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Cotidiano Mujer Nº35
Año
2001
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Harry
Potter: un libro contra la xenofobia, los fundamentalismos y la discriminación
de todo tipo.
En
pleno siglo XXI, un pequeño mago, en el mejor estilo de la saga artúrica,
viene entusiasmando multitudes, entre niños y niñas, jóvenes y no tan
jóvenes y ha vendido la inusual cantidad de 40 millones de ejemplares
en poco tiempo.
Como todo
éxito, despierta reacciones varias: sospechas por un lado, la cantidad
nunca fue amiga de la calidad; pasión por otro, pequeños que no veían
más que imágenes televisivas, devoran las 300 o 400 páginas sin dibujos
y piden más; fundamentalismos varios como la quema inquisitorial de ejemplares
de Harry Potter en Pensilvania (EEUU) por considerar que atenta contra
la "verdadera fe", junto a ciber-cruzados que piensan que es
un mal ejemplo para los niños, hasta un catedrático de Yale para quien
es literatura "ruin", aparte de un "asesor de brujos"
que critica la película que ya está por salir, porque en ella se vuela
en las escobas al revés, es decir con el cepillo hacia delante y no hacia
atrás, como realmente debe ser. La pottermanía llegó, claro, al ineludible
"merchandising" y ya hay camisetas, llaveros, escobas.
La semióloga
Maria Esther Burgueño realizó un análisis semiótico del "fenómeno
Potter" en el programa de radio "Nunca en Domingo" de
Cotidiano Mujer. Lo que sigue es un resumen del mismo.
La
madre del fenómeno
Joanne K.
Rowling nació en Escocia en 1966, se graduó en letras, trabaja para Amnesty
Internacional, se casó con un periodista portugués con quien vive en Lisboa,
fracasó en su matrimonio y, divorciada, volvió a Edimburgo con una hija
y una idea, la de rescatar ciertas vivencias infantiles y un personaje
que representara varias cosas que tenía por decir. Sin trabajo, viviendo
de un cheque de la Seguridad Social, iba con su hija en un cochecito a
un "pub", "el Nicholson" (hoy lugar de peregrinaje)
y escribía tomando café las historias de Harry Potter, que luego pasaba
varias veces en una vieja máquina de escribir, porque no tenía dinero
para fotocopias. Una vez terminado el primer tomo en 1997, recorrió 9
editoriales que rechazaron su obra. La última donde dejó su libro fue
la mítica Bloomsbury y allí, quiso la suerte, que entusiasmara a un integrante
de la editorial que recomendó enfáticamente publicarlo, llegando en pocas
semanas a ocupar el primer lugar entre los libros más vendidos. Una especie
de cuento de Cenicienta, en el que la autora - que firmó con sus iniciales
J.K.Rowling para que no se supiera que era mujer, - entra en su novela.
Harry
Potter, su biografía
"El
señor y la señora Dursley, estaban orgullosos de decir que eran perfectamente
normales y muy agradecidos por ello. Eran las últimas personas que uno
esperaría encontrar involucradas en algo extraño o misterioso, porque
no aceptaban esas tonterías." (Capítulo Uno). Eran "muggles"
-todo lo contrario de sus primos, los Potter y se estremecían al pensar
qué dirían los vecinos si éstos aparecieran por allí con sus extrañas
capas.
Bueno, es
justamente lo que va a pasar cuando deban aceptar a Harry, el hijo de
los Potter, al morir sus padres en un aparente accidente automovilístico.
Harry pasa a vivir con estos odiosos tíos y un abominable primo, quienes
lo destratan porque muestra algunos signos de no ser igual a ellos, como
la señal incandescente en la frente con forma de relámpago, que él trata
de todas maneras de tapar con un desordenado flequillo.
Vive en este
ambiente de desprotección y de encono, y, a la manera de los personajes
de Dickens, sufre una terrible discriminación. Harry, flaco, desgarbado,
orejudo, anteojudo, es un perfecto anti-héroe frágil y vulnerable y recibe
- a punto de cumplir los 11 años- una revelación que le informa que sus
padres fueron en realidad asesinados y que pertenece a una familia de
magos. También se le informa que entrará en "Hogwarts, Colegio de
Magia y Hechicería" donde cursará los 7 años de educación secundaria
(correspondientes a los 7 tomos que tendrá la obra).
Harry
Potter y Superman
"Esto
no será fácil, habrá muertos y habrá sufrimientos" nos informa
la autora preparándonos para situaciones que enfrentarán a esta especie
de figura mesiánica, capaz de derrotar al enemigo más perverso con situaciones
de verdadero riesgo, haciéndolo vulnerable.
Potter no
es una de esas figuras macizas, intocables al estilo de los Superman;
a diferencia de ellos, él crece, su cuerpo cambia, aprende a madurar y
a veces es pasible de tentaciones de poder o de venganza que hacen que
el Comité de Magia lo amoneste por ejercer fuera de horario "ya
que este mundo tiene sus reglas". Potter aprende que el fin no
justifica los medios. Para Rowling no hay un mundo único donde todos piensen
igual. Integra también a quienes tienen ciertas falencias morales dándoles
un lugar y una formación. La escena de Harry con el "sombrero seleccionador"
cuando entra al Colegio, ilustra este mundo diversificado, en el que el
propio protagonista es visto con sus características positivas y negativas.
Los
buenos, los malos, los feos, los lindos, los ricos, los pobres.
El gigante
Hagrid ha sido discriminado por los magos (que también tienen prejuicios)
por ser demasiado grande, pero es el más confiable para conducir a Harry
al Colegio. También hay entre los magos profesores malos y tontos. Y entre
los estudiantes a mago los hay claramente negativos, como el caso de Draco
Malfoy que pertenece a una familia que no admite a hijos de matrimonios
mixtos (magos y no magos), ni a chicos pobres, ni a extranjeros, lo que
queda de manifiesto con el campeonato inter-colegios con magos de otros
países, que son discriminados por esta familia.
Por otro
lado el mundo de los magos no es industrializado, hay antorchas en lugar
de luz eléctrica, no hay teléfono sino lechuzas mensajeras y el único
que acumula video juegos, como muestra de una infancia alienada es el
repelente primito.
Harry
Potter y las Mujeres
Hermione
Granger es hija de un matrimonio mixto (como Ron Weasleys, el mejor amigo
de Harry) y encarna uno de los personajes más atractivos y fuertes de
la novela. Como hija de "muggles" es perseguida y despreciada
por los sectores más radicales del Colegio. Es brillante desde el punto
de vista intelectual, y estudiosa al punto de hacer un encantamiento para
poder asistir a varios cursos al mismo tiempo. A Hermione no la tiene
que despertar ningún príncipe azul como en los cuentos de hadas, es ella
quien soluciona situaciones que los otros no pueden resolver. Por el tomo
IV, Hermione se convierte en una pequeña Rosa Luxemburgo defendiendo a
los elfos y elfinas (empleados y empleadas domésticos) militando, haciendo
alegatos, organizando mítines para desbaratar el sentimiento clasista
de algunos.
La
saga del Rey Arturo
Hay muchos
elementos en la novela que demuestran que la autora es una muy atenta
lectora del ciclo artúrico, el que desde el siglo V hasta nuestros días
ha dotado a Inglaterra de una mística propia, que se continúa con el "Señor
de los Anillos" de Tolkien y con "La Historia sin Fin"
del alemán Michael Ende.
Uno de ellos
es la referencia a la edad de Harry, los 11 años que cumple al recibir
la revelación que concuerdan con los 111 que cumple Bilbo Bolsón al comenzar
el "Señor del los Anillos";con los 11 que cumple Bastián cuando
ingresa al mundo de Fantasía en "La Historia sin Fin", y con
la edad de Arturo al recibir la espada. Otro, son los objetos mágicos
que distinguen al héroe, el anillo como talismán del Hobbit, la espada
de Arturo, la marca resplandeciente de Harry.
Pero es la
orfandad, o las circunstancias extraordinarias en el nacimiento, características
de los héroes con misiones salvíficas, lo que los habilita al pasaje de
una situación diferente. Arturo era un niño huérfano protegido por Merlín
como lo es Harry por Hagrid, y como el personaje de "El Señor de
los Anillos" es criado por sus tíos. Los personajes de Ende, en la
realidad y en la fantasía (Bastián y Atreyu) también son huérfanos y como
ellos, Harry no lucha por sí mismo, sino que su triunfo dependerá de un
triunfo colectivo.
Pero los
méritos de la lectura de Potter no reposan exclusivamente en asuntos éticos
o en inteligentes referencias inter-textuales. Estructuralmente las novelas
de la serie Potter están muy bien logradas: los ciclos se cumplen cada
año, la alternancia del suspenso con el humor es constante, la emoción
se combina siempre con la diversión.
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