“Los movimientos sociales y populares, los sindicatos, los pueblos, las organizaciones de la sociedad civil y los ambientalistas de todo el mundo que estuvieron presentes en la Cumbre de los Pueblos Rio+20 por Justicia Social y Ambiental, vivenciaron en los campamentos y en las mivilizaciones masivas, en los debates la construcción de las convergencias y las alternativas, conscientes de que somos sujetos de otra relación entre humanos y humanas y entre la humanidad y la naturaleza, asumiendo el desafío urgente de frenar una nueva fase de recomposición del capitalismo y de contruir a travñes de nuestras luchas, nuevos paradigmas de la sociedad”, así comienza el documento final de la Cumbre de los Pueblos, que se sintetizan los principales ejes discutidos durante los plenarios y asambleas, así como las intensas movilizaciones ocurridas desde el 15 al 22 de junio en Río de Janeiro.
La declaración expresa que las organizaciones presentes en el encuentro defienden el feminismo como “instrumento de construcción de igualdad, la autonomía de las mujeres sobre sus cuerpos, sexualidad y derecho a una vida libre de violencia”. En el mismo sentido, el texto reafirma la urgencia de la distribución de la riqueza y de la renta, del combate al etnocidio, de la garantía al derecho de la tierra y el territorio, del derecho a la ciudad, al medio ambiente y al agua, la educación, la cultura, la libertad de expresión y democratización de los medios de comunicación.
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