200 millones de mujeres y niñas han sido sometidas a esta práctica de tortura y tres millones más corren el riesgo de sufrirla cada año. Según la ONU, 30 países continúan realizando mutilaciones genitales femeninas.
En casi todos estos países la ablación se practicó, en la mayoría de las niñas, antes de que cumplieran los 5 años. En muchos casos, esta tortura termina en la muerte.
Entre otros sufrimientos inimaginables, la mutilación genital somete a sus víctimas a un dolor intenso y las pone en riesgo de sufrir hemorragias y septicemia, dificultad para orinar, quedar en estado de shock, infecciones y múltiples consecuencias psicológicas.
La mutilación genital femenina es una de las expresiones más violentas de discriminación contra la mujer. Viola nuestros derechos a la vida; a la salud; a la seguridad; a la integridad física y a no ser sometidas a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes. También condiciona el desarrollo de nuestra sexualidad y maternidad.
África es el continente en el que esta tortura se practica con mayor continuidad, pero también se realiza en las Américas y en Asia.
¿Qué es la mutilación genital femenina?
Esta práctica consiste en extirpar parte o todos los genitales femeninos externos, incluidos los labios mayores, los labios menores y/o el clítoris. En general se realiza sin anestesia y bajo condiciones insalubres. También es llamada circuncisión femenina, ablación o infibulación.
Según la ONU, “la mutilación genital femenina incluye procedimientos que alteran o causan intencionadamente lesiones en los órganos genitales femeninos por motivos no médicos. Además del dolor físico y psicológico extremo, la práctica conlleva muchos riesgos sanitarios, entre ellos la muerte”.
Imagen de https://www.aego.es/images/circuncisin-femenina1.jpg
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https://www.aego.es/otra-informacion/mutilacion-genital-femenina
http://www.eldiario.es/desalambre/datos-entender_0_737027161.html