El pasado 10 de diciembre, la responsable de asuntos de la mujer de la provincia de Laghman (este de Afganistán), Nadia Sediqqi, fue asesinada de un tiro en la cabeza cinco meses después de que su antecesora muriera en un atentado con bomba.
El episodio demuestra hasta donde puede llegar la violencia machista, desde las agresiones adentro de los hogares hasta asesinatos de activistas y autoridades que trabajan para garantizar los derechos humanos. A pesar de que los talibanes ya no están en el poder en Afganistán, la represión y las agresiones contra mujeres y niñas continúan y reina la impunidad.
Más información sobre el asesinato de Nadia Sediqqi en la prensa:
Asesinan a una defensora de los derechos de la mujer en Afganistán
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