CON
LILIÁN ABRACINSKAS Y ALEJANDRA LÓPEZ DE MYSU (MUJER Y SALUD
EN EL URUGUAY)
El
mejor contexto posible
¿Cómo
se posiciona MYSU en esta etapa pos votación de la Ley de Salud
Reproductiva en el 2004?
Si
bien el 4 de mayo del 2004 se cerró un proceso con la votación
en el Senado y el 28 de ese mes se cerró la Campaña de la
Coordinación, es verdad que todos lo vivimos como una cierta derrota.
Pero se puede afirmar que el tema no decayó en la ciudadanía
ni en los medios de comunicación. En realidad hemos participado
en más debates pos tratamiento de la ley que durante la votación.
Se percibe también en cómo los periodistas, cuando tienen
que preguntar a los decisores políticos incluyen preguntas sobre
el aborto. Es decir, pasó de ser un tema político solo levantado
por las organizaciones de mujeres, a involucrar a otros actores.
¿Qué plan tienen para el 2005/6?
Todas
estábamos ilusionadas con que el compromiso del futuro gobierno
era que en esta legislatura el primer proyecto que se iba a aprobar era
el de la ley de Salud Reproductiva y esto fue garantizado por varias figuras
de primera plana y confirmado en varias instancias, pero no se cumplió.
Esto, sin duda nos desilusionó, aunque tenemos en cuenta que hay
otras urgencias. Pero entendemos que hay un claro mensaje hacia la clase
política de que éste no es tema que vaya a poder esperar
otros cinco años.
¿Cual es el plan?
Consideramos
que lo que hay que buscar es el mejor contexto posible. En este momento
el Parlamento no está en condiciones para abordar este tema. O
sea que la oportunidad hubiera podido ser el primer semestre del año,
y eso no sucedió. Pensamos que la mejor oportunidad es a partir
del año que viene, no esperar a que nos vuelva a agarrar el año
electoral, pero sí creemos que se está preparando un terreno
muy fructífero.
¿En eso se está trabajando?
En
eso se está trabajando con quienes siguen involucrados y comprometidos
con este tema y afirman que están dispuestos, cuando llegue el
momento oportuno, a volver a plantear ese debate en el legislativo.
¿Se puede presentar la misma ley?
Sí
pero hay que cambiarle la exposición de motivos. Hay una confusión
muy grande, porque mucha gente piensa que aquella sanción de diputados
a favor vale para esta administración y no es así. Hay que
presentar otro proyecto y esa puede ser una oportunidad para integrar
algunas mejoras. Consideramos, que si se va a arriesgar en el sentido
de ensayar un cambio legislativo, tiene que haber una plataforma de máxima,
un proyecto que contemple la integralidad del anterior, por eso se llamaba
ley de defensa de la salud reproductiva.
Aspiramos
a que si vamos a batallar por un cambio legislativo, ese cambio reconozca
el derecho de la mujer a decidir sobre su vida reproductiva. Esa es la
base del proyecto anterior, esa es la plataforma de máxima. Nosotros
vamos a trabajar para esa plataforma de máxima, pero también
hay que explorar caminos intermedios porque también está
la cuestión cotidiana y práctica de las mujeres, de cómo
resuelven situaciones prácticas que hoy no están en condiciones
de resolver.
Estamos
trabajando en las normativas sanitarias junto a la CNS, integrando la
Comisión Asesora en Servicios Sociales y Reproductivos a nivel
del MSP. Uno de los temas que se está viendo es el de los datos
de morbimortalidad materna, por lo tanto la mejor manera es plantearle
a las autoridades de salud que no va a bajar la mortalidad materna hasta
que no tomen alguna medida que aborde el problema del aborto inseguro
y es necesario que sea a nivel nacional.
También
que se publiquen las normas de anticoncepción y que sean de obligatoriedad
tanto en el sistema público como en el privado, el acceso universal
a métodos no solo informativos y que sean gratuitos. Lo otro que
nos parece fundamental y sustancial es lo de fortalecer y promover maternidades
y paternidades responsables.
Además,
en todo lo que está haciendo en políticas sociales el MIDES
insistimos en que no pueden cristalizar a las mujeres en su rol reproductor,
que es como muchas veces está ubicando el Plan de Emergencia Social
a las mujeres de los sectores más pobres, como las únicas
responsables del cuidado de los hijos y de la atención para poder
recibir el salario ciudadano. Esto se debe modificar, se debe cambiar.
Por
otro lado también nos parece sustancial que se garantice un plan
nacional de igualadad de oportunidades y derechos, que tenga un capítulo
de derechos sexuales y reproductivos como tiene el de Montevideo. Y por
otro lado seguir trabajando con la ciudadanía. Estos cambios no
van a ser posibles hasta que no tengamos una masa crítica demandando
y exigiendo y calificando sus necesidades porque si solo vamos a hablar
de trabajo, salud y educación está todo muy bien, pero este
tema tiene que ser incorporado a las demandas ciudadanas²
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