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el cine es cosa de mujeres |
Artículo
de la revista
Nº 25
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En el mes de
junio pasado, invitada por Cinemateca Uruguaya y por el Instituto
Goethe, la cineasta alemana Jutta Brückner visitó
Montevideo para presentar en Sala Cinemateca una retrospectiva de
su obra. Nacida en Düsseldorf, en los años de la culposa
Alemania de posguerra integró el movimiento feminista de
su pais enraizado en las protestas estudiantiles de mayo del ’68.
Pertenece al grupo de alemanas que comenzaron a hacer cine a mediados
de los ’70 con una mirada diferente a la de los directores masculinos,
junto a Helke Sanders, Helga Sanders- Brahms, Margarette von Trotta
y Doris Dorrie entre otras. Jutta vive actualmente en Berlín,
habiendo hecho estudios de Ciencias Políticas, Filosofía
e Historia; es profesora de Ciencia Cinematográfica en la
Escuela Superior de Arte de Berlín y ha dirigido hasta hoy
ocho películas.
Un pequeño milagro
alemán
Reunidas en Cotidiano junto a un grupo de hombres
y mujeres vinculados al cine conversamos durante tres horas sin
pausa con esta mujer - feminista, progresista y cineasta - que además
de responder muy puntualmente a las preguntas que se le formularon,
nos transmitió la alegría de quien encontró
en la fórmula de poder conformar su vida, como ella lo deseó.
"A comienzos del movimiento feminista en Alemania,
existió el intento, el deseo, de expresarse feministamente
en todas las artes. El hecho de que precisamente fuera en Alemania
donde hubiera llegado este movimiento de mujeres cineastas tiene
un trasfondo muy concreto", comenzó diciendo J.B. La
producción del cine alemán a fines de los años
‘60 estaba en una situación desastrosa, y empezó a
sentirse que "el cine de papá" había muerto.
Fue entonces que una generación tomó la posta y en
ella las feministas marcaron su identidad.Los hombres de esa nueva
generación de cineastas se preguntaban ¿cuál
es nuestra posición respecto a la historia alemana? pero
las mujeres cineastas se preguntaron ¿cómo es la situación
de la mujer dentro de la historia alemana?, era una producción
de género.
Y así comenzó a producirse el cine
feminista alemán. Se agregaron algunas cosas más para
poder hacer posible este pequeño milagro del cine de la mujer
en Alemania. Una de ellas fue la creación de una especie
de subdepartamento de cine para la mujer. Ya en aquella época
existía el sistema de subvención al cine, y esto fue
muy importante para las mujeres, era una subvención del estado,
a nivel central y federal. Hubo también una subvención
especial para la primer película de un autor. En la televisión
estatal había un espacio que se llamaba y se llama la
Pequeña Película de la Televisión. Lo que
le interesaba a este departamento era producir películas,
y dejaba todos los derechos al autor. "Esto es lo mejor que le
podía pasar al cine alemán, que la televisión
ayudara para que películas pequeñas e interesantes
pudieran ser exhibidas". Una de las posibles explicaciones dentro
del contexto político y cultural de la época para
que la TV alemana impulsara el cine de autor, sería la tendencia
de los alemanes a la pedagogíay la televisión,
comenta Jutta. "que todos pagábamos a través
de los impuestos- tenía la tarea de educar y enseñar."
Los autores desarrollaron la capacidad de rodar películas
con presupuestos muy bajos en comparación con los europeos
y se convirtió en una especialidad alemana el que productor,
director y guionista fueran una misma persona.
Hoy en dia es el canal Arte, emitido en alemán
y francés el que da esos espacios. Por otro lado sigue existiendo
el programa de la pequeña película para la televisión,
aunque con algunos cambios, por ejemplo se exhibe a la una de la
noche...
¿Adonde le giro el
dinero?
Jutta Brückner nos cuenta cómo hizo su
primer película: tenía el tema desde hacía
tiempo, escribió un texto de tres páginas, lo envió
a todos los canales de TV y esperó respuesta un tanto desconfiada
porque nadie la conocía. Con gran asombro, el director del
canal de las pequeñas producciones fue a su casa a ver si
realmente existía ese ser desconocido y a preguntarle adonde
le giraba el dinero, porque su película había sido
seleccionada. "Esas cosas ocurren en Alemania", dice riendo
la directora. El dinero era poco pero debía alcanzarle, debía
ser ella su propia productora y hacer de siete oficios. "Así
se aprende a pensar en formas estéticas que sean baratas.
Y así se llegó a decir que el cine alemán tenía
demasiada fantasía y poco dinero. No era malo eso". Sin
embargo había un desfasaje, las películas alemanas
que eran muy apreciadas en el exterior, estaban en todos los Festivales
y tenían mucho éxito, provocaban batallas campales
en su propio pais. "Eso tiene que ver con el clásico odio
alemán a sí mismo: lo que es alemán no puede
ser bueno, y eso se mezcla, con el sentimiento de grandiosidad alemana
de que todo lo que es alemán debe ser bueno", señala
Jutta.
El budín europeo
Hoy en dia existe una subvención a nivel europeo,
pero esto es algo muy delicado porque hay que cumplir con condiciones
de diferente tipo, lo que se presta a discusiones. Y hay muchas
películas que son una especie de "eurobudín". "Por
ahora todavía soy optimista, la película que estoy
rodando es la primera que está entrando en este engranaje
europeo, es una coproducción entre Alemania, Suecia, Finlandia
y Dinamarca, y es muy lógico, es una película sobre
Brecht, y Brecht viajó por todos estos lugares". En su
caso nadie intentó ejercer influencia sobre forma o contenido
de lo que quería hacer, pero se sabe de colegas a los que
les va distinto. "Yo suelo ser terriblemente crítica con
respecto a este cine de coproducciones, porque a menudo no representan
a nada ni a nadie." También lo es respecto al feminismo
en Alemania.
El cinco por ciento
"El feminismo en nuestro país ya no está
prácticamente en las calles, se ha retirado a las Universidades,
y allí hace cosas fantásticas. Todo lo que están
investigando mujeres altamente calificadas en las ciencias, por
ejemplo, es impresionante. Sólo que eso lo entiende sólo
un 5% de la sociedad. Lo entienden sólo las que han hecho
toda la carrera en la Universidad y quieren quedarse en ella. Ahí
hay un tesoro y en algún momento este tesoro va a volver
a ser utilizado... seguramente por la próxima generación",
afirma optimista Brückner. Se asombra y se alegra que en
Uruguay haya un grupo que se defina feminista. Parece que en Europa
la mayoría de las mujeres están cansadas de feminismo
o directamente en contra, aunque agrega, "cosechan lo que la
primera generación plantó...las mujeres jóvenes
-con pocas excepciones- no quieren identificarse con la palabra
feminismo, eso no quiere decir que sean tontas o superficiales,
son muy inteligentes y aunque no quieran llevar la etiqueta, viven
su vida feministamente".
Considera que su generación vivía el
concepto de emancipación como unido al de felicidad y hoy
tienen claro que la emancipación no incluye la felicidad,
bastante que signifique poder conformar la vida como se la desea.
Aunque ahora el feminismo esté reducido a la Universidad,
a la investigación teórica, aunque no haya más
mujeres en la calle y no haya más movimiento, tal vez sí
sea posible encontrar - aun desde los propios hombres- otro tipo
de análisis en las cosas que se hacen, más cuidado,
con más atención al tema. "Antes, las mujeres,
cuando estábamos en la calle teníamos necesidad de
consignas, de reducir las verdades a blanco/negro, y las preguntas
y las repuestas eran muy simples. La mujer, el hombre. Era una posición
política muy cerrada, entendida como dos géneros".
Brecht, el padre
Jutta ilustra su proceso feminista con su propia
experiencia. "En mis primeras siete películas me interesé
sólo por las mujeres, nunca se me hubiera ocurrido hacer
una película sobre un hombre, sólo me animé
a acercarme a Brecht a través de la mujer. Si se quiere
decir en forma teórica, se podría decir que desde
el punto de vista autobiográfico, en estas primeras películas
me enfrenté solamente con la madre, no sólo con la
mujer real, conla madre real, sino con la posición de madre".
Esta mujer que se considera una teórica dentro
del movimiento afirma: "Los cineastas odian la teoría,
creo que soy la única que no la odia, tengo una formación
teórica muy grande, pero sé también muy bien
cuan grande es la diferencia entre la teoría y la práctica
y se lo difícil que se hace pasar de lo uno a lo otro, no
se puede filmar una teoría, puede demorar muchos años
el decantarla.En la película que estoy haciendo sobre Brecht,
por primera vez me enfrento al padre, al padre en el sentido de
la cultura, de la cual a una como mujer la echan y a la que
como mujer artista se ingresa con mucho esfuerzo. En este sentido
los conceptos sexo y género me han influenciado mucho con
el correr del tiempo. Brecht ha sido descrito prácticamente
sólo por hombres, sólo una o dos mujeres han escrito
sobre él, y hubo muchas ambigüedades en sus libros.
Todas vieron que Brecht con respecto a las mujeres era un explotador,
pero todas caían en la magia de sus poemas de amor. Mi tarea
en esta trilogía de Brecht (después de ¿Ama
usted a Brecht? Jutta prepara dos películas más
sobre el autor) fue mostrarlo desde mi costado femenino".
Se compara el "caso Brecht", en relación con
las mujeres con los de Marx y Freud y Jutta nos hace reir con su
ironía: "Brecht, que pasa toda su obra hablando sobre
la economía de la carencia hubiese tenido que entender que
en su hogar, viviendo con tres mujeres al mismo tiempo, estaba practicando
una economía de exceso; ésta es una gran contradicción
que él mismo pudo tematizar". Al final de su vida este
hombre cuya imagen dio la vuelta al mundo con su pelo cortito y
sus lentes redondos escribió esta frase lapidaria: "Hay
mujeres que luchan toda la vida, éstas son imprescindibles".
Dos confesiones y una pasión
Dos preguntas finales permitieron que Jutta Brückner
en la plenitud de su tarea creativa responda con mucha honestidad
- y humor porqué no - sobre dos opiniones personales. Una
fue qué pensaban las feministas de la época radical,
de los setenta, de Marlène Dietrich que hacía roles
nada feministas: "fue un hecho muy significativo, cuando empezamos
con el movimiento feminista íbamos a un cine que los miércoles
pasaba películas de mujeres a las 8 de la noche, pasaba "las"
que teníamos que ver. Pero más tarde, en el
trasnoche, muchas de nosotras veíamos los filmes que no debían
ser vistos, los de Marlène Dietrich, no debían ser
vistos, no eran feministamente correctos, no teníamos derecho
a que nos gustaran. Pero eso fue al principio, luego fue otra cosa".
La otra pregunta fue sobre la discutida Leni Riefenstahl, la realizadora
alemana, comprometida con el régimen nazi a través
de sus macro-películas magnificando las obras del III Reich.
¿Es una buena realizadora? Jutta se toma su tiempo, alarga
el si como con ganas de que no salga de su boca y finalmente dice
"Sí, es verdad que es una buena
realizadora, pero también es verdad
que con los medios que tenía a su disposición,
tantos como los que hoy dispone Spielberg, trabajando con un equipo
de 400 personas, grúas, etc. haciendo todas las pruebas que
quisiera... se puede trabajar de manera fantástica. Tenía
tiempo, dinero y poder. También creo sabía muy bien
lo que estaba haciendo". Y finalmente la pasión: "Mi
ídolo es Tabucchi con "El espejo", pero reconozco que él
también tuvo los medios para hacer hasta nueve versiones,
y trabajó años en ese filme, hasta que en la novena
dijo: OK. Si alguien tuviera esos medios...".
La próxima película de esta directora
no va a ser barata tampoco, está montando un documental nuevamente
sobre Brecht, con un presupuesto alto, a propósito
de los 100 años del nacimiento
del escritor y una película de ficción también
sobre el inagotable Brecht. Lo que parecía inagotable esa
mañana de junio fue la riqueza de esa charla compartida con
esta alemana lúcida, cálida, honesta y exigente que
nos proporcionó una mirada de gran angular de su pais, su
cine, sus mujeres.
Elena Fonseca
Filmografía:
1975 - Cría fama y échate a dormir; 1977
- Una muchacha absolutamente abandonada; 1980 - Años de hambre;
1980 - Aprender a andar; 1983 - Raíces aéreas; 1984
- Amor colosal; 1988 - Una mirada y estalla el amor; 1993 - ¿Ama
usted a Brecht?
El cine es cosa de mujeres
EUNICE GUTMAN
Eunice visitó Montevideo en el mes de julio,
brasilera con estudios en Ciencias Sociales en su pais y egresada
del Instituto Superior de Artes, Espectáculos y Técnicas
de Difusión de Bruselas, Bélgica. Ha filmado un mayoría
de videos y documentales y tiene en su haber varios premios internacionales.
Conversamos con ella en esa oportunidad y nos contó qué
la movía y la conmovía.
Le gustó el cine por ser un trabajo colectivo,
en contacto con la gente. Aprendió la técnica en el
INSAS, en Bruselas, pero prefirió volver a Brasil cuando
políticamente pudo hacerlo. "Uno hace un filme porque
quiere decir algo, mostrar su identidad, en el fondo todo esto es
la misma historia que la voluntad de transformar el mundo porque
crees que puede ser mejor" afirma Eunice.
De su video "Amores da Rua", un documental sobre
la prostitución en Rio de Janeiro, nos dice: "lo más
importante fue transmitir un discurso político, no abordé
la práctica diaria de la prostitución, la proximidad
con las drogas, por ej., preferí hablar de la vida de ellas
más que de ser o no ser prostituta, a qué lleva eso
y qué puede hacer de su propia vida. Hablar de la prostitución
fue muy difícil, era una experiencia que yo no había
vivido. Me dio mucho trabajo comprender que también era una
opción". El hecho de participar en el movimiento feminista
le dio ganas de contar las diferentes formas que tienen las mujeres
de vivir. Después de transitar por temas como la alfabetización
de una mujer de 77 años, los problemas de las empleadas domésticas
venidas del campo, las mujeres políticas o la religiosidad,
Eunice piensa hacer una comedia y es la productora de un largometraje
que se llamará "Cielo de Añil", por el color azul
del cielo de Rio. Afirma que, aunque no es fácil, puede vivir
de su trabajo siempre apoyándose en otras áreas como
la de los comerciales para la TV. "El camino que elegí
es muy difícil porque no es seguro, y aunque sepas que lo
que hiciste es bueno - y eso da mucho placer - puede no ser un éxito
de taquilla...es un camino difícil".
Los recuerdos de infancia de Eunice están
divididos entre un padre polaco y judío que escapó
al exterminio de su familia en Polonia y de su madre, maestra, también
escapada del deterioro de una familia de cultivadores de azúcar
en el Nordeste brasilero, "de alguna manera mis padres tenían
en común - a pesar de venir de orígenes tan diferentes
- el que los dos habían dejado sus raíces, no tenían
familia alrededor y querían algo diferente a lo que habían
dejado". El padre murió cuando tenía 12 años
y de su adolescencia recuerda con vivacidad las diferencias a favor
del hermano varón, un colegio de monjas donde todo estaba
prohibido, hasta recalar, luego de recibirse de maestra, en la fermental
Universidad de los ’60. "Allí conocí gente que
me cambió la vida, gente que hablaba de un mundo nuevo. Luego
el exilio en Polonia. Y allí la gran desilusión:
"habían prometido transformar el mundo, pero yo veia que
las relaciones familiares seguían iguales, el socialismo
soviético me desilusionó en el sentido de que no era
importante la vida personal, me fui de Polonia y del partido y empezé
a estudiar historia del arte". De todo eso y mucho más
hablamos con esta apasionada mujer de carcajada franca y contagiosa.
Elena Fonseca.
Videos - 1976 - E o mundo era muito maior que a minha
casa; 1978 - Com Chorro e tudo na penha; 1979 - Anna Letycia; 1982
- So no Carnaval; 1985 - Duas vezes Mulher; 1986 - Tempo de Ensaio;
1988- Mulheres, uma outra historia; 1990/1 - Benedita da Silva; 1994-
Amores da rua; 1995 - Feminino Sagrado. |