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Las
Contrageografías
de la Globalización
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Cotidiano Mujer Nº37
Año
2002
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Saskia
Sassen*
La
feminización de la supervivencia
Por
un lado el aumento de trabajadoras migrantes y de mujeres traficadas
para la industria del sexo, los abusos que sufren y las remesas
que generan para su país de origen, y por otro los programas de
ajuste estructural, el aumento del desempleo, el peso de la deuda
externa, la búsqueda de nuevas fuentes de rentas públicas y de
ganancias para el sector privado. En este artículo Saskia Sassen
explora cómo los vínculos sistémicos entre unos y otros fenómenos
se plasman en las «contrageografías de la globalización».
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Durante
la última década ha aumentado la presencia de mujeres en varios circuitos
transfronterizos. Estos circuitos son sumamente diversos, pero comparten
una característica: son generadores de ganancias o de rentas públicas
que se han desarrollado a costa de sectores verdaderamente carenciados.
Incluyen el tráfico ilegal de personas para la industria del sexo y para
varios tipos de mercados laborales, formales e informales. También incluyen
la migración transfronteriza, tanto documentada como no, que se ha transformado
en una fuente importante de moneda fuerte para los gobiernos de los países
de origen. La formación y fortalecimiento de estos circuitos se debe en
buena medida a las condiciones estructurales de fondo. Entre los actores
clave que surgen en estas coyunturas y forjan estos circuitos están las
propias mujeres que buscan empleo, pero también, y cada vez más, los traficantes
y contratantes ilegales, además de los gobiernos de los países de origen.
Conceptualizo
estos circuitos como contrageografías de la globaliza-ción. Se vinculan
estrechamente con algunas de las principales dinámicas constitutivas de
la globalización: la formación de mercados globales, la intensificación
de redes transna-cionales y translocales, el desarrollo de las tecnologías
de la comunicación, que fácilmente eluden las prácticas de vigilancia
convencionales. El fortalecimiento y, en algunos casos, la formación de
nuevos circuitos globales se inserta o se posibilita en base a la existencia
de un sistema económico global y el desarrollo paralelo de varios apoyos
institucionales a los flujos de dinero y los mercados transfronterizos.
Estas contrageografías son dinámicas y fluctuantes con respecto a su inserción:
en cierta medida son parte de la economía paralela, pero también claramente
utilizan parte de la infraestructura institucional de la economía formal.
[...]
Un
nuevo panorama conceptual
La
variedad de circuitos globales que están incorporando a un creciente número
de mujeres se ha fortalecido en un momento en que algunas de las principales
dinámicas relacionadas con la globalización económica han tenido importantes
impactos en las economías en desarrollo. Éstas se han visto obligadas
a imple-mentar un paquete de nuevas políticas y a adaptarse a las nuevas
condiciones asociadas con la globalización: los Programas de Ajuste Estructural,
la apertura a empresas extranjeras, la eliminación de múltiples subvenciones
estatales, y -lo que parece casi inevitable- las crisis financieras y
los tipos de soluciones programáticas vigentes, patrocinadas por el Fondo
Monetario Internacional (FMI). Hoy en día está claro que en la mayoría
de los países afectados, ya sea México o Corea del Sur, estas condiciones
han generado costos enormes para ciertos sectores de la economía y de
la población, y en cambio no se ha reducido significativamente el nivel
de endeudamiento público.
Entre
estos costos se destaca el crecimiento del desempleo; el cierre de un
gran número de empresas generalmente en sectores más o menos tradicionales
orientadas hacia el mercado local o nacional; la promoción de cultivos
comerciales para la exportación, que vienen sustituyendo la agricultura
de subsistencia y la producción alimenticia para el mercado local o nacional;
y por último, la continuada carga, generalmente pesada, de la deuda pública
en la mayoría de estas economías.
¿Existen
vínculos sistémicos entre estos dos conjuntos de tendencias, la creciente
presencia de mujeres de países en desarrollo en los diversos circuitos
globales mencionados más arriba, y el aumento del desempleo y de la deuda
en esas mismas economías? Para articular esto en términos sustantivos
se puede plantear que las oportunidades cada vez menores de empleo masculino
en muchos de estos países, la reducción de formas más tradicionales de
obtener ganancias en estos mismos países, a medida que se abren a la participación
de empresas extranjeras en una gama cada vez más amplia de sectores económicos
y se les presiona para que desarrollen sus industrias de exportación,
y la disminución de rentas recaudadas por los gobiernos en muchos países
-en parte vinculada a estas condiciones y al peso del servicio de la deuda-,
han contribuido a aumentar la importancia de formas alternativas de ganarse
la vida, sacar ganancias y obtener rentas públicas. [...]
Mi
objetivo principal es señalar las conexiones sistémicas entre, por un
lado, individuos considerados pobres y con poca capacidad de ganancia,
y por lo tanto de poco valor agregado, que muchas veces se presentan como
una carga más que como un recurso, y por otro, los que están emergiendo
como fuentes importantes de generación de ganancias, especialmente en
la economía paralela, y de aumento de las rentas públicas. La prostitución
y la migración laboral son cada vez más importantes como formas de ganarse
la vida; el tráfico ilegal de mujeres y niños/as para la industria del
sexo y de trabajadores/as tiene una importancia cada vez mayor como forma
de sacar ganancias; y las remesas mandadas por los/las emigrantes, además
de la exportación organizada de trabajadores/as, representan fuentes cada
vez más significativas de rentas públicas para algunos gobiernos. Las
mujeres constituyen ampliamente el grupo mayoritario en la prostitución
y en el tráfico para la industria del sexo, y se están transformando en
el sector mayoritario en la migración laboral. Las mujeres extranjeras
se emplean y/o se "usan" en una gama cada vez más amplia de
sectores económicos, algunos ilegales e ilícitos, como la prostitución,
pero también en otros altamente regulados, como la enfermería.
Estos
circuitos se pueden pensar como un indicador de la feminización -si bien
parcial- de la sobrevivencia, porque cada vez más estas formas de ganarse
la vida, sacar ganancias y recaudar rentas públicas se realizan a costa
de las mujeres. Por lo tanto, al usar el concepto de la feminización de
la supervivencia, no sólo refiero al hecho de que los hogares, y de hecho
comunidades enteras, cada vez dependen más de las mujeres para sobrevivir.
Quisiera subrayar el hecho de que también los gobiernos dependen de los
ingresos que ganan las mujeres en estos diversos circuitos, como igualmente
dependen esos tipos de empresa cuyas formas de sacar ganancias se ubican
en los márgenes de la economía "lícita".
Finalmente,
al usar el término circuitos, mi intención es de resaltar el hecho de
que estas dinámicas tienen un grado de institu-cionalización que no son
simplemente la suma de acciones individuales. [...]
La
deuda pública
La
deuda y los problemas relacionados con el servicio de la deuda se han
convertido en un aspecto sistémico del mundo en desarrollo desde los años
80. En mi opinión, también son una dimensión sistémica que provoca la
formación de las nuevas contrageografías de la globalización. [...]
Hay
bastantes estudios que demuestran los efectos perjudiciales de esta deuda
sobre programas gubernamentales que beneficien a mujeres y a niños/as,
especialmente educativos y de atención de la salud, que obviamente son
inversiones necesarias para asegurar un futuro mejor. Además, se ha demostrado
que el desempleo generalmente asociado con los programas de austeridad
y de ajuste, impuestos por las agencias internacionales como solución
al problema de la deuda pública, también tiene efectos adversos para las
mujeres. El desempleo, tanto de las propias mujeres, como de los integrantes
varones de sus hogares, ha contribuido a la presión sobre las mujeres
para encontrar nuevas formas de asegurar la sobrevivencia del hogar. La
producción alimenticia de subsistencia, el trabajo informal, la emigración,
la prostitución han crecido como opciones de sobrevivencia.
La
carga de la deuda pública y las altas tasas de desempleo han conllevado
la necesidad de buscar alternativas y la reducción de las oportunidades
económicas normales ha conducido a que las empresas y organizaciones recurran
más a formas ilegales de generación de ganancias. En este sentido, la
carga pesada de la deuda juega un rol importante en la formación de las
contrageografías de sobrevivencia, generación de ganancias y aumento de
rentas públicas. En cierta medida la globalización económica ha contribuido
al rápido aumento de algunos componentes de esta deuda y ha proporcionado
una infraestructura institucional para los flujos transfronterizos y los
mercados globales. Se puede afirmar que la globalización económica facilita
el funcionamiento de estas contrageografías a escala mundial.
En
general, la mayoría de los países que llegaron a tener un índice elevado
de endeudamiento en los años 80 no han podido resolver este problema.
Y en la década de los noventa hemos visto endeudarse a todo un conjunto
nuevo de países. Durante estas dos décadas [...] los Programas de Ajuste
Estructural (PAE) se transformaron en una nueva norma del Banco Mundial
y el FMI, que aducían que representaban una forma prometedora de asegurar
el crecimiento a largo plazo y una política gubernamental sólida. No obstante,
todos estos países han mantenido sus altos niveles de endeudamiento, y
41 de ellos ya se consideran Países Pobres Altamente Endeudados. Además,
a partir de un análisis de la estructura real de la deuda, el servicio
de la misma y cómo se inserta en la economía de los países deudores, se
puede inferir que es poco probable que bajo las condiciones actuales la
mayoría de estos países puedan pagar la totalidad de su deuda. Aparentemente
los PAE han reducido todavía más esa posibilidad al exigir reformas económicas
que han contribuido al aumento del desempleo y a la quiebra de muchas
pequeñas empresas orientadas al mercado nacional.
Aun
antes de la crisis económica de los 90, la deuda de los países pobres
en el Sur creció de 507 billones de dólares en 1980 a 1,4 trillones de
dólares en 1992. El pago solo del servicio de la deuda había aumentado
a unos 1,6 trillones de dólares, es decir a más que el propio monto de
la deuda. Además, como ahora se reconoce en muchos ámbitos, el Sur ya
había pagado varias veces su deuda, y no obstante ésta creció en un 250%.
Según algunos cálculos, desde 1982 a 1998 los países endeudados pagaron
cuatro veces su deuda original, y a la vez el valor de la deuda se multiplicó
por cuatro.2 [...]
Es
inevitable que el peso de la deuda haya repercutido profundamente en la
composición del presupuesto estatal. Esto se ve claramente en el caso
de Zambia, Ghana y Uganda, tres países que el Banco Mundial considera
cooperativos y responsables, además de efectivos en su implementación
de los PAE. En Zambia, por ejemplo, el gobierno pagó 1,3 billones de dólares
en deuda pero solamente destinó 37 millones de dólares a la educación
primaria; los gastos en políticas sociales de Ghana sumaron 75 millones
de dólares, lo que representa un 20% del servicio de su deuda; y Uganda
destinó nueve dólares per cápita al pago de la deuda y solamente un dólar
per cápita a la salud.3 Sólo en 1994 estos tres países devolvieron
2,7 billones de dólares a bancos del Norte. Los pagos de África ascendieron
a 5 billones de dólares en 1998, lo que quiere decir que por cada dólar
de ayuda, los países africanos pagaron 1,4 dólares de servicio de la deuda
en el mismo año. La proporción del servicio de la deuda con respecto
al PNB en muchos de los Países Pobres Altamente Endeudados excede los
límites sostenibles; en muchos casos es mucho más extrema que los niveles
que se consideraban insostenibles durante la crisis de la deuda en América
Latina en los años 80. La proporción de deuda respecto a PNB es especialmente
alta en África, donde ascendió a un 123%, en comparación con un 42% en
América Latina y un 28% en Asia.4 . El FMI exige que los Países
Pobres Altamente Endeudados destinen un 20 a un 25% de sus ingresos por
exportación al servicio de la deuda. En cambio, después de la guerra en
1953 los Aliados cancelaron un 80% de la deuda de Alemania y sólo
insistieron en un servicio de la deuda equivalente de un 3 a un 5% de
los ingresos por exportación. (Fantu Cheru).
Estas
características de la situación actual indican que la mayoría de estos
países no superarán su endeudamiento siguiendo las estrategias actualmente
vigentes, tales como los PAE. [...] Además, junto con varias otras dinámicas,
los PAE han contribuido a aumentar el desempleo y la pobreza. [...]
Los
circuitos alternativos de sobrevivencia
En
este contexto surgen los circuitos alternativos de supervivencia, los
cuales se articulan con estas condiciones, [...] caracterizadas por altos
niveles de desempleo, pobreza, la quiebra de muchas empresas, y la reducción
de recursos estatales para satisfacer las necesidades sociales. [...]
El
tráfico de mujeres
El
tráfico de mujeres para la industria del sexo es altamente rentable para
las personas que lo controlan. Naciones Unidas calcula que en 1998 se
traficaron 4 millones de personas, lo que produjo ganancias de 7 billones
de dólares para grupos criminales.5 Esta cifra incluye remesas de
los ingresos de prostitutas y pagos a organizadores e intermediarios en
estos países. Durante los últimos años en Japón, las ganancias de la industria
del sexo suman aproximadamente 4,2 trillones de yenes por año. En Polonia,
la policía calcula que por cada mujer polaca entregada, el traficante
recibe alrededor de 700 dólares. En Australia, la Policía Federal calcula
que las ganancias generadas por 200 prostitutas pueden ascender a 900.000
dólares por semana. La entrega de una mujer ucraniana o rusa -ambas altamente
valoradas en el mercado del sexo- representa una ganancia de entre 500
y 1.000 dólares para la banda criminal que la trafica. Se prevé que cada
mujer atienda a un promedio de 15 clientes por día, ganando así aproximadamente
215.000 dólares por mes para la organización criminal.6
Se
calcula que en los últimos años varios millones de mujeres y niñas han
sido traficadas dentro y desde Asia y la ex Unión Soviética, dos de las
principales áreas de tráfico. El aumento del tráfico en ambas áreas se
relaciona con las condiciones de pobreza que afectan a las propias mujeres
o a sus hogares o padres, quienes las venden a intermediarios. [...] Con
la implementación de las políticas de mercado las tasas de desempleo entre
las mujeres en Armenia, Rusia, Bulgaria y Croacia alcanzaron un 70% y
en Ucrania un 80%. [...]
El
tráfico de migrantes también es un negocio rentable. Según un informe
de NNUU, las organizaciones criminales generaron en los años 90 aproximadamente
3,5 billones de dólares por año de ganancias del tráfico de migrantes
en general (no sólo mujeres).7 La participación del crimen organizado
es una novedad en el caso del tráfico de migrantes; en el pasado generalmente
eran criminales menores que realizaban este tipo de tráfico. También existe
información que indica que las organizaciones criminales están creando
alianzas estratégicas intercontinentales a través de redes de personas
de la misma etnia en varios países; esto facilita el transporte, los contactos
y la distribución locales, la provisión de documentos falsos, etcétera.
[...] Tales redes también facilitan la circulación organizada de mujeres
traficadas entre países terceros -no sólo desde países de origen a países
de destino. [...]
Es
probable que algunas de las características de las políticas inmigratorias
y de los métodos usados para hacerlas cumplir contribuyan a hacer que
las mujeres víctimas del tráfico sean aun más vulnerables y tengan pocas
posibilidades de recurrir a la ley. Si no tienen documentos -siendo ésta
la situación más común- no serán tratadas como víctimas de abuso, sino
como infractoras de la ley en tanto han violado las leyes relativas al
ingreso, residencia y trabajo. El intento de abordar el problema de la
inmigración sin documentación y el tráfico a través de controles más rígidos
en las fronteras aumenta la probabilidad de que las mujeres usen a traficantes
para cruzar la frontera, y puede que algunos de éstos resulten pertenecer
a organizaciones criminales vinculadas a la industria del sexo.
Además,
en muchos países la prostitución está prohibida para las mujeres extranjeras,
lo que fortalece aun más el rol de las bandas criminales en la prostitución.
También reduce las opciones de supervivencia de las mujeres extranjeras,
cuyo acceso al mercado de trabajo formal probablemente ya sea limitado.
En otros países la prostitución de mujeres extranjeras se tolera, mientras
que hay más resistencia con respecto a su acceso a trabajos regulares
dentro del mercado laboral; es el caso, por ejemplo, de Holanda y Suiza.
Según datos de la IOM, el número de prostitutas inmigrantes en muchos
países de la Unión Europea (UE) es mucho más alto que el de prostitutas
nacionales: 75% en Alemania, 80% en Milán, Italia.
Mientras
que algunas mujeres saben que se las trafica para la prostitución, para
muchas las condiciones de su reclutamiento y el grado del abuso y esclavitud
a los que están sometidas sólo se descubren después de su llegada al país
de destino. Las condiciones del cautiverio a menudo son extremas, parecidas
a la esclavitud, y también lo son las condiciones de abuso, que incluyen
la violación y otras formas de violencia sexual, y castigos físicos. Reciben
salarios de miseria que muchas veces se les retienen. Se les impide usar
métodos para prevenir el SIDA, y en general no tienen derecho a la atención
médica. Si piden ayuda a la policía es posible que se las detenga por
violar las leyes de inmigración; si tienen documentos falsos son procesadas.
Como
ha crecido rápidamente el turismo durante la última década, convirtiéndose
en una estrategia central de desarrollo para ciudades, regiones y países
enteros, el sector del ocio ha experimentado un crecimiento paralelo al
ser reconocido como un sector clave para el desarrollo. Y en muchos lugares
la industria del sexo que es parte del sector del ocio ha crecido a la
par. En algún momento queda claro que el comercio del sexo en sí puede
llegar a ser una estrategia de desarrollo en áreas con altas tasas de
desempleo y de pobreza y donde los gobiernos están desesperados por aumentar
sus rentas y su reserva de divisas. Cuando la industria manufacturera
y la agricultura nacional ya no funcionan como fuentes de empleo, de ganancias
y de rentas públicas, lo que antes era una fuente marginal de ingresos,
ganancias y rentas, ahora se transforma en una mucho más importante. La
mayor importancia de estos sectores en el desarrollo hace que se generen
cada vez más vínculos. Por ejemplo, cuando el FMI y el Banco Mundial consideran
el turismo una solución a algunos de los desafíos de crecimiento en muchos
países pobres, y otorgan préstamos para el desarrollo o expansión del
mismo, es probable que estén contribuyendo al establecimiento de un contexto
institucional más amplio para la expansión del sector del ocio e indirectamente
de la industria del sexo. [...]
Las
mujeres en la industria del sexo se transforman -en ciertos tipos de economía-
en un vínculo decisivo que alimenta la expansión del sector del ocio y
por lo tanto el turismo como una estrategia de desarrollo, que a su vez
se transforma en una fuente de rentas públicas. Estos vínculos son estructurales,
no una función de conspiraciones. Su importancia en la economía se aumenta
al no haber, o ser muy limitadas, las otras oportunidades de ganarse la
vida, sacar ganancias y recaudar rentas, que tienen las trabajadoras,
empresas y gobiernos respectivamente.
Las
remesas
Las
mujeres, y los migrantes en general, ingresan en las estrategias de desarrollo
a nivel macro por otra vía más: el envío de remesas que en muchos países
representan una de las fuentes principales de reservas de divisas para
el gobierno. Mientras que el flujo de remesas sea tal vez menor en comparación
con los flujos masivos de capital que se dan diariamente en varios mercados
financieros, a menudo es un caudal significativo para las economías en
desarrollo o en crisis.
En
1998 las remesas globales enviadas por emigrantes a su país de origen
alcanzaron más de 70 billones de dólares.
Para
entender el significado de esta cifra, se debe cotejar con el PBI y las
reservas de divisas en los países específicos implicados, en vez de compararla
con el flujo global de capital. Por ejemplo, en Filipinas, un país clave
remitente de migrantes en general y de mujeres para el sector del ocio
en varios países, las remesas han constituido la tercera fuente de divisas
durante los últimos años. En Bangladesh, otro país con números elevados
de trabajadores en Medio Oriente, Japón, y varios países europeos, las
remesas representan aproximadamente un tercio de las divisas.
Para
los gobiernos, la exportación de mano de obra y las remesas constituyen
una forma de enfrentar los problemas del desempleo y la deuda externa.
Recurriendo a estas estrategias los gobiernos han sacado dos tipos de
beneficios. Uno es altamente formalizado y el otro es simplemente un subproducto
del propio proceso migratorio. Entre los ejemplos más destacados de un
programa formal de exportación de mano de obra se encuentran Corea del
Sur y Filipinas. [...]
El
gobierno filipino ha desempeñado un rol importante en la emigración de
mujeres filipinas a EEUU, Medio Oriente y Japón, a través de la Dirección
Filipina de Empleo en el Extranjero (POEA). Establecida en 1982, organizó
y supervisó la exportación de enfermeras y mucamas a áreas de alta demanda
en el resto del mundo. El índice elevado de deuda externa y los niveles
altos de desempleo se combinaron para hacer que ésta fuera una política
atractiva. Durante los últimos años los trabajadores/as filipinos/as en
el extranjero mandan a casa casi un promedio de un billón de dólares por
año. Por otro lado, los varios países importadores de mano de obra se
abrieron, alentando esta política, por sus propias razones. En los países
OPEP de Medio Oriente la demanda de trabajadoras domésticas aumentó bruscamente
después del "boom" petrolero de 1973. Asimismo, confrontados
por una grave escasez de enfermeras, una profesión que exigía años de
formación pero era bastante mal pagada y de poco prestigio o reconocimiento,
EEUU aprobó en 1989 la Ley Inmigratoria de Auxilio de Enfermería, que
permitió la importación de enfermeras.8 Y Japón aprobó una legislación
que permitió el ingreso de "trabajadores para el sector del ocio"
a su economía en auge en los años 80, que se caracterizaba por el crecimiento
de los ingresos disponibles y la fuerte escasez de mano de obra.
El
grupo mayoritario de filipinas que llegan por estas vías a trabajar en
el extranjero se compone de las que trabajan como mucamas, especialmente
en otros países asiáticos. El segundo grupo, y el que más rápido crece,
son las "artistas", que van en su mayor parte a Japón. [...]
A estas mujeres se las recluta como cantantes y artistas, pero frecuentemente,
y tal vez mayoritariamente, se las obliga a prostituirse también.
El
gobierno filipino aprobó medidas que permitían que las agencias de venta
de novias por correo reclutaran a jóvenes filipinas para casarse con extranjeros
en un acuerdo contractual. El crecimiento rápido de este negocio se debió
principalmente al esfuerzo organizado del gobierno. Entre los clientes
principales estaban EEUU y Japón. Las comunidades agrícolas de Japón eran
un destino clave para estas novias, dada la enorme escasez de personas,
y especialmente de mujeres jóvenes en el campo japonés cuando la economía
estaba en auge y la demanda de mano de obra en las grandes áreas metropolitanas
era muy alta. Los gobiernos municipales adoptaron como política el aceptar
a las novias filipinas.
Hay
cada vez más pruebas de que existen niveles significativos de violencia
hacia las novias por correo en varios países, independientemente de su
nacionalidad de origen. En EEUU un informe reciente del INS reveló que
los niveles de violencia doméstica hacia las novias por correo se han
vuelto críticos. Otra vez, la ley opera en contra de que estas mujeres
recurran a ella para protegerse, ya que están expuestas a ser detenidas
si lo hacen antes de que transcurran dos años de matrimonio. En Japón,
a la esposa extranjera contratada por correo no se le otorga el estado
legal igualitario y existen bastantes pruebas de que muchas están sometidas
a abuso no sólo a manos de su marido sino también de la familia extendida.
Hasta 1989 el gobierno filipino aprobó la mayoría de las organizaciones
de venta de novias por correo. Pero bajo el gobierno de Corazón Aquino,
las historias de los abusos cometidos por esposos extranjeros llevó a
la prohibición del comercio de novias por correo. Sin embargo, resulta
casi imposible eliminar estas organizaciones y continúan operando en violación
de la ley.
Aunque
Filipinas es tal vez el país con el programa más desarrollado, no es el
único en haber explorado estas estrategias. Después de la crisis financiera
de 1997-98, Tailandia inició una campaña en 1998 que promovía la migración
de mano de obra tailandesa a través de su reclutamiento por empresas en
el extranjero. El gobierno buscó exportar trabajadores al Medio Oriente,
EEUU, Gran Bretaña, Alemania, Australia y Grecia. El gobierno de Sri Lanka
ha tratado de exportar otros 200.000 trabajadores además del millón que
ya tiene en el extranjero; mujeres esrilanquesas enviaron a su país 880
millones de dólares en 1998, principalmente de sus ingresos como mucamas
en Medio y Lejano Oriente. Ya en los 70 Bangladesh organizaba programas
extensos de exportación de mano de obra a los países OPEP de Medio Oriente.
Esto ha continuado y junto con las migraciones individuales a éstos y
a otros países, en particular EEUU y Gran Bretaña, es una fuente importante
de divisas. Sus trabajadores enviaron a su país 1,4 billones de dólares
en cada uno de los últimos años.9
Conclusiones
Estamos
presenciando el crecimiento de una variedad de circuitos globales alternativos
para ganarse la vida, sacar ganancias y obtener rentas públicas. Estos
circuitos están incorporando a cada vez más mujeres. Entre los principales
circuitos globales se encuentran el tráfico ilegal de mujeres, tanto para
la prostitución como para trabajos regulares, la exportación organizada
de mujeres como novias, enfermeras y trabajadoras domésticas, y las remesas
enviadas a su país de origen por una mano de obra emigrante crecientemente
femenina. Algunos de estos circuitos operan parcial o totalmente en la
economía paralela. [...]
Llamo
a estos circuitos las contrageografías de la globalización porque:
i) están vinculados directa o indirectamente
a algunos de los programas y condiciones clave que están en el centro
de la economía global, pero
ii) son circuitos no generalmente representados
o vistos como vinculados a la globalización, y muchas veces de hecho
operan por fuera y en violación de las leyes y los tratados, aunque
no están insertos exclusivamente en operaciones criminales, como es
el caso con el narcotráfico. Además, a partir del crecimiento de la
economía global se ha generado una infraestructura institucional que
facilita los flujos transfronterizos y representa, en este sentido,
un entorno habilitante para estos circuitos alternativos.
Estas
formas de supervivencia, generación de ganancias y aumento de rentas públicas
operan cada vez más a costa de las mujeres. A esto se puede añadir las
rentas públicas adicionales que resultan de los ahorros generados por
los recortes en los servicios de salud y educación. A menudo estos recortes
son parte del esfuerzo por hacer que el estado sea más competitivo, como
lo exigen los Programas de Ajuste Estructural y otras políticas vinculadas
a la etapa actual de la globalización. En general se reconoce que este
tipo de recortes tiene un impacto particularmente perjudicial para las
mujeres en tanto son las responsables de la salud y educación de los/las
integrantes de sus hogares.
Estas
contrageografías ponen al descubierto las conexiones sistémicas entre,
por un lado, las mujeres, en su mayoría pobres y mal remuneradas, que
con frecuencia son representadas como una carga más que como un recurso,
y por otro, que están surgiendo como fuentes importantes de la generación
ilegal de ganancias y como una fuente significativa de divisas para los
gobiernos. Señalar la relación entre estas contrageografías y los programas
y condiciones en el centro de la economía global también nos ayuda a entender
cómo la "generización" incide en la formación y viabilidad de
ésta.
Traducido
del inglés por Niki Johnson
*
Saskia Sassen es Catedrática de Sociología Ralph Lewis de la Universidad
de Chicago y Catedrática Invitada de la London School of Economics. Sus
obras han sido traducidas a doce idiomas. Obras traducidas al español:
Guests and Aliens (New York, New Press, 1999, publicado en español por
Siglo XXI, España, 2001); The Global City (2ª edición, Princeton, NU:
Princeton University Press, 2002, publicado en español por EUDEBA, Buenos
Aires); Mobility of Labor and Capital (publicado en español por el Ministerio
de Trabajo y Asuntos Sociales, Gobierno de España, 1993); Losing Control?
Sovereignty in an Age of Globalization (Columbia University Press, 1996,
publicado en español opr Bellaterra, Barcelona). En portugués Studio Noble
Sao Paulo ha publicado Cities in a World Economy.
1
Esta es una versión traducida y editada del artículo de Saskia Sassen,
«Womens Burden: Countergeographies of Globalization and the Feminization
of survival», Journal of International Affairs, Spring, 2000, 53, no 2:
503-524
2
Eric Toussaint (1999) "Poor countries pay more under debt reduction
scheme?". www.twnside.org.sg/souths/twn/title/1921-cn.htm.
3
Asad Ismi (1998), "Plunder with a human face" Z Magazine (febrero).
5
Ver la Fundación Contra el Tráfico de Mujeres (STV) y la Alianza Global
Contra el Tráfico de Mujeres (Global Alliance Against Traffic in Women,
GAATW). Fuentes de información sobre el tráfico regularmente actualizadas
incluyen: http://www.hrlawgroup.org/site/programs/traffic.html.
6
Ver los informes de STV-GAATW; International Migration Office (IOM) (1996),
Boletín Cuatrimestral, Trafficking in Migrants, Geneva: IOM.
7
IOM 1996.
8
Alrededor de un 80% de las enfermeras que se importaron bajo esta nueva
ley eran filipinas.
9
Natacha David (1999), "Migrants made the scapegoats of the crisis"
ICFTU Online, International Confederation of Free Trade Unions, www.hartford-hwp.com/archives/50/012.html.
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