El Gobierno uruguayo consideró que no existe persecución política contra el ex-presidente peruano Alan García, investigado por corrupción, y resolvió no darle el asilo solicitado.
En Perú «funcionan autónoma y libremente los tres poderes del Estado», dijo el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez. «Las investigaciones judiciales contra el expresidente Alan García no constituyen persecución política, tratándose de imputaciones vinculadas mayoritariamente a hechos económicos y administrativos desarrollados durante sus dos gestiones como presidente constitucional de la República del Perú», afirmó el canciller Rodolfo Nin Novoa.
Según el embajador uruguayo en Lima, Carlos Barros, García ya abandonó la Embajada, donde estuvo refugiado desde el 17 de noviembre.
Celebramos la decisión del Gobierno y reafirmamos nuestra posición: que Uruguay no le brinde asilo a ningún genocida.