El 5 de septiembre de 2013 entró en vigor el Convenio 189 (2011) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos. A partir del documento se establecen normas laborales mínimas para este sector y se exige a los Estados tomar medidas para asegurar que el trabajo doméstico sea trabajo decente. Ocho países en el mundo han ratificado este instrumento, entre ellos, cuatro latinoamericanos: Bolivia, Nicaragua, Paraguay y Uruguay.
El Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la CEPAL nos recuerda que el trabajo doméstico remunerado es una de las ocupaciones más importantes para millones de personas en todo el mundo, en su mayoría mujeres.
Fuente: Cepal y OIT
