A casi cien años de que Uruguay estuviera a la vanguardia de América Latina al reconocer el derecho de las mujeres a ser electoras y elegibles, ocupa hoy las peores posiciones de la región y del mundo en cuanto a la representación femenina, aun luego del avance que significó la aplicación de la ley de cuotas (por única vez, porque así lo establecía) en últimas elecciones nacionales.
Un estudio cuantitativo sobre la participación femenina en política realizado por Cifra arrojó que un 66% de las personas que viven en Uruguay opina que las mujeres deberían ocupar más cargos políticos y más de la mitad (57%) ve positivamente la aplicación de medidas afirmativas, incluso ve con mejores ojos la paridad que el mecanismo de la cuota.
El informe fue presentado en setiembre en el Palacio Legislativo con los líderes de los partidos (todos varones) con representación parlamentaria como testigos. Curiosamente, uno de los hallazgos más relevantes es que quienes cuentan con educación terciaria son más resistentes a aceptar una mayor participación política de las mujeres y la aplicación de medidas que contrarresten la desigualdad en el acceso de ellas a los cargos de decisión.
Sin embargo, la oposición más significativa proviene los varones con mayor formación, que son, justamente, los que ocupan los principales lugares de poder y decisión. Dentro del sistema político, muchos de estos varones se benefician, por ejemplo, de las designaciones a cargos ejecutivos decididas por cuotas partidarias o del mecanismo electoral (ampliamente legitimado) que asegura que haya, al menos, dos representantes parlamentarios por departamento. Sin embargo, se rechaza un mecanismo que asegure una presencia mínima de mujeres en el Legislativo.
El actual Parlamento quedó integrado con un 20% de mujeres, por debajo del promedio mundial (22,9%) y del 30% que alcanzaron hace ya varios años países con desarrollos similares al nuestro como Argentina y Costa Rica. Al 1º de junio de 2016, Uruguay se encontraba en el puesto 117 de 193 en la clasificación mundial de la Unión Interparlamentaria y ONU Mujeres con respecto al porcentaje de mujeres que integran las cámaras de representantes. ¿Las mujeres tendremos que esperar cien años más para acceder a cargos electivos?
El Parlamento Latinoamericano y Caribeño (PARLATINO) aprobó, en noviembre de 2015, la Norma Marco para consolidar la Democracia Paritaria, que deberá ser utilizada como referente por los Parlamentos nacionales de la región para la puesta en marcha de reformas institucionales y políticas que promuevan y garanticen la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres en todas las esferas de toma de decisiones.
En América Latina Cinco países han legislado sobre paridad con resultados positivos: Ecuador, Bolivia, Costa Rica, México y Nicaragua. En Uruguay, esta coordinadora, conformada por la sociedad civil, mujeres políticas de todos los partidos y personas a título individual, seguirá dedicando sus esfuerzos a trabajar por una representación paritaria en los cargos de poder político en Uruguay y tendrá como primer mojón un Encuentro Nacional por la Paridad en el Palacio Legislativo que se realizará en marzo.
Las mujeres salimos a la calle para poder votar, pero también para ser votadas. Salimos a la calle para recuperar la democracia y seguimos saliendo para mejorarla. Queremos un sistema político justo donde hombres y mujeres estén representados a la par.
6 de Febrero de 2017
Coordinadora por la Paridad