ores cuadernos aquí.
La campaña contra los fundamentalismos en el aula
Quienes estamos al frente del aula en la Universidad, sabemos que preparar el programa de la materia es una tarea esencial, porque un buen programa es una de las claves para el éxito del curso. Un curso es exitoso, creo, cuando desafía a todo/as, alumno/as y docentes, a preguntar, cuestionar y pensar críticamente algún tema, disfrutando nuestra capacidad para pensar y conocer. Y sobre esto último quiero insistir: “disfrutar”, porque solemos olvidarnos que nadie aprende nada sin placer -como Paulo Freire bien sabía. Pero sucede que no siempre es fácil encontrar material y bibliografía que nos permita organizar un curso en base a estos criterios: educarnos en el pensar críticamente y en el placer de aprender. En realidad, y pensándolo mejor, tal vez no sea fácil, porque no sabemos buscar, o nos auto-limitamos los lugares donde buscar. A mí, esto me lo mostró la campaña contra los fundamentalismos.
Cuando en la marcha inaugural del III Foro Social Mundial en Porto Alegre, junto a compañeras feministas latinoamericanas repartí masivamente las bocas de cartón rojas y azules de la campaña contra los fundamen-talismos, sospeché que tenía entre las manos un material pedagógico muy estimulante. A la vuelta de Porto Alegre, en la New School for Social Research en Nueva York, cuando, como parte del entrenamiento de mi Doctorado en Sociología, di cursos sobre Globalización, América Latina y Género supe que mi intuición era acertada. Junto con las bocas de cartón, el CD, el libro, los afiches y los otros materiales de la Campaña contra los Fundamentalismos que las compañeras de Cotidiano Mujer en Uruguay diseñaron y que tantas redes de organizaciones feministas en el mundo entero apoyaron, fueron para mí y para mis alumnos/as un recurso que nos ayudó a pensar en otras globalizaciones, como insiste Boaventura de Sousa Santos.
Los cursos que di y que voy a dar otra vez este año : “La globalización y su malestar en América Latina” y“Globalización y Género”, tratan de abordar y desentrañar distintos procesos sociales, económicos, políticos y culturales que básicamente pueden dividirse entre las “globalizaciones desde arriba” y las “globa-lizaciones desde abajo”. Las primeras refieren a temas como el Consenso de Washington, las políticas públicas y la filosofía del neoliberalismo; la liberalización del capital financiero; las nuevas tecnologías de información; la división internacional y sexual del trabajo, etc. Las globalizaciones desde abajo, por otro lado, nos llevan a mirar luchas y movimientos sociales, y organizaciones de la sociedad civil, que en los últimos años también adquirieron una escala nueva que los ha transformado cualita-tivamente.
El proceso (proceso, porque es mucho más que un evento) del Foro Social Mundial es una parte importante de mis cursos y le dedico al menos dos clases. Y como parte del proceso del Foro, reflexionamos sobre la Campaña como una nueva forma de hacer política y sobre los fundamentalismos. Por eso, además de leer artículos de revistas académicas sobre el Foro1, mis alumnas/os en la New School vieron el CD y otros materiales de la Campaña, como las bocas, afiches, etc. La experiencia me recordó con muchísima fuerza, como decía al principio, la importancia de poder disfrutar a la hora de aprender y sensibilizarse. Estas/os jóvenes, en su mayoría estadounidenses, se ponían y sacaban las bocas de cartón, miraban los materiales y admiraban el CD con una curiosidad que yo no preveía para quienes han crecido con los hiper estímulos audiovisuales de la industria cultural norteamericana. ¡“Pero estas mujeres son artistas increíbles!”; ¡“La izquierda necesita tanto más de esta estética!”, fueron comentarios que escuché. No puedo reconstruir acá toda la discusión sobre el proceso del Foro, la campaña y los fundamentalismos. Y como dije al principio, creo de verdad que el éxito de un curso tiene más que ver con las preguntas que abre que con las respuestas que garantiza. Sólo quiero resaltar dos ideas que, inspirados en y a partir del material de la campaña, tratamos de elaborar en el aula con mis alumnas/os y nos llevaron a hacernos más preguntas. La primera, discutimos los fundamentalismos como mecanismos culturales, políticos y sociales de opresión y de explotación. La segunda, analizamos e insistimos en el plural de los fundamentalismos: la religión es sólo un ámbito que puede engendrar fundamentalismos. Pero hay muchos más: los modos de organizar la producción y distribución de riquezas y probrezas; las formas de vivir y decidir colectivamente; las maneras de expresar la sexualidad, etc., son también espacios de donde tenemos que erradicar fundamen-talismos. Huelga decir que poder elaborar este tipo de ideas en el aula -especialmente en la Roma del Imperio, y cuando el César dibuja el “eje del mal” según su antojadizo criterio- no es poca cosa. Es, más bien, una tarea esencial.
* New School for Social Research, Nueva York
1 Como varios de New Left Review 14 y 17; o el de José Seoane y Taddei, Emilio “De Seattle a Porto Alegre. Pasado, presente y futuro del movimiento anti-mundialización neoliberal”, en Seoane, José y Taddei, Emilio (ed). 2001. Resistencias Mundiales.Buenos Aires: CLACSO