La IV Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) realizada en El Cairo 1994 constituyó un cambio de paradigma en la relación entre población y desarrollo: del control demográfico se pasó a un enfoque de derechos. En ese sentido, se proyectaron nuevas relaciones entre dinámicas demográficas, sustentabilidad ambiental y derechos, en especial de los derechos sexuales y los derechos reproductivos de las mujeres y jóvenes.
Los 179 países que participaron de la Conferencia aprobaron el Programa de Acción de la CIPD (PA – CIPD), que consta d euna serie de objetivos y metas. Al cumplirse vientea;os de la Conferencia, la Asamblea General de las Naciones Unidas dispuso el seguimiento del PA-CIPD.
El potencial transformador del PA- CIPD se hizo posible gracias al impulso que le dieron las distintas organizaciones y movimientos de mujeres y de género previamente a la realización CIPD y los años posteriores. En América Latina y el Caribe (LAC), la participación de las organizaciones no gubernamentales ha sido clave para el seguimiento de los compromisos asumidos por los Estados. Desde hace dos años, más de cincuenta redes, coaliciones nacionales e internacionales, campañas y organizaciones de los movimientos LAC se agruparon en la Articulación de Organizaciones de la Sociedad Civil de América Latina y el Caribe (Articulación Regional(. La Articulación tiene por objetivo definir y concertar una estrategia de incidencia política que permita sentar las bases para un seguimiento del proceso, indentificando cuales son las demandas irrenunciables de las mujeres vinculadas al consenso de la CIPD, y las mejores vías para garantizar que dichas demandas sean consideradas en todas las resoluciones y acuerdos que conducen hasta la Asamblea General de Naciones Unidas, desde donde emergerá el mandato del PA-CIPD luego de 2104.
Articulación de Organizaciones de la Sociedad Civil de América Latina y el Caribe