Ayer, 25 de noviembre, volvimos a marchar contra la violencia hacia las mujeres. Una columna salió de la plaza independencia y otra desde la explanada de la Universidad para encontrarse en la explanada de la Intendencia de Montevideo, donde tocó la cuerda de tambores La Melaza y se leyó la proclama.
Proclama de la Intersocial Feminista:
Hace un año desde el movimiento feminista inundamos estas mismas calles, exigiendo por nuestras vidas, contra el acoso, contra la violencia. Marchamos desde el silencio, el respeto, vestidas de negro; y también marchamos cantando, bailando y desde la diversidad de colores que hacen a nuestra América Latina, representando: a las
mujeres, a las niñas, a las indígenas, a las afro, a las campesinas, a las trabajadoras, a todas juntas y unidas clamando justicia.
Hace un año exigíamos señales a nuestro sistema político para que sancionara una ley que abordara el tema de forma responsable, integral y seria.
Hace un año…¡ya era urgente!
En 2017, hubo más de 40.000 denuncias según datos del MI y una treintena de mujeres perdieron su vida a manos de sus parejas, exparejas y/o personas de su
entorno familiar. En el último mes del año, finalmente, se aprobó la ley.
El 8 de marzo de este año, paramos y marchamos. Dentro de nuestra plataforma explicitamos con firmeza que los recursos para que la ley se transformara en una realidad de protección, confianza y seguridad para las mujeres, niñas y adolescentes,no estaban y era de absoluta necesidad obtenerlos.
Otro 25 de noviembre ha llegado: tenemos la ley pero no alcanza, porque siguen faltando los recursos. Precisamos respuestas.
No queremos ni debemos dejar de pensar en quienes ya no están, en las que han perdido la vida, en las mujeres que nos faltan cada día. En sus ausencias y lo que representan para sus familias, para las niñas, niños y adolescentes, para sus comunidades, sus amigas y compañeras.
El último estudio sobre Femicidio en el Uruguay indica que el 40% de estos crímenes son evitables.
Nos faltan a todos y todas, cada día.
Las mujeres y los movimientos de mujeres organizadas, nos reconocemos diversas pero unidas; y estamos más comprometidas que nunca en la lucha contra toda forma de violencia y decididas a seguir exigiendo respuestas que se traduzcan en servicios de calidad.
Necesitamos y reclamamos:
● Generación de recursos genuinos y reordenación de gastos que permitan instalar una red efectiva de trabajo y protección para las mujeres que sufren violencia de género, tanto en Montevideo como en el Interior del país.
● Es urgente la creación de respuestas integradas para las situaciones de violencia que surgen con tanta frecuencia en el interior: salvo las capitales o algunas ciudades importantes, las mujeres están totalmente desprotegidas.
● El acceso a un sistema de justicia que no revictimice a las mujeres y a sus hijos e hijas; y ejecute con urgencia lo que la ley ordena. Juzgados multimaterias Ya!
● Un sistema de salud que nos asegure los servicios de Salud Sexual y Reproductiva, más allá de quienes presentan objeciones de conciencia. Aborto legal para todas las mujeres migrantes.
● Reconocimiento de la condición de mujer para las compañeras en situación de discapacidad y su derecho a la misma libertad de elección como todas las mujeres.
● Un sistema de salud que asegure la posibilidad de acompañar la construcción de la maternidad como decisión sin violentarnos. La maternidad será deseada o no será.
● Poner fin a la violencia política en Latinoamérica de líderes sociales, indígenas, comunitarias y feministas.
Exigimos poner fin:
● a la violencia racista y sexista en los espacios institucionales
● a los discursos de odio que alimentan la violencia contra las personas trans y de la diversidad sexual
Hoy, como cada 25 de noviembre, salimos a la calle. Lo hacemos en dos columnas, pero en una sola marcha y con el mismo sentir. Nos une la lucha y nuestras consignas:
#NuestroSilencioNoConcedeReclamaJusticia #FemicidiosResponsabilidadDelEstado
En este 25 de noviembre, renovamos nuestro compromiso, desde los movimientos y organizaciones de la sociedad civil y con las mujeres de todo el país en seguir reflexionando, aportando, proponiendo y trabajando, como lo hacemos a diario, para poner fin a este flagelo que golpea a la sociedad uruguaya que es la violencia hacia las mujeres, y como única forma de poder, finalmente, transitar el camino hacia la igualdad.
Ni una muerte indiferente!
Vivas nos queremos!