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HACE
UNOS DÍAS NOS DEJÓ LA DRA. RAQUEL MACEDO DE SHEPPARD.UNA
Mujer
Invisible
Raquel
era abogada y procuradora universitaria. Ocupó distintos cargos
institucionales: Jefa de División en el Poder Legislativo en distintas
oportunidades, directora del Departamento de la Mujer del Ministerio de
Trabajo y Seguridad Social, Senadora suplente del Partido Nacional y Embajadora
en Costa Rica y en Belice.
Fue
una digna representante del sistema político: delegada del Partido
Nacional a la Concertación de Mujeres entre 1984 al 88, miembro
del Comité Ejecutivo del Consejo Nacional Herrerista del 84 al
86; integrante de la Comisión de la Coordinación de la Mujer
del Partido Nacional entre el 85 al 88; candidata a la Vicepresidencia
de la República por el Movimiento Renovación y Victoria
del Partido Nacional en la fórmula Gonzalo Aguirre Raquel
Macedo en 1994.
Su
especialización en Derecho Civil y en particular en Derecho de
Familia, la sensibilizó para los múltiples aportes que realizó
en materia de profundización del diagnóstico de las situaciones
de discriminación de la mujer.
Fue
delegada de nuestro país ante la Comisión Interamericana
de la Mujer de la OEA entre 1977 y 1990 y participó en numerosos
cursos y becas de la CEPAL específicos sobre los temas de género.
Un hito especialmente importante lo constituye su participación
en nombre del gobierno en la Conferencia Mundial para el Examen y Evaluación
de los logros del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer, realizada
en Kenya en julio de 1985. En ese momento histórico de la recuperación
democrática, las mujeres uruguayas nos encontramos con el movimiento
internacional y comenzamos a mirarnos en nuestras situaciones
de discriminación, realizando un diagnóstico y nuestras
propuestas al Estado y al sistema político.
Pero
el gran legado de Raquel a las mujeres uruguayas es la presentación
de un proyecto de ley sobre Igualdad de oportunidades y de trato
de ambos sexos en materia laboral que se convierte en ley en junio
de 1988 y se constituye en una norma fundamental porque marca acciones
positivas para las mujeres que trabajan, señalando algunas de las
trabas culturales que hasta ese momento estaban invisibilizadas en el
mundo del trabajo.
A
pesar de la importancia de este marco normativo, que además la
Dra. Macedo elaboró en consulta con las mujeres que habían
trabajado en la instancia de la Concertación Programática
de la Mujer, nunca se le dio importancia por parte de los sucesivos gobiernos
ya que no se reglamentó hasta 10 años después de
promulgada. En la segunda mitad de la década de los noventa, la
Red de Mujeres Políticas impulsó la reglamentación
de la ley a través de una de sus integrantes, la profesora Gloria
Robaina, por entonces suplente en la Cámara de Representantes por
el Partido Colorado, con la rápida respuesta de la Ministra de
Trabajo, la Dra. Analía Piñeyrúa. Dicha reglamentación
definió como falta el acoso sexual laboral y creó
la Comisión Tripartita de Igualdad de Oportunidades y de Trato
en el Empleo en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, que viene
funcionando desde entonces y recibiendo las denuncias de las mujeres trabajadoras.
En los últimos tiempos había creado un centro de capacitación
e información para el funcionariado del Estado en conjunto con
la Dra. Jacinta Balbela. Tuvimos la suerte de tenerla en la Sala Paulina
Luisi en el 2004 en el homenaje que las legisladoras del período
anterior le hicimos a las mujeres que integraron la Concertación.
Su
debilidad cardiaca era congénita. Convivió con ella desconociéndola
y recién en este último año hizo la opción
por una intervención quirúrgica que resultó fatal.
Siendo tan valiosa, fue una mujer de bajo perfil. Su desaparición,
por contraste, la visibiliza. Raquel Macedo de Sheppard aparece claramente
como un aporte riquísimo, en su profesionalidad a la construcción
de un entramado social, legal y político que las mujeres uruguayas
hemos ido tejiendo entre todas, por encima de nuestras diferencias políticas,
económicas o culturales, mirando estratégicamente la mejora
en la equidad de la sociedad uruguaya. Sin estridencias y sin rupturismos
demasiado notorios, pero con la firmeza de convicción que no sacaremos
este país adelante si no se visibilizan las inequidades entre sus
hombres y mujeres. Este fue el estilo de Raquel Macedo de Sheppard. Para
ella, nuestro mejor recuerdo y nuestro compromiso de continuar en el camino
trazado en conjunto en la Concertación Programática de Mujeres.
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