Lucía van Velthoven
“…la defensa de que haya más mujeres representantes descansa en parte en una noción de igualdad en la participación y en parte en una noción de reflexión, y que ni en principio ni en la práctica esto puede garantizar que las mujeres estén representadas como mujeres.”
Anne Phillips, 1996
A unos meses de las elecciones internas y con el impulso que ha tenido en esta última década la agenda de género y el movimiento feminista en la región, es pertinente cuestionarse la posibilidad de contar con una mujer como candidata
En perspectiva histórica desde la restauración democrática (1985) hasta la fecha ninguna mujer fue parte de fórmulas presidenciales, solamente dos se han postulado como pre candidatas en las elecciones internas de los partidos, Cristina Maeso del Partido Nacional, en 1999, y Constanza Moreira del Frente Amplio, en 2014 y solo una ha integrado una fórmula presidencial, Delia Villalba, candidata a vicepresidenta en 2009 por Asamblea Popular (Johnson N. , 2016).
Los procesos electorales no son neutrales al género, por el contrario en su diseño, estructura y aplicación existen diversos sesgos que se traducen en una baja presencia de mujeres en cargos de toma de decisión.
La igualdad política implica igualdad en la participación y representación, por lo tanto la subrepresentación política de las mujeres alerta sobre un déficit que la democracia no ha logrado superar, incluso en aquellas experiencias catalogadas como exitosas como es el caso de Uruguay.
Las respuestas para abordar esta inequidad han sido graduales y los resultados no han sido prometedores. La ley de cuotas aplicada en las elecciones de 2014 si bien incrementó el número de legisladoras (27) no alcanzó el mínimo de 30%. Ello se explicó por la aplicación minimalista que hicieron los partidos (pocas mujeres encabezaron listas y en general ocuparon el último lugar de la terna) y por las características del sistema electoral uruguayo (tamaño de los distritos y el doble voto simultáneo) (Informe ATENEA, 2018)
Independientemente de los resultados cuantitativos la cuota generó cambios en la política, en lo simbólico porque se naturalizaron las candidaturas femeninas permitiendo que más mujeres transiten hacia cargos de mayor prestigio (Informe ATENEA, 2018) y favoreciendo la conformación de una “masa crítica” que puede operar sobre la agenda y prácticas políticas. Un segundo elemento a destacar, es que obliga a los partidos a incorporar mujeres y a revisar sus procedimientos de reclutamiento (Johnson & Moreira, 2003). La cuota obligó a los partidos a que piensen sus estructuras en términos de mujeres. El acceso real al poder político de las mujeres dentro del partido sin cuotas era muy difícil, este mecanismo hace que tenga que visualizar a las mujeres con trabajo interno y capacidad suficiente para acceder a distintos cargos (Argimón, 2018)
En este contexto y a unos meses de las elecciones internas contamos con dos precandidaturas femeninas, en el Frente Amplio la Ministra de Industria y Energía Carolina Cosse y por el Partido Nacional la Senadora Verónica Alonso, figura en la que profundizaremos a continuación.
Se define como montevideana, senadora, vecina, hermana, esposa y madre perteneciente a un hogar tradicional de clase media (https://facebook.com/VerónicaAlonso, 2018) .
Ingresa al partido nacional dentro de los cuadros técnicos, considera que dentro del partido se generaron las oportunidades para desarrollar su carrera política la que se basó en la competencia y en la conquista de votos“…Competí desde la primera vez. Querían que fuera segunda o tercera en una lista y dije que no. Yo quiero salir a competir. En mi primera elección salí diputada. Competí y gané, tuve más votos. Después seguí creciendo, en la siguiente elección hice lo mismo y obtuve los votos para estar hoy en el Senado…” (La Diaria, 2018).
Su figura irrumpe en la interna blanca como un nuevo liderazgo que rompe la polarización de candidatos y desafía los liderazgos masculinos que han predominado en la historia del partido. Su discurso se construye a partir de la necesidad de contar con una tercera opción renovadora, pero no en términos de género o generaciones sino de actitudes.
Su estrategia se basa en lo que puede denominarse “representación por proximidad”, que tiene como objetivo mostrar a los/as políticos/as como “personas comunes”, priorizándose un modo de hacer política local donde la figura del vecino/a trasciende a la del ciudadano/a. La herramienta conocida como el “Timbrazo” refuerza esta idea de cercanía y de compartir la cotidianeidad. Este modelo fue importado de la campaña de CAMBIEMOS en Argentina. De hecho Alonso no oculta la sintonía que siente con la figura de la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.
Esta forma de hacer política se construye a partir de estrategias comunicacionales en las que se muestra la intimidad, se narran historias con el objetivo de que la ciudadanía se identifique con la candidata. Las redes sociales han sido una herramienta de gran valor para difundir sus mensajes, y lograr visibilidad. Esta estrategia se completa con slogans dónde se incluye al ciudadano/a, tal es el caso de la propuesta de campaña “Sumate, el cambio es contigo”.
En lo que respecta a sus posturas a la interna del partido, ha marcado diferencias tanto con Larrañaga (propuesta de seguridad) y con Lacalle Pou (iniciativa de tolerancia de alcohol en conductores). Hacia fuera del partido se ha mostrado muy crítica con el gobierno especialmente en materia de seguridad y políticas de desarrollo social, pero también ha tendido puentes de hecho se ha reunido con el presidente Vázquez y ha mencionado identificarse con las posiciones del canciller Nin Novoa.
Desde la definición de su precandidatura en julio ha ido presentando algunas propuestas, el aumento de la edad jubilatoria o la desmonopolización y cotización en bolsa de ANCAP, en seguridad pública el fortalecimiento de la policía civil con la Guardia Republicana. En cuanto a los temas de género no parecen estar claramente definidos ya que a través de sus discursos y actividad parlamentaria se observa cierta ambivalencia , por un lado se posiciona a favor de las cuotas para que se incorporen más mujeres a la política, por la mirada más humanizada y cotidiana que le aportan, pero enfatiza que ella logró superar las barreras cuando salió a competir y lo que la legitimó fueron los votos que obtuvo(Programa radial Abran Cancha, 2018). Este tipo de posturas reproducen la idea de que las mujeres deben participar en política porque desarrollan habilidades específicas en algunos temas, configurando una cultura política diferente, más consensual, dialogante, pacífica que la de los hombres. Entendiendo que las mujeres son hábiles en aquellos ámbitos asociados a lo social y reproductivo, de acuerdo a los roles que tradicionalmente le fueron asignados. (Arantxa Elizondo, 1997)
Si bien ha acompañado proyectos como la cuota o la ley integral de violencia de género también ha rechazado enérgicamente otros como la recientemente aprobada ley para las personas trans, y propone cambiar la denominación del Ministerio de desarrollo Social (MIDES) al que le agregaría – y de la familia- debido a que es una institución que “… ha sido desbastada por acciones políticas sectorizadas” (https://facebook.com/VerónicaAlonso, 2018) . Esta postura más conservadora que rescata los valores tradicionales de la familia, se refuerza con los vínculos que tiene con personas asociadas a grupos evangelistas quienes se oponen fuertemente a la agenda de género.
La figura de Alonso muestra cierta heterogeneidad y marca un perfil bien distinto de los otros dos pre candidatos nacionalistas, ya plantea la necesidad de cambiar temas de estructura del partido y desmitificando la idea de que el partido nacional es enemigo del Estado, adhiriendo a la idea de un Estado cercano, eficiente, padre de familia en el sentido de que tiene la obligación de educar (La Diaria, 2017). Su discurso ideológicamente la ubica en el centro-derecha pero hacia la interna blanca busca posicionarse más cercana al paradigma socialdemócrata.
En síntesis, es destacable el hecho de anunciar y sostener su precandidatura como mujer política en un partido de fuertes liderazgos caudillistas y masculinos. Sin embargo deberá sortear algunas barreras que pueden comprometer su candidatura, por ejemplo el no contar con una estructura partidaria que la respalde (el sector desde el que se impulsa Esperanza Nacional no tiene figuras políticas de peso a excepción del diputado Alvaro Destague).
Ganar una interna para cualquier candidato pero especialmente para las mujeres implica conseguir apoyos, adhesiones siendo clave para ello los acuerdos políticos, y es en este punto es donde las mujeres se enfrentan a lógicas masculinizadas (Argimón, 2018)
El financiamiento de la campaña es particularmente complejo para las mujeres porque suele enfrentar sesgos de género a la hora de recaudar fondos, producto de los roles que tradicionalmente se les ha asignado como cuidadoras, incidiendo en un acceso desigual al empleo y al sistema financiero.
Entre sus fortalezas, se encuentra la notoria presencia en los medios y en las redes sociales lo cual resulta positivo en términos de que se conozca su figura y es algo que no suele ser sencillo para las mujeres, ya que los medios así como la política también se encuentran masculinizados.
El hecho de ser mujer puede ser un factor de oportunidad, teniendo en cuenta el resultado de la reciente encuesta presentada por ONU mujeres donde 7 de cada 10 encuestado/as manifestó que le gustaría tener una mujer presidenta. (Pérez, 2018).
La sociedad parece estar preparada ya que ve con simpatía la incorporación de más mujeres en la política, es algo que tiene que pasar y las estructuras partidarias se han visto “invitadas” a incorporarlo, particularmente en esta elección el no hacerlo podría traer costos políticos para los sectores y los partidos. (Argimón, 2018)
El desafío para la candidatura de Alonso está en polarizar la elección interna a su favor, lo cual le implica contar con estructura y una gran capacidad negociadora. De todos modos el posicionarse como pre candidata es muy valioso teniendo en cuenta las lógicas masculinas que operan en los partidos políticos que como decía Argimón muchas veces pasan factura a las mujeres que las desafían, “…la estructura me cobró el protagonismo en los temas estrictamente de mujeres…el episodio en el que tuve los mayores costos fue al ser la vocera principal de la primer ley de cuotas” (Argimón, 2018)
Habrá que esperar el resultado de las internas para saber si Alonso se impone por sobre estos obstáculos o es víctima de la estructura y los liderazgos tradicionales masculinos.
Lo que parece inminente en las próximas elecciones es la incorporación de más mujeres y quizás estos movimientos traigan como resultado la puerta de entrada a la presidencia de una mujer.
Bibliografía
Arantxa Elizondo. (1997). Comportamiento Político de las mujeres: evolución y paradojas en la investigación. En A. Elizondo, E. Uriarte (Comps), Mujeres en Política (págs. 32-50). Barcelona: Ariel.
Pérez,V (2018). Uruguay: una democracia consolidada aún muy lejos de la paridad: Diagnóstio sobre las condiciones para ejercer el derecho a la participación política de las mujeres. Informe Diagnóstico Nacional : Atenea: mecanismo de aceleración de la participación política de las mujeres en América Latina y el Caribe Disponible en : http://www.uy.undp.org/content/dam/uruguay/docs/Genero/undp-uy-pub-atenea-2018.pdf
Johnson, N., & Moreira, C. (Junio de 2003). Democracia,Género y Equidad : Aportes para el debate sobre los mecanismos de acción afirmativa. Montevideo, Uruguay: Instituto Uruguayo de Ciencia Política,Universidad de la República. Obtenido de https://estudios.sernam.cl/documentos/?eMTk0NDgyMg==-Democracia,_Genero_y_Equidad:_Aportes_para_el_debate_sobre_los_mecanismos_de_acci%C3%B3n_afirmativa
Johnson, N. (2016). Diagnóstico prospectivo en brechas de género y su impacto en el desarrollo: Participación y representación política. Montevideo, OPP. Obtenido de http://200.40.96.180/images/Informe-G%C3%A9nero_con_foco_en_participaci%C3%B3n_pol%C3%ADtica.pdf
ONU Mujeres (4 de diciembre de 2018) Encuesta: Uruguay apoya incrementar mujeres en cargos de decisión política Obtenido de : http://lac.unwomen.org/es/noticias-y-eventos/articulos/2018/12/encuesta-mujeres-en-cargos-de-decision-politica-uruguay
Schnapper, Dominique. (2004). La democracia Providencial : ensayo sobre la igualdad contemporánea.Argentina : Homo Sapiens.
Artículos de Prensa
Búsqueda (setiembre 2018) Todas las autoridades del nuevo sector de Verónica Alonso están vinculadas a la iglesia Misión Vida, del pastor Márquez nº1986 Montevideo. Obtenido de: https://www.busqueda.com.uy/nota/todas-las-autoridades-del-nuevo-sector-de-veronica-alonso-estan-vinculadas-la-iglesia-mision
El Observador (4 de junio de 2018) Verónica Alonso corre contra el tiempo y su futuro es una incógnita Obtenido de https://www.elobservador.com.uy/nota/veronica-alonso-corre-contra-el-tiempo-y-su-futuro-es-una-incognita
La Diaria (9 de diciembre de 2017) Sería un honor Obtenido de https://ladiaria.com.uy/articulo/2017/12/seria-un-honor/
La Diaria. (2 de junio de 2018) Verónica Alonso: “Yo quiero salir a competir” Obtenido de https://feminismos.ladiaria.com.uy/articulo/2018/6/veronica-alonso-yo-quiero-salir-a-competir/
Abadie,H. Sanguinetti,L(Conductores).(3 de noviembre de 2018). Abran Cancha . FM Del Sol Obtenido de https://delsol.uy/abrancancha/charlemos/veronica-alonso-tome-la-decision-de-ser-precandidata-porque-hay-cosas-que-quiero-cambiar-en-mi-partido
Sitios Web
Facebook (16 de noviembre de 2018) Obtenido en https://facebook.com/VerónicaAlonso
Entrevista
Argimón, B. Directora del Partido Nacional Beatriz Argimon, 6 de noviembre de 2018.
