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Matrimonio
y Punto
Javier
Ugarte Pérez, es doctor en Filosofía, y autor de varios
ensayos como Represión de la homosexualidad bajo el franquismo,
El olvido de los estudios históricos así
como del libro recientemente publicado: Sin derramamiento de sangre:
un ensayo sobre la homosexualidad (Editorial Egales, gays y lesbianas,
2005). A su paso por Montevideo dictó el 17 de agosto pasado una
conferencia en la Facultad de Psicología de la Universidad de la
República, de la que extraemos los siguientes pasajes.
Vengo
a hablar un poco de lo que es mi experiencia teórica como militante
en la cuestión de los derechos homosexuales en España, con
dos condiciones: primero que uno nunca debe dar consejos a los demás
sobre lo que deben hacer, pero sí que se puede explicar a los demás
lo que uno ha hecho por si acaso les pueda servir, y eso es lo que vengo
a explicar, lo que hemos hecho, cómo lo hemos pensado y cómo
lo hemos trabajado por si les puede servir, eso lo decidís vosotros.
Cuando
se habla del matrimonio homosexual en España - y yo mismo elegí
ese título para la conferencia- usamos una expresión incorrecta,
no hay matrimonio homosexual en España, lo que hay es un matrimonio
que es el que ya había, que se ha ampliado con presión social
para incluir a personas que antes no estaban comprendidas. En España
el matrimonio que había antes con sus cosas buenas y sus cosas
malas incluye ahora a las parejas homosexuales, no es solamente matrimonio
homosexual, es matrimonio y punto. Donde aparecía marido y mujer
o esposo y esposa, ahora aparece cónyuges con independencia de
la orientación sexual o ciudadanos españoles o simplemente
ciudadanos. Con esta eliminación de los géneros el legislador
o el parlamento español solucionó varios problemas de un
golpe y ha eliminado una cuestión que era sin duda una causa de
tensión social, porque una de las cosas que me preguntan los políticos
y los periodistas es si ahora España está más tensa
o menos tensa que antes; ahora está menos tensa que antes porque
antes tenía un problema que ahora no tiene y eso genera distensión
social.
Otra cosa que se me pregunta mucho, es que como la pobreza ahora en América
del Sur es una cuestión grande, esto del matrimonio gay es un problema
menor. Yo sostengo que la homosexualidad es un tema transversal a todas
las enajenaciones, porque uno puede ser pobre y además homosexual
y si es homosexual se ve discriminado por los que no son pobres y por
los heterosexuales. Uno puede ser mujer y ser lesbiana, uno puede ser
muchas cosas y además ser homosexual, por lo tanto aunque haya
problemas de pobreza, o de otro tipo, hay que luchar expresamente contra
la homofobia porque entre todos los marginados también hay homosexuales.
Un
diálogo necesario
La
democracia está concebida con la idea de que todos estamos divididos
en múltiples facetas y que tenemos que dialogar entre nosotros,
nosotros mismos como sujetos, y luego con los demás ciudadanos,
cómo convivimos los que quieren ir en bicicleta, los que quieren
ir en coche y los peatones, cómo dialogamos para que el espacio
común sea un espacio compartido y que todos podamos vivir de la
mejor manera posible, esto evidentemente también sucede con la
cuestión sexual. Los homosexuales en este caso somos minoría,
pero también decir que los heterosexuales son mayoría es
un poco complicado, porque la transexualidad, la homosexualidad son etiquetas.
En todo caso tenemos que dialogar con una mayoría como miembros
de otras minorías para que nos concedan derechos que permitan una
convivencia más pacífica, más democrática,
más dialogante y tenemos que hacerlo con los instrumentos de la
democracia, porque todos queremos una sociedad justa, tranquila y para
hacerlo hay que dialogar con los gobernantes. Los gobernantes tienen esa
tarea y no es que cuando nos recibieron en España por ejemplo,
demostraron sus tendencias progresistas, un gobernante tiene que recibir
a los ciclistas para escuchar sus dificultades a la hora de andar en bicicleta
por las calles y a los homosexuales para escuchar sus dificultades a la
hora de realizar determinadas tareas que se ven dificultadas. El diálogo
con los políticos, es un diálogo necesario, permanente y
no le tenemos que agradecer nada en especial a los políticos porque
nos reciban. Una democracia es aquel sistema que está compuesto
por minorías, donde los políticos realizan un trabajo voluntario,
nadie los obliga a ello, por el que cobran impuestos que pagamos todos
y tienen la obligación de recibir al ciudadano porque son servidores
de lo público. Nuestra discriminación a nivel político
es muy curiosa, porque para pagar impuestos o para defender a la patria
si es atacada, somos ciudadanos plenos, ahora bien para formar una familia
no somos ciudadanos plenos. Es una paradoja importante.
En
contra del argumento de igualdad se han elaborado muchas argumentaciones
muy sutiles o no tanto, por ejemplo cuando decíamos en España
que la ley era desigual, que era injusta porque nos impedía casarnos,
los conservadores decían: eso no es verdad, un gay puede casarse
con una lesbiana, pero ¡caramba! no se trata de eso. Luego se dan
cuenta que ese argumento es un poco fácil, entonces utilizan argumentos
más sutiles, como que un niño necesita un padre y una madre
para crecer en desarrollo, en equilibrio y yo me pregunto ¿qué
hacemos con las viudas? ¿les quitamos los niños? Porque
que yo sepa ningún científico social ha sido tan genial
hasta ahora para decir que las viudas y los viudos no pueden criar a los
chicos porque les falta la otra parte de la pareja, entonces los que creen
que un niño por crecer con un padre homosexual o una madre lesbiana
va a ser desviado, que necesita la figura materna y paterna y si son dos
hombres o dos mujeres no lo van a tener, aunque así fuera, como
los homosexuales no vivimos en Marte sino en todas partes, pues los niños
que criamos o que ya tenemos porque venimos de un matrimonio previo y
nos han dado la patria potestad o porque hemos adoptado como solteros
a un niño, o como lesbiana se han inseminado, esos niños
que ya existen, como no viven en Marte sino en la casa de al lado, pues
ven hombres y mujeres en todas partes y tienen primos y abuelos, la figura
paterna y materna es universal, mientras nos empeñemos en ser hombres
y mujeres, esto se ve en todas partes.
Creo
que los progresistas hemos estado todo el tiempo defendiendo la idea de
igualdad y se nos ha ido completamente de la cabeza la idea de libertad,
hemos considerado que la libertad no era un valor que nos interesaba y
nos ha ido muy mal, la libertad es el gran valor conservador, si en algo
cree un conservador es en la libertad. A nivel económico no hay
ninguna duda, libertad de mercados, supresión de impuestos en las
aduanas, libertad en el mercado de trabajo, globalización y también
defienden la libertad de expresión, por lo menos la suya, la defienden
a capa y estola. Digo esto porque la Iglesia no ha dejado de ir a todos
los foros habidos y por haber para manifestar su opinión sobre
el tema que estoy tratando y en cambio los militantes, con la excepción
de esta aula magna, que sin duda es un espacio magnífico, hemos
tenido muchos problemas para expresar nuestro punto de vista. Los conservadores
realmente no pueden explicar por qué si una persona hace uso de
una libertad, no puedo hacer yo uso de la misma libertad y no pueden explicarme
por qué mi uso de esa libertad le supone un perjuicio para ella,
porque nadie me ha explicado en el campo conservador sea moral, religioso
o político por qué mi uso de esa libertad es imposible,
cuál es el problema en que yo me pueda casar, a quién perjudica.
Evidentemente a nadie.
¿CIUDADANOS
DE SEGUNDA?
En
el campo del derecho la discriminación es gravísima, si
bien es grave que el estado no te reconozca derechos, mucho más
grave es que el estado diga que eres ciudadano de segunda y por lo tanto
te corresponde a veces lo que se llamó en España leyes de
pareja o se llama aquí uniones civiles, que consisten en que de
los cien artículos que formarían el matrimonio esas uniones
civiles recogen sólo treinta o cincuenta, pero eso sí con
un trato absolutamente igualitario para todos los miembros. Si se piensa
que la sociedad no está madura para conceder el matrimonio tal
cual, sino que puede conceder concubinatos, uniones de hecho, pareja de
hecho, etc, etc, que lo conceda, pero con la condición necesaria
que tiene que ser el mismo trato para todo el mundo, si no es así
estaremos cayendo en una relación jurídica que sería
que la propia ley dice que hay varios tipos de ciudadanos con varios niveles
de derechos. Por eso aunque la libertad es importante también es
importante la igualdad y no se trata de argumentar desde un sólo
lugar, se trata de hacerlo desde los dos lugares y buscar un proyecto
de ley que intente compaginar la igualdad entre todos los ciudadanos con
la libertad que tiene uno para hacer uso de ese derecho. Es decir, pudiendo
casarme soy libre, libre para casarme o libre para no casarme, pero no
pudiendo casarme no soy libre. Lo que defiendo es mi libertad para decidir
en mi vida lo que sea y sobre todo para formar una familia, porque el
matrimonio no deja de ser una cosa visible, pero lo importante es la cuestión
de la familia, cómo trata el estado a la familia y cómo
protegerla, esto por la parte política.
En el aspecto económico existe un análisis marxista en este
momento, aunque al principio no lo parezca. La economía actual
capitalista ya no funciona como en las otras fases del capitalismo. La
principal fuente de riqueza es la inteligencia, la formación de
los ciudadanos, los títulos universitarios, la capacidad para utilizar
tecnologías; si hoy hay más universitarios - lo que nunca
es casual - es que nuestros sistemas económicos demandan licenciados
universitarios, y población formada, porque la sociedad es más
compleja y tratar con personas es más complicado que tratar con
cosas. Se buscan personas que traten con otras para educarlas, para curarlas,
para acompañarlas, y los estados tienen que invertir muchísimos
recursos en educación pública, en formación, en uso
de tecnologías, es por eso que ha surgido la expresión de
recursos humanos. Se considera que los recursos humanos son una inversión
del estado en los ciudadanos. Los recursos humanos hoy son como la clave
de la economía. Yo diría que en la Segunda Revolución
Industrial lo básico eran los recursos naturales y hoy son los
recursos humanos.
La
negociación política
Hoy
es más fácil generar una identidad del tipo que sea, por
ejemplo homosexual, y esa persona homosexual puede sentirse menos sola
que hace veinte o treinta años porque entra en contacto con otras
comunidades, y parece que hay más homosexuales, aunque seguramente
no los hay sino que son más concientes de que lo son y no están
aislados. En la negociación política, hoy, los ciudadanos
no somos tan manipulables como hace cincuenta años, primero porque
somos más concientes de lo que somos y de lo que queremos y segundo
porque tenemos más poder para conseguir cosas, el poder para argumentar
mejor, tenemos más formación y más información,
pero también más poder para hacer cosas que al estado no
le gusta que hagamos, por ejemplo emigrar.
Se
nos exige lo mismo que a los demás pero, como decía al principio,
se nos da mucho menos y durante mucho tiempo se hizo algo inconcebible,
nosotros pagábamos impuestos para que la policía viniera
y nos detuviera. Los policías son funcionarios públicos,
los impuestos los pagamos todos, entre otras cosa para pagarles el sueldo
a ellos, qué pasa si un ciudadano está tomando una copa
con otro ciudadano en un bar, llega la policía y lo detiene
Esto no es tolerable para una sociedad, no puede funcionar así,
pero el hecho de que nosotros concedamos a otros unos derechos y esos
otros no nos lo concedan a nosotros es una violación de la Teoría
Contractualista, porque es un pacto que nosotros no podemos aceptar dado
que nos perjudica.
La
Teoría Utilitaria, que viene a decir que convivimos porque es útil
para todos y tampoco se puede sostener la discriminación, porque
¿qué utilidad ganan los heterosexuales con la discriminación
de los homosexuales? ninguna, no ganan nada, una pareja casada o a punto
de casarse, heterosexual, no gana nada con que sus vecinos estén
marginados, por lo tanto la Teoría Utilitaria dice que la sociedad
en general mejoraría si termina con la discriminación, porque
mejoraría mucho la vida de los homosexuales y el resto no empeoraría
con lo cual sumando lo que ganan unos y lo que no pierden otros habría
como un bienestar general sin ningún costo económico.
Y
también es útil para la Teoría Liberal, que es la
tercera gran apuesta teórica, porque como había expresado
al principio desde el punto de vista de la libertad se puede hacer todo
aquello que no perjudica a otros y como nuestra actuación y nuestro
reconocimiento por el estado no perjudica a nadie, evidentemente un liberal
tampoco se puede oponer a este tipo de medidas. Pero la mayoría
de la población evoluciona en su pensamiento. Así fue en
España, porque mucha gente cree que los partidos de izquierda se
jugaron la próxima legislatura por haber aprobado esto, y no fue
así, la sociedad lo quería y ellos simplemente hicieron
lo que quería la sociedad.
El
pensamiento religioso, que en nuestros países se expresa a través
de la Iglesia Católica y que cada vez son menos capaces de explicar
por qué se oponen a la homosexualidad, porque está en la
Biblia, dicen, pero la Biblia dice ¡tantas cosas! a las que afortunadamente
no les hacemos caso, porque si les hiciéramos caso pobre de nosotros.
Por otro lado es un tipo de pensamiento, de concepción del mundo
que también se opone a la idea de la igualdad de las mujeres, porque
no tenemos ninguna mujer que sea obispo, ni sacerdote, no digamos Papa.
Es que realmente como corriente social, como corriente del pensamiento
solo hay en Europa, en España al menos, una corriente que es el
conservadurismo fuerte de base religiosa y que cada vez es más
incapaz de explicar por qué se opone, porque cada vez encuentran
menos base para hacerlo.
El
resto de la población, que es más o menos sensata como en
todas partes, como en Uruguay, como en Argentina, pues con el tiempo ha
ido entendiendo que esto no se puede sostener, que nadie gana nada, que
si los homosexuales ganamos los demás no pierden y que siendo que
somos ciudadanos todos, mejor vivir en paz y solucionar un problema que
elimina la tensión social que mantenerlo indefinidamente hasta
que las cosas empeoren.
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