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Cotidiano Mujer Nº38
Año
2002
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El 15, 16 y 17 de noviembre se realizó en Montevideo el
Primer Foro Social uruguayo promovido por más de 40 organizaciones (entre ellas Cotidiano Mujer), y muchas adhesiones y apoyos (Congreso de Intendentes, IMM, Facultades de la Universidad
de la República y de la Universidad Católica, entre otros).
Durante los jueves de
varios meses, un plenario de organizaciones fue construyendo la idea de
un espacio de encuentro de las organizaciones sociales del país para debatir
y proponer alternativas, pero también para conocerse y reconocerse en
las múltiples agendas y actividades en
que el movimiento social uruguayo está empeñado. No fue fácil articular
los aspectos organizativos, pero sobre todo, no fue fácil construir un
espacio de decisión legítimo. Sin embargo, el Foro Social se realizó y participaron miles de personas, ávidas de escuchar
y hablar; se llenó de jóvenes y durante dos días las más diversas propuestas
de talleres estimularon un clima de encuentro que a pesar de varios errores
organizativos despertó la complicidad de los y las participantes.
“La multiplicidad de actividades no permite agruparlas sin correr
el riesgo de reducir su riqueza y variedad, sin embargo se pueden ver
algunas líneas fuerza que plantean cuestiones relativas, tanto al conflicto
capital-trabajo-globalización, como a los diversos cortes transversales
que se desencadenan de la prácticas ligadas a lo ambiental, el género,
lo etario y las prácticas sociales para la emancipación. Las miradas no
se agotan en la objetividad material sino que se pretende ver el impacto
en las subjetividades y en la espiritualidad de las personas y de la sociedad,
tanto la cuestión de la impunidad, la crisis, como la globalización y
sus efectos. Las vías democráticas deben repensarse
en relación a los derechos y al rol del Estado, la sociedad y el
mercado, y no se agotan en los referentes actuales sino que hay que crear
nuevos para dar cuenta de la complejidad.
Algunas de las actividades que muestran la diversidad y pluralidad
fueron, un panel sobre los super-excluidos, otro
sobre reforma del estado, un taller sobre democratización de la
comunicación, una asamblea contra el ALCA, el foro interreligioso, lo ambiental y la sustentabilidad,
la mesa redonda sobre el impacto de los fudamentalismos, o sobre el efecto
de la impunidad, las Redes de Trueque,
la cuestión de la educación, la salud, el cooperativismo y los
trabajadores, la economía social, la permanencia del pensamiento de Pérez
Aguirre, Infancia y ciudadanía o ¿el por qué de la política? entre otros.”
Nelson Villareal, (Apuntes para una evaluación del FSU).
Una nota del semanario Brecha titulaba, “Foro Social Uruguay:
El Foro de los invisibles” y realmente
en varios sentidos el título define bien el carácter del Foro.
En el sentido más literal, porque la suspensión de las actividades culturales
en la Plaza de los Treinta y Tres, por la amenaza de alerta meteorológica,
nos dejó sin la posibilidad de un punto de encuentro que diera identidad
colectiva a las actividades descentralizadas en los salones de muchas
facultades cercanas pero no conectadas entre sí.
En un sentido más metafórico también es el foro de los invisibles
porque es un espacio que crea una identidad diferente, una identidad de
articulación donde cada quien tiene el derecho a tomar la palabra.
Este primer FSU deja las puertas abiertas para generar un proceso
de encuentro que habilite el debate entre diferentes estrategias y organizaciones.
Para muchas de las 4000 personas que participaron fue una experiencia
novedosa, una experiencia que vale la pena repetir, una experiencia necesaria
que reconoce las mil formas en que la gente se organiza para resistir,
cambiar, y ser solidari@ en un país en crisis. Para much@s fue
una oportunidad de ver y escuchar lo que otros y otras hacen en una sociedad
fragmentada que nos impide reconocernos. Para otr@s fue una oportunidad
de compartir, puntos de vista y agendas en un espacio más amplio que pocas
veces se logra en el Uruguay de hoy.
Tal vez, este espacio amplio e inclusivo refleje mejor la sensibilidad
de mucha gente que quiere adherir a temáticas y agendas pero no a organizaciones
específicas. En todo caso ese es uno de los temas que desde nuestro punto
de vista deja abierto el Foro, si lo pensamos como un proceso de articulación
y convergencia, como una movida política no partidaria, amplia y diversa
que tendrá que modificar las lógicas muchas veces aparatistas y centralistas
de las organizaciones. Nosotras estamos convencidas de la necesidad de
crear espacios que articulen la diversidad de actor@s y agendas
de los movimientos sociales y por ello nos hemos involucrado activamente
en el Foro Social Mundial, en su Comité Internacional y creemos que este
proceso abre la oportunidad de construir nuevos procesos emancipatorios,
desde múltiples actores para construir nuevas culturas políticas.
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