partidarias: el ser mujeres. Y más aún, el ser mujeres parlamentarias dentro de una institución creada por y para los hombres.

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