El domingo 17 de marzo de 2013 se llevó a cabo el encuentro “Entre el Río: Construyendo puentes para defender nuestros derechos” en el que mujeres que se desempeñan como trabajadoras domésticas originarias de diversos países del Continente, migrantes en Montevideo y en Buenos Aires, estuvieron presentes en una jornada única que permitió un espacio de reflexión, discusión y elaboración colectiva de iniciativas en materia de migración, género y trabajo.
Entre los principales ejes tratados a lo largo del encuentro estuvieron presentes las dificultades y tensiones que se hacen visibles en el cruce de género y migración; las discusiones en torno al ejercicio de los derechos fundamentales y el reconocimiento y pertenencia del país de destino; los desafíos que plantea para las mujeres migrantes en el contexto regional el sostén de sus vínculos familiares y su rol como protagonistas de la cadena globales de cuidados.
Ante dichas reflexiones y en virtud del reconocimiento de los obstáculos, se elaboraron una serie de propuestas con la intención de plantear iniciativas concretas en los espacios regionales de toma de decisiones a fin de generar acciones de incidencia no sólo en estos espacios sino que a su vez puedan repercutir en cambios específicos en las esferas locales.
En el cierre del Encuentro, contamos con la presencia de Alba Goicochea, Representante en Uruguay de la OIM, Juan Andrés Roballo, Inspector General del Trabajo, Aída García Naranjo, Embajadora de Perú, Natalia Peña, Funcionaria del BPS y Grégorie Cheynet, Director de Punto de Encuentro del MEC. El intercambio generado entre los representantes de diferentes sectores y las mujeres migrantes que participaron en el Encuentro sin duda fue muy valioso, entre otras razones, porque pudieron acortarse las brechas institucionales, acercase a distintas realidades y conocer en voz de las propias mujeres sus dificultades y propuestas concretas.
También, contamos con el apoyo de CUTSA que nos brindó un ómnibus para transportar a las asistentes al lugar del encuentro y garantizar la presencia de todas las participantes.
Sin duda falta un largo camino que recorrer y mucho que aprender; pero este encuentro constituye un punto de partida para la construcción de un movimiento regional en materia de reivindicación de los derechos de las trabajadoras domésticas migrantes.
