Este año, el eje de los debates abiertos de las III Jornadas de Debate Feminista se centraron en la díada “feminismos y diversidades” que fue, a su vez, atravesada por tres conceptos: poscolonialismo, racismo y disidencia sexual. Compartimos algunas de las intervenciones más sobresalientes de los paneles.
Día 1. “Feminismos y diversidades: poscolonialismo”
Lilian Celiberti (coordinadora de Cotidiano Mujer)
“La descolonización del saber supone revisar las categorías que en nuestras prácticas políticas hemos acuñado y sospechar de ciertas tendencias universalizadoras que están implicadas en una racionalidad hegemónica.”
“¿Cómo construimos sin memoria colectiva? Un movimiento que no tiene memoria empieza de cero, hay una relación con las nuevas feministas, las que se incorporan con otras sensibilidades, con otras historias, pero hay una responsabilidad de tender un puente con la memoria colectiva.”
“Creo en un movimiento que dialoga y no quiero un lugar de exclusiones de nadie. Creo en la pluralidad y quiero apostar a la pluralidad, cada una puede pensar distintas opciones políticas pero tenemos que poder debatir en un plano de respeto. En los movimientos siempre hay distintas corrientes y es sano, es bueno para el movimiento, pero tenemos que encontrar la forma de hacer política de otra manera y ese es un desafío que está pendiente para las feministas.”
“En esta lógica de debate tenemos que encontrar una nueva relación, más dialogante, entre quienes estudian el género en las universidades y quienes somos activistas. Tenemos el desafío de encontrar ese diálogo fecundo para enriquecer mutuamente las perspectivas porque no es verdad que sólo en un lugar está el saber y en otro lugar está en activismo.”
Susana Rostagnol (investigadora de la Udelar)
“Universitarios de otros palos dicen que no hacemos ciencias sino política dentro de la Universidad. En realidad no hay conocimiento que no sea político. Lo bueno de la teoría feminista es que explícitamente es política y explícitamente dice que es una producción de conocimiento tendiente a lograr la emancipación.”
“Hubo un estallido de la mujer en las mujeres. Se rompió la mujer para ser muchas mujeres. […] El género era uno y estalló. El género deja de tener un referente fijo pasa a ser múltiple, diferente, casi que inasible y no tenemos otra alternativa que entrar a caminar en un terreno totalmente cambiante y donde la única certeza es la incertidumbre y eso no es fácil. […] Las mujeres no estamos oprimidas todas de la misma manera, no tenemos la misma fuente de dominación, nuestras opresiones son múltiples. Eso dio lugar a un aporte bien grande al feminismo que es el concepto de interseccionalidad.”
“Yo prefiero hablar de la descolonialidad. Las mujeres hemos sido objeto de múltiples colonizaciones, en primer lugar y a nivel del discurso del conocimiento hemos sido colonizadas por el saber patriarcal, éramos el otro, el no varón, no la que hablaba por sí misma. Fue necesario liberar -algo que no está terminado- esa colonización patriarcal que nos designa para poder hablar con voz propia y a eso se suma que a nivel del conocimiento todo, ha sido occidental, colonizando otros conocimientos que son subalternos y han sido ampliados todo no occidental.”
“El desafío es cómo aceptar la diferencia interna entre las feministas de distintos palos […] y cómo dialogar considerando esas experiencias sin esencializarlas. Hay que aceptar experiencias disímiles sin esencializar.”
Betania Ávila (brasileña, fundadora e investigadora de SOS Corpo)
“El feminismo en un movimiento abierto. Es lo que nosotras estamos construyendo. Depende de nosotras. Es también un movimiento dialéctico, está siempre reestructurándose, ampliándose. Es un movimiento permanente entre las que están hace mucho tiempo y las que van llegando. […] No es una malla militar que va en línea recta, es como un suspiro que a veces crece y a veces está flaquito como todo movimiento social en la historia. Pienso que ahora estamos viviendo de fuerza de una profusión de diversidad en América Latina.”
“Ahora en Brasil estamos viviendo la encarnación más absoluta de la definición teórica de patriarcado con un sistema de poder de los hombres con la identidad de hombre, macho, masculino, heterosexual, blanco, capitalista, liberal, todo lo más que pueda formar ese sistema capitalista, patriarcal, racista y heterosexista. [..] La pose del interino, del golpista, es una foto de la expresión absoluta del patriarcado.”
“Si algo está en contradicción, incluso lo poscolonial, para mí tiene que tener una perspectiva dialéctica porque no vamos a hacer un marco cero porque nosotras somos actores que se construyeron en esa contradicción. […] Algo fundamental para pensar la diversidad, es la perspectiva dialéctica de lo que está en la realidad social en el movimiento. Tenemos que pensar dialéctica y tenemos que construir la memoria porque ese es de los grandes problemas de las mujeres en general y de los movimientos de mujeres: la construcción de nuestra propia historia para seguir adelante”.
Día 2. “Feminismos y diversidades: racismo”
Alicia Esquivel (doctora en Medicina)
“En la agenda del movimiento feminista aparecemos postergadas o somos una línea, un nombre, un decir de un artículo pero de un lugar ajeno dado que el sujeto no somos nostras sino la mujer blanca, occidental, heterosexual, de clase media y urbana. Somos feministas pero somos muy críticas del feminismo porque consideramos que el feminismo no ha logrado del mover del lugar asignado a las mujeres afrodescendientes. Estamos en la cola esperando que pase la calesita y nos podamos subir.”
“La violencia racial la sufrimos a diario. ¡A diario! Y eso que soy la doctora Alicia Esquivel. Imagínense mi compañera afro que está ubicando los autos ahí afuera.”
“La tarea pendiente es que todas las feministas hayan sido racializadas o no, de diversas clases y posiciones sociales abolan todos sistemas de opresión que afectan a las mujeres. Solo así, el feminismo será una propuesta completa y transformadora de la humanidad como nosotras pretendemos.”
Natalia Magnone (docente e investigadora de Facultad de Ciencias Sociales, Udelar)
“Cada sociedad tiene su propia forma de racimo. ¿Cuál es nuestra forma de racismo? Desde la academia, ¿qué preguntas nos estamos haciendo? Un primer hallazgo es la poca investigación que hay en las distintas líneas de la variable étnico racial”. Se abre un espacio de trabajo necesario. ¿Cómo pensamos la producción de conocimiento que sientan propio? Necesitamos el nicho del conocimiento.”
“Desde mis diez años en el mundo feminista he visto muchas veces que ante demandas del grupo afro, hay una invisibilización. Hay, a veces, como un rechazo corporal y una falta de respuesta a los reclamos. No siempre, no todas, no en todos los casos, pero lo he visto. Lo he escuchado. ¿No es lo mismo que experimentamos las feministas cuando vamos a espacios machistas? Es de locos: reproducimos eso que experimentamos nosotras mismas. Hay que cambiar algo porque algo está trancado. ¿Nos van a dejar solas con nuestro racismo a las blancas?”
Vicenta Camusso (coordinadora para el cono sur de la Red de Mujeres Afro Latinoamericanas, Caribeñas y de la Diáspora)
“Una de las cosas que nos ha costado a las negras o afrodescendientes es reconocernos a nosotras mismas. Las propias pares no nos reconocen y eso tiene que ver con el poder dentro del movimiento feminista.”
“Hay que avanzar en un debate muy profundo a la interna de nosotras, las mujeres afro o negras, que tiene que ver cómo nos plantamos, desde dónde nos colocamos, reconocer también que para que las demandas sean posibles los aportes tienen que estar ahí cotidianamente. No estoy diciendo que no estemos aportando, pero creo que hay que profundizar más en un debate de clase.”
“Nosotras tenemos un tema que no es menor. Las mujeres negras en este país trabajan desde muy temprana edad y no tienen educación. Por lo cual, el esfuerzo que yo tengo que hacer para dialogar con ellas es mayor. ¿Eso a qué resta? A la construcción de una masa crítica que viene mucho más lenta.”
“En la medida que las mujeres negras, que los colectivos negros se ven desde el otro lado, es imposible saltar la barrera, la puerta nunca se va a abrir. […] No solo las mujeres negras o afrodescendientes. ¿Qué pasa con las mujeres trans? ¿Qué pasa si sos negra y sos trans? ¿Qué pasa ahí? Ahí es donde están las complejidades, ahí es donde tenemos que hacer un gran esfuerzo conjunto.”
Día 3. “Feminismos y diversidades: disidencia sexual”
Gisela Giamberardino (investigadora de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires)
“El movimiento lésbico ha servido para realizar una cantidad de acciones políticas vinculadas la realidad y las necesidades de las lesbianas. A veces más en común con los movimiento en común, a veces con los movimientos de gays y trans, a veces [con movimientos] mucho más específicos.”
“Es evidente que en el ámbito académico la producción en clave feminista ha proliferado. Lo que no parece evidente es que las cuestiones lésbicas o lesbianas hayan venido de la mano del feminismo o hayan acompañados estos recorridos.”
Alejandra Colette Spinetti (activista trans)
“No salimos a la calle unidas al feminismo sino que recién ahora nos estamos uniendo. Es muy nuevo esto de sentirnos ser y unirnos al feminismo. De todas maneras hay un planteamiento que sí nos hacemos y es el hecho de que hay un núcleo duro del feminismo, más hegemónico, que aún no acepta a las mujeres trans como feministas o como mujeres.”
“La trans como sujeto político se convierte en sujeto político en tanto se empodera de sus derechos y ese es un trabajo aunque no lo puedan creer, tenemos que hacer muy fuertemente con las compañeras. ¿Cuáles son esos derechos de los que hablamos? […] Terminamos hablamos de los derechos urgentes, del derecho a comer y a trabajar. Recién a fuerza de golpe está empezando a visibilizarnos. Plantear temas más teóricos, filosóficos o de pensamiento en compañeras trans que de pronto no tienen para comer al otro día se nos hace muy difícil. Para plantarse como sujeto político y defender estos derechos las personas tienen que saber, primero que nada, que son personas.”
Andrés Scagliola (coordinador de la Secretaría de la Diversidad de la Intendencia Municipal de Montevideo)
“Si el movimiento de la diversidad quiere realmente ser transformador necesariamente tiene que ser feminista. No hay otra alternativa.”
“Se planteaba: patriarcado y heterosexismo, qué va primero y qué va después. Es otra de las discusiones inútiles en el sentido de que van de la mano. Desde hace tantísimo tiempo la discusión sobre los orígenes nos lleva a un debate que no es fértil. Para ser transformador hay que combatir ambos a la vez.”
“En esta tensión que uno va descubriendo entre feminismo y diversidad, tenemos que pensar que esto no es un juego de suma cero. Desde la propia institucionalidad y quizás desde algunas organizaciones, a veces se piensa así. Que el avance del movimiento de la diversidad puede restarle fuerza al movimiento feminista. La idea de que los espacios que se conquisten desde la diversidad en realidad son espacios que pueden rivalizar con el movimiento feminista y el reconocimiento de los derechos de las mujeres. El campo de la diversidad es un campo muy fértil para sembrar feminismo y el feminismo debería ser un campo fértil para sembrar y celebrar la construcción de discursos que golpeen la heteronoramtividad o heterosexismo. Desde mi visión son indisociables.”
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